Los mellizos son aquellos bebés nacidos en un mismo parto, pero desarrollados en diferentes sacos amnióticos. Pueden tener más parecidos que los hermanos que nacen en diferentes años. Pero tampoco son gemelos.
Felix y Hyunjin tienen un par de melli...
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La espalda le está doliendo a horrores, como si miles de personas se la estuvieran pisando. Sabe que es obvio, pues además de que tiene que cargar con tremenda barriga, los extraños dolores se han incrementado. Él ya tiene siete meses y mientras pasan los días, los dolores aumentan, cada vez más fuertes e insoportables.
Desea con todas sus fuerzas que Jisung regrese de donde sea que haya ido, sabe que está en su casa, pero parece que se ha ido desde hace una hora entera. Se mueve de un lado a otro, encogiéndose todo lo que puede, cierra sus manos en tensos puños, enterrando sus uñas en sus palmas. Este dolor supera todos los demás.
— ¡Jisung! —intenta gritar, pero no tiene fuerzas para hacerlo.
Empieza a sentirse mareado, el sudor escurre a chorros por su cuerpo. Esta temblando, más que preocuparse por él, tiene miedo de que algo le esté pasando a su bebé.
— ¡Felix! —escucha la voz alarmada de su amigo, quiere darle las gracias, pero apenas tiene fuerzas para hablar, así que le agradece mentalmente —Dios, Dios, Dios, tengo que llamar a Hyunjin —
Con los ojos entrecerrados, se fija como Jisung busca con nerviosismo su celular, al encontrarlo, se da cuenta de cómo las manos le están temblando y escucha como su voz se está quebrando, apenas y puede decir una oración completa y coherente. Justo ahora, ni siquiera él sabe que harán. Jisung no puede manejar con los nervios de punta, y Minho había ido a comprar algunas cosas.
—No te duermas, Lix —escucha a Jisung hablarle, el parpadea e intenta ver claramente a su amigo —Minho llegara pronto y nos iremos al hospital —
Siente los delgados dedos de su amigo pasar por su frente, quitándole el fleco de los ojos y limpiándole el sudor. Él no puede soportar más el dolor así que deja que las lágrimas salgan de sus ojos, si le llega a pasar algo a su bebé... No se lo perdonaría.
Piensa que está en un dejà vù cuando siente que los brazos de Minho lo rodean para cargarlo y llevarlo corriendo hacia el auto. Es casi igual que la primera vez, porque Jisung toma su mano y le dice palabras tranquilizadoras. Es casi igual porque Jisung le vuelve a gritar a Minho para que acelere, pero no es igual, cuando siente como el cuerpo de Jisung cae como peso muerto sobre el suyo. Y sabe que es su culpa, su amigo seguramente estuvo resistiendo demasiado estrés al cuidarlo.
Se siente jodidamente culpable.
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