The meet in the halfway

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𝑀𝑜𝑟𝑔𝑎𝑛 𝑃𝑟𝑖𝑛𝑐𝑒

Noviembre estaba a punto de acabarse, la penúltima prueba ya habia terminado y todos estaban contentos y comenzandl a hacer todo el ambiente sobre  el baile de navidad.

Habia esuchado a minimo 9 chicas hablar de lo emocionadas que estaban, que lashabian invitado y miles de cosas más. A mi en cambio ni siquiera me habian mencionado nada de invitaciones y era más que bueno, algo raro, pues la mayoria de los hombres, en especial los de Slytherin habian hecho miles de comentarios al respecto de invitarme. Pero no me exalte, al contrario, supuse que seria algo bueno ahora que Theo estaba empezando a ser un buen partido para tener una relación.

—Que tanto piensas?— Theo estaba frente a mí masticando lo que sea que hubiera en su plato y mirando mi rostro con detalle.

—Nada—murmuré dándole una sonrisa a boca cerrada, pues aun llevaba parte del bocado de fruta en la boca.

—Admitelo, estas pensando en el baile — dio un sorbo a su café viendome sobre la taza.

—Claro que no...

Lo desafie indirectamente a una pelea de miradas que aceptó, iba ganando asi que tuvo que sabotearme.

—El baile—murmuró acercándose más a mi.

Desvié la mirada. Mierda.

—LO SABIA!— gritó como si fuera el descubrimiento del siglo y todas las miradas viajaron hacia nosotros.

Imbécil.

—Bueno, ya basta. Sí, pero todos lo hacen, Theo, no puedes culparme—seguí tomando mi desayuno y bebiendo mi té.

—Pero tu no eres como los demás, Prince. Tu eres tú. —me sonroje, claro que lo hice, no habia manera de que no lo hiciera. El solo se rió.

—Como sea, no deberias preocuparte, seguro que muchos te invitaran— sonaba muy seguro.

Yo no lo estaba tanto.

—Te veo después?—inquirió levantandose de la silla.

—Claro, a las seis?—pregunté levantandome a su par.

A las 6 era la hora a la que usualmente Slytherin terminaba sus entrenamientos y lo sabia porque iba a leer a las canchas, pero estos días habia estado esperando a Theo para salir o pasar la tarde juntos. Solia llegar justo a las 6, por lo que la mayoria de chicos ya no estaban ahí.

—Seguro. —estaba a punto de irse, pero regreso y dejó un beso en mi cabeza. Esa era la clase de cosas que un chico bueno hacia.

Sonreí y con esa tonta sonrisa seguí desayunando.

[...]

La mañana pasó mas rapido de lo que esperaba, ahora, estaba totalmente cansada y a penas eran las 12 pm.

Aún tenia miles de cosas que hacer y entre esas muchas era ir a la junta de prefectos mensual a las 12:30. Mi proyecto de Transformaciones y el trabajo en duos de Pociones. Con Draco.

El rubio estaba frente a mi, moviendo impacientemente su pie. Menos mal ahora estaba temprano.

—Quieres dejar de hacer eso, Malfoy, me pones nerviosa—comencé a tronar los dedos de la impaciencia, me daba mucha desesperación.

—Claro.—su pie quedó de nuevo en su lugar y me sorprendió la disposición con la que actuó.

—Gracias.—solo asintió en respuesta.

Estabamos en el comedor, comiendo algo ligero para poder seguir con el día, el tenía dos tareas más que yo, además del proyecto y practica con el equipo, asi que definitivamente teniamos que comer algo antes de entrar a la junta, porque la habia convocado Clearwater y esas juntas solian ser exhaustivas.

—Que querra?—inquirió Draco terminando su manzana verde.

Que asco las manzanas verdes.

—Quién? Penelope? —asintió — Supongo que sera algo insignificante como el resto de mierdas que convoca, pero Snape nos regañara si volvemos a faltar a una.

Ya habiamos comenzado a caminar y  mi bote de frutos rojos ya estaba vacío, lo metí en una de las bolsas laterales de mi mochila y la colgué de un solo lado.

—Deberían de hacer las reuniones en el comedor, no entiendo porque tenemos que caminar hasta la esquina del infierno. Solo porque le queda cerca a Clearwater.

—No seas fastidioso, Malfoy, solo camina—rode los ojos mientras soltaba una risita.

—Que te parece tan gracioso, Tina?—preguntó, pero no fue una simple pregunta.  No. Fue algo más, no lo pude traducir, me pusó incluso más nerviosa y roja de lo que algún chico me habia puesto nunca.

No lo preguntó, lo siseó, lo susurró, y fue tan cerca que incluso sentí un escalofrío recorrer cada esquina de mi cuerpo. Olvide lo que se sentía estar tan cerca de un chico. No. No de un chico.

De Draco.

Reuní todas mis fuerzas, tomé aire y le respondí.

—Que te quejas hasta de existir —volví a reír. Tal vez no debí.

—No es una dicha, siendo sinceros. Deberias de cuidar esa boquita, dices muchas cosas sin sentido.—las manos del chico seguían en sus bolsillos, pero ya nos habiamos detenido hace mucho tiempo.

Su mirada no estaba estatica en mis ojos como solía hacerlo Theo, y comenzar una guerra de miradas. No, la mirada de Draco viajaba por cada detalle de mi rostro y siempre finalizaba en los labios, solo un vistazo rápido, casi imperceptible y muy fácil de camuflajear. Al final regresaba a mis ojos y seguiamos la pelea de miradas.

—Debería?

Asintió.

—Pues no lo hare—comencé a caminar de nuevo, pero su gran mano se poso en mi hombro libre y me detuvó en seco.

—Debería ayudarte con eso—rodó los ojos, pareciamos niños pequeños.

—Inténtalo.

Todo pasó tan rápido, que contar detalles me sorprende que pueda ser una prioridad.

Su mirada comenzó a hacer la cosa del escaner de nuevo. Mis pestañas, mis ojos, mi nariz, siempre se quedaba más de lo normal viendola, como si la memorizara, mis mejillas, luego revisaba de nuevo mis ojos, para ver si llevaba maquillaje, y finalmente, mis labios. Pero esta vez no fue algo fugaz, se detuvó. Los vio con deseo, lamio los suyos y negó.

Que pasaba por su cabeza? Que estaba pasando?

Que tonteria iba a hacer?

𝑇𝑤𝑜 𝐹𝑜𝑜𝑙𝑠 𝐼𝑛 𝐿𝑜𝑣𝑒 || 𝐷𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑀𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora