Y bueno, la mejor manera de controlarla fue dejarla en la finca de Himejima, era al único que respetaba, o mejor dicho al único que temía, yo iba diariamente a verla, quería entender qué le pasaba, no podía dejar de sentirme mal por ella, pero el único que hablaba era yo, ella no pronunciaba palabra y se quedaba en su habitación todo el día, apenas comía su comida. está ya era la tercera semana de lo mismo, solo los pilares sabían de su situación, algunos venían algunas veces para saber si Himejima necesitaba ayuda, pero los únicos que entrabamos a conversar con ella era Mitsuri y yo.
Rengoku: hola himejima
Himejima: hola Rengoku, pensé que ya te habías aburrido de venir
Rengoku: no, tuve que hacer algunas cosas, por eso dejé de venir por tres días
Himejima: ¿Está todo bien?
Rengoku: si, todo bien ¿Dónde está ella?
Himejima: en su habitación, dónde siempre
Rengoku: permiso
Himejima: adelante
Antes de pasar a su habitación fui a la cocina y prepare un plato de comida, iba llegando a su habitación y vi a los mismos cazadores en la puerta que la vigilaban dia y noche y me dejaron pasar, al entrar ella estaba recostada en su cama mirando a la pared
Rengoku: hola ¿Puedo pasar?
Ella se da vuelta rápidamente y me mira, hizo una sonrisa que quitó rápidamente y mira sus manos
Rengoku: ¿Cómo estás? -ella no me responde- ¿Tienes hambre?
Cómo siempre me senté en una silla que estaba ahí y dejé la comida en una mesita
Rengoku: no eres una prisionera, no sé por qué no sales a dar un paseo con este día tan hermoso, me encantaría salir y no estar todo el día encerrado en estas cuatro paredes… mi hermano estuvo trabajando en el jardín de casa, creo que las flores que puso te encantarían o por lo menos eso dijo papá…
T/n: pensé que ya no ibas a venir más -me interrumpe-
Quedé un poco impresionado, después de tres semanas ella me estaba hablando y no pude evitar que mi corazón saltará tan acelerado como lo estaba haciendo
Rengoku: ¿Yo?... Emmm, lo siento, es que tuve cosas que hacer
T/n: ya veo… ¿Está todo bien?
Rengoku: si, todo bien -ella sonríe levemente- ¿Quieres salir a dar una vuelta? Himejima tiene un jardín hermoso
T/n: me encantaría ver la luz del día, está habitación no tiene ninguna ventana porque creen que me voy a arrancar
Rengoku: ¿Acaso no lo harías? -ella sonríe aún más- Pero salgamos
T/n: no, no quiero
Rengoku: ¿Por qué?
T/n: ya sé que todos saben que tengo una relación más cercana con un demonio, no quiero que me miren como un monstruo por no entenderme
Pensé por un momento en decirle que me explicara, pero creo que este no es el momento
Rengoku: nadie lo hará, vamos
Le tomé la mano, ella mira nuestras manos tomadas por un momento y cierra los ojos fuerte, no me moví, y luego de unos segundos ella se pone de pie para seguirme, estando afuera le solté la mano y ella me mira
Rengoku: confío en ti, en qué no tratarás de arrancar
T/n: tranquilo ¿Cómo está tu padre? -empezamos a caminar por el jardín de Himejima-
Rengoku: bien, mejor que antes de hecho
T/n: ¿sigue bebiendo?
Rengoku: desde que tu fuiste a casa que ha bebido menos, ese fue el último día qué se embriagó
T/n: me alegro
Rengoku: ¿Me puedes decir cómo lo conociste?
T/n: ¿a Shinjuro? Bueno, fue cuando el era el pilar de la llama y yo una cazadora, él fue uno de mis mentores
Rengoku: ¿De verdad?
T/n: si, tu padre era impresionante con la katana, yo lo admiro mucho
Bajé la mirada y tuve una mezcla de alegría y tristeza
T/n: tu te pareces mucho a él
Rengoku: ¿Si?
T/n: si, cuando te ví con los demás pilares en ese pueblo quedé helada por unos segundos, pensé que estaba viendo a Shinjuro, por eso lancé esa daga cerca de tu cabeza, para que dirás vuelta la cara y verte bien
Rengoku: casi me matas
T/n: lo siento -bajó la cabeza-
Rengoku: ¿Conociste alguna vez a mi madre?
T/n: ¿Ruka? No, aunque tú padre me hablaba mucho de ella, me dió mucha pena cuando me enteré de su muerte
Rengoku: ella te hubiera amado, es agradable hablar contigo
T/n: gracias
Rengoku: ¿Puedes hablarme más de ti?
T/n: ¿Que quieres saber?
Rengoku: ¿Tienes familia?
Ella tensó la cara, pregunté eso a propósito, necesitaba saber cuales temas podía hablar con ella y cuáles no
T/n: no
Rengoku: ¿A nadie? ¿Por qué?
T/n: están todos muertos
Rengoku: ya veo… mira las flores que tiene Himejima, están hermosa
Le tomé la mano y fuimos ahí, logré que ella no cambiará de actitud conmigo y siguiéramos conversando por un rato más, por fin la escuché reír, estábamos sentados entre las flores, me sentía raro, cómo nunca antes me había sentido con alguien, sentía cosas en mi estómago, quería tomarle la mano nuevamente pero en vez de hacer eso le tomé la cara para mirarla
T/n: ¿Que paso?
Rengoku: tus ojos…
T/n: ¿Tengo algo?
Rengoku: si…
T/n: ¿Que cosa? -sonríe-
Rengoku: no lo sé… pero me encantan
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Mi salvador (Rengoku x t/n)
Hayran Kurgu¿Que tanto daño pudieron hacerte para irte al bando equivocado? O quizás el mundo estaba equivocado y los demonios no son los malos... El camino para seguir adelante será difícil, con muchas desiciones que no quisieras tomar pero que son necesarias...