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Capitulo 42

P.O.V t/n

Fue un viaje divertido con esta chica, hablamos mucho, de sus sueños y anhelos, y ella me pregunta por los míos, sentí mariposas en mi estómago al recordar a mi hombre, y fue primera vez que pude decir en voz alta

T/n: ¿Mi sueño? Ya no tengo sueños, por qué ya lo cumplí, tengo a alguien que me ama tal y como soy, me hace sentir importante y que no merezco menos de lo que tengo ahora, que no merezco ser amada de otra forma, pero proyectando al futuro, mi sueño sería formar una familia con el

Y seguimos caminando, tenía una sonrisa muy grande y al llegar a la casa de esta chica no pude contener las lágrimas, la madre y sus hermanos la abrazaron tan fuerte que me quebré y a la vez estaba feliz de haberla traído de vuelta a su hogar y no pude rechazar la invitación a comer que me hicieron como muestra de agradecimiento, así que mi viaje se retrasó por unas par de horas, pero sabía que kyo lo entendería. Ya iba de vuelta al pueblo, solo me faltaba una hora de camino y la luna ya había salido, el cielo estaba negro pero seguí pero de un momento a otro me ví cayendo al suelo, mi vista se había nublado y mi cabeza rebotó en la arena dura…

Desperté unas cuantas horas más, me dolía la cabeza y aún estaba mareada, la sangre seca tiraba por encima de mi ojo y una luz tenue venía de una antorcha que estaba encendida de una pared, trate de moverme pero me tenían amarrada con cadenas de pies y manos, estaban tan ajustadas que me dolía solo por tenerlas puestas, mis ojos se demoraron en ajustarse a la luz del lugar y cuando lo hicieron me di cuenta que estaba en una especie de cueva y varios pares de ojos brillaban en medio de la oscuridad

T/n: mierda… -mi boca estaba seca por el polvo del lugar- quien de todos me golpeó de esa manera

Douma: así que ya despertaste

T/n: si fuiste tú te advierto que te mataré -movi nuevamente mis manos y el ardor de las heridas por el roce de las cadenas me dolió- por qué no sueltan un poco estas cosas

Akaza: ya deja de moverte

La voz de él hizo que mi corazón se detuviera, sabía que estaba acá, pero mi cuerpo igual reaccionó a su voz

T/n: díganme lo que quieren

X: matarte

Levanté un poco la cabeza para mirarlos

T/n: esa voz no la conozco ¿Quién eres?

Todos salen de la oscuridad y Vi a los demonios que estaban ahí, akaza, Douma, kokushibo, Hantengu, gyokko y otro demonio que no conocía

X: Kaigaku

T/n: ja! Debes ser el reemplazo de Daki y Gyutaro… ya díganme de una vez lo que quieren de mí, si quisieran matarme ya lo hubieran hecho

Douma: sigues igual de insolente, debería darte tu merecido -trata de acercarse pero Akaza se interpone en su camino-

Akaza: el único que la va a tocar soy yo, entendiste, que nadie más se le acerque.

T/n: ya escuchaste Douma, ponme una mano encima y Akaza te cortará el cuello -me reí-

Douma: al igual como matará al hombre a quien te entregaste linda, así que no te rías tanto

Mi cara se tensó, mi corazón saltó fuerte al escuchar esas palabras, sabía que ellos no estaban bromeando al respecto

T/n: ¿que mierda quieren?

Akaza se acerca y se sienta encima de mi, me corre el cabello a un lado y huele mi cuello para luego pasar su lengua por el, me mira fijamente a los ojos, el brillo que veía en ellos antes cuando me miraba se había ido y se había convertido en una mirada oscura y llena de odio, me habla al oído, bajo y calmado

Akaza: le diste a ese idiota lo que me pertenecía por derecho, le diste tu corazón y tú cuerpo. Así que tú lo sentenciaste a una muerte lenta y dolorosa por quitarme lo que más amaba en el mundo

T/n: atreve a tocarle un pelo y sabrás cuál es mi verdadera fuerza -le dije en voz baja y mirándolo directo a los ojos- no dudaré en matarte y poner tu cabeza en una estaca para que cuando le llegue el sol te desintegres lentamente

El me mira y me sonríe, un leve brillo salió de sus ojos y humedece sus labios

Akaza: no me provoques, que hablando de esa manera lo único que quiero es hacerte mía

Kokushibo: ok, ya basta de este show, ahora niña, dinos luego

T/n: que mierda quieres que te diga si no me han preguntado nada -giré mi cabeza a este demonio mientras Akaza seguía encima de mi-

Kokushibo: tu marca

T/n: ¡ah! Ni Siquiera yo sé que ocurrió… solo apareció

Kokushibo: no, tu sabes algo más

T/n: no sé nada idiota

Kokushibo: Akaza… la sangre de demonio

Akaza se vuelve a mi, se acerca a mi oído y me dice en voz baja "lo siento amor, pero tengo que hacerlo"

Toma una de mis manos y con una daga abre una herida en ella, me dolió, pero mi cuerpo se estremeció de dolor cuando pusieron en ella unas gotas de sangre de demonio que tenían en un pequeño recipiente, no puedo explicar lo que sentí en ese momento, traté de aguantar el grito que quería dar y retorcí todo mi cuerpo tratando de aguantar el agudo dolor, sentí desmayar…

Kokushibo: ¿Y? ¿Vas a hablar?

T/n: muérete hijo de p*ta… -Otra vez, mi respiración se escuchaba de una forma exagerada, no quería gritar, traté de ahogar el grito cuando de nuevo unas gotas de sangre de demonio recorrieron mi cuerpo-

Akaza: por favor, habla -en voz baja-

T/n: no tengo nada que decir

Kokushibo: otra vez

Akaza: pero…

Kokushibo: ¡OTRA VEZ! -gritó-

Akaza lo volvió a hacer una y otra vez, abría heridas en mis brazos para volver a poner sangre de demonio en ella, dolía más que cualquier otra cosa que me hubieran hecho antes, si no me convertía me iba a morir, eso era seguro, estuvimos horas y horas en lo mismo, en mi cuerpo ya no sentía nada más que un dolor penetrante, por mis labios corría sangre cuando por ahogar grito los mordí, pero ahora mis gritos eran fuerte, eran aterradores que cubrían toda la cueva mientras todos los demonios se reían de mi sufrimiento

T/n: ya basta… por favor, ya no más -las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas, ya no quería seguir con esto- ya mátame y corta con esto

Kokushibo: otra vez

Akaza: por favor déjala descansar

Kokushibo: dije que otra vez

Akaza se vuelve a mi y dice: por favor di lo que sabes

T/n: te dije no sé nada, por favor créeme -le dije entre sollozos- no sé nada

Akaza: lo siento

Mis brazos estaban tan destrozados que no había ningún lugar más donde cortar, estaban al rojo vivo, pero él clavó la daga en mi brazo nuevamente y lo hizo otra vez, pero está vez ya no pude gritar, por qué el dolor fue tanto que miré a un punto fijo mientras mis ojos se cerraban sin poder hacer nada más y de un rato para otro todo fue oscuridad y silencio


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Mi salvador (Rengoku x t/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora