Mi salvador (Rengoku x t/n)

#47

Los gritos de felicidad y celebración de todos empezaron a sonar, habíamos obtenido la victoria, pero mis ojos veían que T/n empezó a caer al suelo y sin pensarlo solté mi katana y corrí hacia ella, su cabeza cayó en mi hombro y la tomé entre mis brazos y me senté mirando sus ojos, ella me estaba mirando, el brillo de sus ojos al chocar con los míos creció, eran como dos estrellas que resplandecía el medio de la oscura noche y volvió a sonreír

Rengoku: mierda, mierda no… por favor no, ¡AYUDA! -grité, mi garganta dolió, pero volví a gritar- ¡NECESITO AYUDA!

mis amigos miraron al escuchar mi voz y sus rostros se pusieron blancos como papel y corrieron hacia mi, al llegar se paralizaron, todos se quedaron quietos al mirar la condición de t/n

Rengoku: ¿Que mierda hacen? Shinobu, ayúdame, hay que llevarla a…

Shinobu: Rengoku, no…

Rengoku: ¿Cómo que no? -mi voz se empezó a quebrar, no creía, no podía creer que esto estuviera pasando- Uzui…

Uzui: amigo

Rengoku: ¡NO! ¡NOOO¡

T/n: kyo -su voz sonó tan débil que tuve miedo de seguir tratando de moverla, la miré- tranquilo, todo estará bien, solo perdóname por desaparecer por tanto tiempo

Rengoku: no me pidas perdón, soy yo el que tiene que pedir perdón, tuve que haberte encontrado y salvado de las garras de esos demonios

T/n: no… tu si me salvaste

Las lágrimas empezaron a caer de mis ojos sin que las pudiera controlar

Rengoku: no, nosotros teníamos que vivir felices, nosotros teníamos que estar juntos, tenía que cumplir mi promesa y que tuvieras una vida feliz y normal

T/n: ¿Y no lo fuiste? ¿No fuiste feliz conmigo? -me quedé en silencio, no podía responder, el nudo de mi garganta no me dejaba hablar, mi barbilla temblaba muy fuerte- ¿Crees que no cumpliste tu promesa? Déjame decirte mi hombre despistado que si lo hiciste, me hiciste la mujer más feliz del mundo, pude saber lo que era sentirse amada, pude saber lo que era una vida feliz gracias a ti, kyo, me salvaste, me salvaste de la muerte cuando quise tirarme de aquel acantilado, me salvaste de mis propios pensamientos, pude ser tu novia -su voz se iba apagando cada vez más- pude sentir tu amor y eso me salvó de morir sola, por qué desde que llegaste mi vida, nunca más me sentí así

Rengoku: no, yo quería una vida más larga contigo, no tenía que ser así

T/n: en cambio yo fui feliz de que todo sucediera así, no cambiaría nada si eso me trae a tus brazos otra vez

Rengoku: no… y-yo, yo quería que fueras mi esposa

T/n: ¿Si? Entonces acepto -sonríe de una forma muy débil- Yo quiero tener una familia contigo amor mío, pero no será en esta vida -toma mi rostro con una de sus manos y se la sujeto-

Ella cierra los ojos, me empecé a desesperar, la tomé las fuerte entre mis brazos y le tomé la cara con una mano

Rengoku: no te vayas, no me dejes, por favor, abre los ojos mi amor

T/n: solo piensa que me estoy quedando dormida, como cuando acariciabas mi cabello mientras me quedaba dormida en tus piernas -lágrimas empezaron a caer por sus ojos- Yo estoy feliz de haber cumplido mis palabras, yo doy la vida por ti kyojuro

Rengoku: no…. No me dejes, por favor -mi voz era tan débil que ni siquiera yo podía escucharme con claridad, los chicos estaban llorando en silencio-

T/n: solo me arrepiento de una cosa -su voz ahora sonaba como un susurro- si hubiera sabido que ese día era el último en qué te iba a besar -vuelve a mirarme- hubiera hecho que ese beso durara para siempre, amor, estoy ansiosa de despertar en mi próxima vida y que vuelvas a hacer que me enamore de ti, prométeme que lo harás, aunque te haga las cosas difíciles

Rengoku: te lo prometo

T/n: gracias, ahora me puedo ir, te amo, yo doy la vida por …

Dió su último suspiro y su mano cayó al suelo, sus brillantes ojos se cerraron como la última página de un libro ya leido, y mi corazón se fue con ella, la abracé, grité, hice de todo para que ella volviera a abrir los ojos y a mirarme con el brillo de ellos, pero nada resultó, ella no volvió conmigo, no la quería soltar, no quería soltar su cuerpo que aún estaba tibio, empezó a salir el sol y el brazo de ese maldito demonio empezó a desaparecer y su sangre empezó a derramarse, Uzui tuvo que jalarme para que los reclutas llevarán su cuerpo a otro lado y golpee el suelo con todas mis fuerzas culpandome de no haber ido con ella cuando estaba peleando con Akaza, y mi corazón se volvió a romper en pedazos cuando tuve que llevar su cuerpo y dejarlo junto con el de mi madre, rompí todo a mi alrededor, los demonios ya no estaban pero ellos se habían llevado a la mujer a quien más amé en este mundo con ellos, yo quería morir, si no podía vivir con ella no quería nada más y estuve encerrado en mi habitación por muchos días con el vestido que ella había ocupado el último día, aún tenía su olor, aún estaban sus recuerdos aquí, en donde fuimos felices.

Tocaron a la puerta, no respondí en varias ocasiones y al final la abrieron

Uzui: amigo…

Rengoku: lo siento, pero no quiero ver a nadie

Uzui: esto es importante, creo que ayudará

Le hace señas a alguien, mitsuri entra a la habitación y detrás de ella la Joven cazadora que había llevado t/n a su hogar el último día que estuvimos juntos

Cazadora: no quiero molestar, pero necesito entregarte esto

Extiende una carta y la tomé, en el sobre estaba escrito mi nombre y la letra era de t/n, mi corazón se detuvo y miré a la Joven

Cazadora: t/n se quedó este último año en nuestro hogar, nos pidió que no le dijéramos a nadie para seguridad de nosotros y de ustedes, cuando se arrancó de los demonios se fue hacia allá y nosotros la acogimos, entrenó y se preparó para la última batalla, pero antes de irse escribió está carta y me dijo que… -lágrimas cayeron por sus ojos- que si no sobrevivía le entregará esto a usted -hace una reverencia- lo lamento tanto, le juro que desee con todo mi corazón que no tuviera que hacerlo

Ella sale rápidamente y se va

Mitsuri: nosotros estaremos en la sala para cuando estés listo para hablar

Con media sonrisa, una sonrisa de nostalgia, ambos salen de mi habitación, mis manos temblaban, esperé algunos minutos y me decidí a abrir aquella carta, de mis ojos cayeron lágrimas al ver su letra y leí

"Mi amado, mi hombre, mi primer y único amor, kyo…

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