Corazonadas

1K 95 8
                                    

Al despertar, su cuerpo esta bañado en sudor, sus manos están temblando y su corazón late como un loco, como si acabara de correr una maratón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al despertar, su cuerpo esta bañado en sudor, sus manos están temblando y su corazón late como un loco, como si acabara de correr una maratón. Toma una bocanada de aire antes de sentarse rápidamente en la cama, mirando fijamente hacia enfrente, donde ve su reflejo en el espejo del enorme tocador que Felix insistió en comprar. Mira a su alrededor y se da cuenta que Felix no está a su lado durmiendo.

Se alarma y avienta las sábanas, descubriendo su cuerpo, se para de la cama y se percata de que las piernas le están temblando. Sin moverse, mira a todos lados, alrededor de la puerta del baño, puede notar la luz blanca que le indica que, seguramente, Felix está ahí. Trata de normalizar su respiración y al hacerlo, agudiza su sentido auditivo. Escucha que la regadera esta prendida, el golpeteo del agua contra el piso le hace suspirar aliviado.

Camina hasta el baño y dirige su mano hasta la perilla, pero se detiene. Felix está gimiendo, pero no de placer, si no de dolor. Escucha como su esposo trata de reprimir sus sollozos y, sin detenerse a analizar más la situación, entra al cuarto de baño. El vapor caliente le golpea el rostro, de hecho, todo el cuarto está lleno de aquel vapor caliente, el espejo esta empañado y las puertas de la regadera también. Se apresura a deslizar la puerta y encuentra a Felix tirado en el piso, intentando pararse con una mano apoyándose en la pared y la otra en su vientre.

La vista lo deja paralizado en su totalidad. Porque no puede moverse, ni siquiera puede mover un dedo.

—Hyunjin, ayúdame —le pide su esposo, apenas logra escucharlo, ni siquiera tiene fuerzas para hablar, pues su cuerpo no responde a sus órdenes de moverse —Hyunjin, por favor, Hyunjin —

No se mueve, y no es porque no quiera, es porque no puede. Su esposo está mal, pálido y, apenas y puede hablar. Esta demasiado alterado, porque sabe que es capaz de moverse, sin embargo, su cuerpo no quiere, no responde.

—Hyunjin, abre los ojos, por favor —frunce el ceño, confundido, él tiene los ojos abiertos y puede ver con claridad como su esposo está a nada de desmayarse por el dolor — ¡HYUNJIN! —

Y, entonces, abre los ojos.

Toma una bocanada de aire antes de sentarse en la cama, con las manos fuertemente apretadas en puños, las abre y siente como sus uñas se desentierran de sus palmas. Su fleco está pegado a su frente y sus ojos le arden, lleva las manos a su cara y se da cuenta de que está llorando.

— ¡Hyunjin! —siente como unos delgados brazos le rodean el cuello, aspira profundamente, el olor a fresa y vainilla se cuela en su nariz, sabe que Felix es quien lo está abrazando, así que lo abraza de vuelta, pasándole los brazos por la cadera y apretándolo fuertemente contra su cuerpo, aliviado por saber que está bien y que sólo ha sido una muy mala pesadilla — ¿Estás bien? —

—Si... ¿tú estás bien? Acabo de tener una pesadilla horrible —

Felix se separa de él y toma su rostro entre sus cálidas manos, sus ojos parecen estar temblando, el brillo que siempre lo acompaña parece estar extraviado. Junta sus labios en un beso que los tranquiliza a ambos, los labios de ambos tiemblan por miedo a lo que le llegara a pasar al otro. Sus labios se mueven con lentitud, mordiéndose, pero sin llegar a profundizar, ladeando la cabeza mientras rozan sus narices con cariño.

The Perfect Guy || HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora