𝑇𝑤𝑜 𝐹𝑜𝑜𝑙𝑠 𝐼𝑛 𝐿𝑜𝑣𝑒 || 𝐷𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑀𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦

In tears

𝑀𝑜𝑟𝑔𝑎𝑛 𝑃𝑟𝑖𝑛𝑐𝑒

Las lagrimas no dejaban de salir, brotaban a cada segundo a cada respiración que daba. Ya no habia una sola razón, eran todas, era un colapso de todo el cansancio mental de mi vida ultimamente, la recaida de la anemia, Draco y sus señales, la escuela, el baile, todo, absolutamente todo, pero sobretodo, mi papá.

Daphne habia dejado la habitación hace unas horas, me habia dicho que me dejaria llorar sola y que cuando estuviera lista para hablar o necesitara algo saliera en su busqueda.

Jenna con los años habia aprendido que para mi era mejor acercarme a buscar ayuda, asi que solo me acerco el desayuno, me dio un beso en la cabeza y salio a Hogsmade.

Eran problemas que ellas jamás entenderian, su padre habia sido y seguia siendo absolutamente una maravilla con ellas, el mio... bueno.

Las lagrimas que habían cesado por unos segundos volvieron a aparecer, me dolia la cabeza de tanto llorar y aunque tenia la sensación de hambre, no tenia apetito de absolutamente nada, el desayuno de hace un par de horas que Jenna me habia traido seguia ahi, en el escritorio.

Y eso intensifico mis lagrimas.

Flashback

Era el dia de mi cumpleaños, cumplia 8 años, estaba tan emocionada que me habia despertado a las 5 de la madrugada a ponerme mi vestido de princesa y preparar las cosas para mi fiesta.

Mis padres se habian divorciado hace unos años, 3 para ser exactos. No recuerdo que me haya afectado tanto, al fin y al cabo siempre pense que seria mejor eso a las constantes peleas que habia entre ellos todos los días, y asi era. Habia paz en la casa, las semanas que pasaba con mi padre eran maravillosas, saliamos a pasear por las calles de Londres, subiamos muchas veces al London Eye, paseabamos por Soho y comiamos Fish and chips una vez a la semana. Era divertido, luego de eso ibamos al callejón Diagon, comiamos gominolas mientras paseabamos por las tiendas y me platicaba de sus aventuras de estudiante por ahi.

Eso el año pasado.

Este año algo habia cambiado, ahora solo iba una semana al mes, o una cada dos meses, ya no ibamos a pasear, solo nos quedabamos en su casa a comer comida rápida y se la pasaba respondiendo cartas y viendo la televisión. Ya no me recibia con alguna caja de dulces o regalo de bienvenida, ni siquiera porque nos veiamos menos. Y yo le conte de eso a mi madre, llore por eso, pero me habia dicho que no me preocupara, que era mi padre y el siempre me querría.

Creo que fue la unica ve que mi madre se equivocó, pero no nos adelantemos.

Una semana mi madre se enfermó, no fue nada grave, sin embargo prefirió llevarme a casa de mi padre para que yo no me contagiara.

Fue una total sorpresa para mi y mi madre ver a una muchachita joven en su sala. Nunca las presento a ella y a mi madre, pero a mi si.

—Ella es Stella, Morgan, es mi novia— me sonrio alentador y me obligo a saludarla.

Yo aprendí que tenia que ser cortés, asi que le tendí la mano.

—Soy Morgan.

Luego la solte y camine hacia la que era mi habitación, no habia nada, solo mi cama y unos juguetes mios sobre ella, el resto estaba en cajas.

—Yo... hace mucho que no venias y decidí guardar tus cosas para que no se llenaran de polvo, princesa— me abrazo.

Pero yo me aleje. Negue con lagrimas en los ojos y un dolor que no podía describir. Camine lentamente hacia la cocina y tome una banana, las lagrimas seguian saliendo de mis ojos mientras caminaba hacia el porche, estaba el auto de mi padre y mi bicicleta de mariposas junto a el.