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Corrí dónde mi hermano preocupado, fueron solo segundos los que me demoré en acercarme, pero para mí fueron una eternidad pensando en lo arrepentido que me sentía de haber permitido que ella hubiera venido con el

Rengoku: ¿Papá? ¿Que paso?

Senjuro: nada, lo mismo de siempre -se seca las lágrimas-

Me acerqué, sentí el olor a alcohol en su respiración, estaba ebrio y respiré profundo aliviado

Rengoku: dios, que susto ¿Había alguien con él?

Senjuro: si, una chica, creo que se llama…

Rengoku: ¿T/n?

Senjuro: si

Rengoku: ¿Dónde está ahora?

Senjuro: se fue hace unos minutos, estuvo con mi padre conversando y riendo, nunca lo había visto así, ella no lo dejó beber, en cambio comieron mucho, pero cuando dijo que se tenía que ir él empezó a beber mucho, cómo siempre, hasta que cayó inconsciente

Rengoku: ya veo, llevaré a papá a su habitación

Cómo pude lo tomé y lo lleve para acostarlo y luego salí, me encontré con mi hermano

Rengoku: papá estará bien, no te preocupes, iré a lavar las cosas que ocuparon

Senjuro: no hay nada que lavar, la chica dejó todo limpio

Rengoku: ¿Enserio?

Senjuro: si, dime hermano ¿Quien es? ¿Un pilar?

Rengoku: no, no es un pilar

Senjuro: pero tenía el uniforme y usaba un aori

Rengoku: si, pero… es mejor mantenerse alejados de ella

Senjuro: ¿Por qué?

Rengoku: no sabemos quién es, es mejor prevenir

Senjuro: es primera vez que te veo así, todos los cazadores que pasan por la finca aunque no los conozcas los recibes bien

Rengoku: solo confía en mí…

Me fui a mi habitación pensando en lo que me había dicho el patrón, y le envié una carta con mi cuervo diciéndo que ella ya no estaba aquí, a las pocas horas me llega la respuesta

"Búscala por mi por favor, no debe estar lejos, sé discreto y traela acá"

Respiré profundo, no quería hacer esto, o quizás si, ella me daba mucha curiosidad, pero no entendía como un cazador podía defender a un demonio, mucho menos involucrarse con uno sentimentalmente, pero era el patrón quien me estaba mandando a hacer esto y estaba obligado a hacerlo, así que en los días que vinieron lo único que hice fue buscarla, pero no habían rastros de dónde pudo haber estado, nadie sabía de ella, traté de hablar con mi padre pero el no dijo nada, solo me dió una advertencia "no se te ocurra tocarle un pelo a t/n" y no me dijo nada más, mis amigos, Mitsuri y Uzui me notaron raro

Era de mañana, estaba en casa pensando en donde se podía haber metido esta joven

Senjuro: hermano

Rengoku: ¿Si?

Senjuro: vinieron Uzui y Mitsuri a verte

Rengoku: muchas gracias, voy de inmediato

Me dirijo al patio de entrenamiento donde estaban ellos y me acerque

Rengoku: ¡hola! ¿Que los trae por acá?

Mitsuri: hola -me abraza-

Uzui: Veníamos a invitarte, vamos a ir a la villa de los herreros, a las aguas termales ¿Quieres ir?

Rengoku: ¡Oh! Me encantaría, pero…

Mitsuri: ¡vamos! Has estado muy ocupado en estos días, tienes que relajarte un poco

Uzui: vamos, anda a buscar tus cosas, volvemos antes de que anochezca

Rengoku: -respiré profundo- ok, vamos

Fui por algunas cosas, podía ser bueno despejar mi cabeza por un día, y fuimos de camino, los chicos iban animados conversando y yo también, pero de camino me llega otro cuervo de parte del patrón

"Se que estás haciendo un gran esfuerzo por encontrar a t/n, sigue así, pero necesito que cuando la encuentres no la dejes escapar, es importante que la traigas para poder hablar con ella, aunque la tengas que obligar"

Guarde el papel y seguí mi camino

Uzui: ¿Qué pasa?

Rengoku: nada

Mitsuri: ¿estás en alguna misión?

Rengoku: algo así

Uzui: ¿Que estás haciendo?

Mitsuri: ¿Por qué no nos habías contado?

Rengoku: por qué por ahora no puedo, pero yo creo que pronto sabrán

Creo que fue la peor desicion que pude haber tomado decir estas palabras, por qué ambos no dejaron de preguntarme hasta llegar a las aguas termales

Rengoku: por favor, ya basta…

Uzui: ¿Por qué te dan misiones secretas a ti?

Tomioka: ¿Misiones secretas?

Ví a un lado y todos los pilares ya estaban acá

Rengoku: no es nada, sabes cómo es Uzui

Sanemi: eso espero, no puedes tener secretos con nosotros

Rengoku: claro que no, vamos…

Todos subimos hacia las aguas termales, el vapor ya se hacía notar, lo único que quería era llegar y meterme ahí para poder relajarme, pero al llegar el lugar ya estaba ocupado.

Ví la espalda desnuda de una mujer que iba saliendo del agua, tenía muchas cicatrices en ella y todos se detuvieron al verla, ella gira levemente su cabeza para mirar atrás y fue cuando me di cuenta que era ella, era t/n, vuelve a girar su cabeza, me di cuenta que la estaba mirando de una forma descarada, por eso giré mi cabeza, mi rostro estaba demasiado rojo y me sentía raro, jamás había visto a una mujer tan bella.

Uzui: ¿t/n? ¿Así te llamabas verdad?

Volví a dar vuelta mi rostro y ella ya se había puesto un aori negro con pequeñas flores blancas que le cubría justo donde tenía que hacerlo

T/n: ajá

Seguía tomando sus cosas para irse

Sanemi: ¿Sabes que acá no puedes estar desnuda?

T/n: si estaba sola no le veo el problema

Sanemi: pero llegamos nosotros

T/n: y es por eso que me voy, o si no me hubiera quedado más tiempo -piensa unos segundos y se empieza a colocar el uniforme de cazadores, y se saca el aori, creo que presentía algo-

Mitsuri: ¿Por qué no te quedas? Me gustaría conocerte

Ella mira a Mitsuri, respira profundo, se estaba abotonando los últimos botones del uniforme, se notaba que no quería responderle de mala manera

T/n: quizás en otra ocasión

Empezó a caminar y pasó por mi lado, no lo pensé dos veces y le tomé el brazo

T/n: ¿Qué haces?

Uzui: amigo, ¿Qué te pasa?

Rengoku: lo siento, pero no puedo dejarte ir

T/n: no quieres problemas, menos aquí… -lo dijo con voz tan baja que solo yo la pude escuchar-

Rengoku: tu te vienes conmigo

T/n: obligame

Rengoku: eso es lo que haré ahora

Con mi otra mano la tomé de cuello y la dejé en el suelo

Mitsuri: ¡¿Pero qué haces?!

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Mi salvador (Rengoku x t/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora