Al día siguiente hice mi rutina de siempre, y luego me fui a mi nuevo trabajo, verán la situación de Venezuela no es muy bonito que se diga, la taza de pobreza aumenta cada día más, tampoco hay empleo, y la inflación cada dio aumenta más, conseguí un trabajo gracias a mi profesor de programación, este trabajo me trajo a Rusia, y ahora trabajo para ellos, llego mira el edificio y me quedo sorprendida.
-Wow.
camino y alguien me empuja al piso.
-Quítate del medio.
Me levanto del piso llena de rabia.
-Que te pasa anormal.
-Como me dijiste.
La chica se voltea con una mirada fuiriosa, la miro y me rio.
-Lo que escuchaste anormal.
-Eres una puta.
-Se rie-puta pero inteligente.
La mujer me abofetea.
-A mi me respetas perra inmunda.
Le devuelve la bofetada.
-Tu mas bien me tienes que respetar a mi, de paso ni te conozco.
-Nadie toca a la irresistible María Volko.
-No me importa quien ere, pero tu debes que respetar a los demás, porque con educación te dice.
Me jala el brazo.
-Te lamentaras por meterte con una Volvko.
Me zafó yl a empujo y me voy de allí
-No te tengo miedo perra.
Entro y me quede muy sorprendida, por fuera parece las torres gemelas, pero por dentro parece un aeropuerto internacional.
Me toca el hombro una chica.
-¿Me podrías dar un permiso por favo?.
-Me volteo y le doy el paso.
-Gracias.
La chica se va.
-Cño no le pregunte a la chica donde quedaba la oficina de los Smirnov.
Voy caminando cuando veo a la misma chica en sentada en un escritorio.
-Disculpe chica.
La chica me mira de arriba abajo
-Dígame.
-Tengo una cita con el Señor Steban Smirnov.
-Espere un momento-
La chica me mira de arriba abajose levanta y va al despacho.
Me siento y leo una revista, donde habla de un tal William Smirnov.
-(Típico de un don Juan).
La chica me se dirige hacia a mi. y la muy odiosa me habla con sarcasmo.
-Ya puedes entrar.
-Para ser secretaria deja mucho que desear.
Me voy y entro a la oficina, y saludo a Steba-.
-Me alegro que estes aquí Andrea.
El me abraza.
-Igualmente.
Le devuelve el abrazo.
Steban me ofrece para sentarme y me siento, hablamos por un largo tiempo, hasta que se hizo las 1:30, Steban me hizo firmar el contrato como su mano derecha, así que empiezo mañana a primera hora, luego de firma me despido, me acerco a la secretaria para darles la gracia, pero la mujer me mira con odio y no sé porque, así que salgo de allí como toda triunfadora.
-Me alcanza el tiempo para ir al centro de la ciudad.
Miro el reloj y pido el taxi.
Camino por las calles de Rusia hasta que de repente unos 5 hombres me rodearon, resiste lo mas que pude, pero fue inútil, mi cuerpo estaba totalmente adormecido, y poco a poco veía todo borroso, hasta quedar todo oscuro.
Fin.