Whys?

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𝑀𝑜𝑟𝑔𝑎𝑛 𝑃𝑟𝑖𝑛𝑐𝑒

No habia palabras para expresar todo lo que pasaba por cada rincón de mi mente. Era más de lo que mi cabeza podia procesar y me estaba dando dolor de cabeza.

—...Señorita Prince—escuché mi nombre. Levanté la mirada.

—Si?

—Se encuentra bien? Se ve un poco palida—la profesora se acercó a mi.

—Un poco de dolor de cabeza, nada grave—sonreí y enderece mi postura.

Que demonios habia sucedido con Draco? Por qué me habia dejado llevar? Y aún peor, por qué me habia gustado tanto?
Todo pasaba por mi mente mientras la profesora seguia explicando el uso de artefactos muggles. Theo se habra enterado? Y si, si. Por qué no me habra dicho nada? Tal vez todo era un plan entre Draco y él. Por qué se sentía tan bien y tan malo que me haya gustado o aun peor que haya sucedido?

El dolor de cabeza no se detuvó, empeoró.  Escaló a un mareo y de pronto todo se detuvó.

[...]

Abrí los ojos mientras una mezcla de náuseas, mareo y dolor de cabeza me atacaban. Por más lento que intenté abrir los ojos la cabeza y los mismos me seguían doliendo.

—Tina?

Veía borroso, y la luz, que era de velas, aún me lastimaba, pero por el tono de voz grave y la manera en que me llamó supe quien era.

—Draco?—parpadee un par de veces más mientras me acostumbraba a la luz de las velas, era de noche.

Por qué estaba aquí? Se suponia que la hora de visita era hasta que comenzará a anochecer y ya era bastante noche. Debía de dejar de pensar en los por qués, por eso estaba ahí.

—Qué haces aquí?—murmuré enderezandome en la camilla.

—Vine a traerte algo para que te cambies, no creo que sea cómodo dormir con eso—mencionó haciéndo un ademán a mi ropa.

Que grosero.

—No lo es... gracias.—tomé lo que me dio.

Ni siquiera era ropa mía. Era un par de shorts suyos y una sudadera color gris. Además de unos calcetines que si eran míos.

—No estás aqui para eso, cierto?—inquirí.

Negó.

—Me preocupé —no dudo en decirlo, ni siquiera lo pensó mucho. Fue explosivo y directo.

Me quedé atonita.

—Qué?

—Se que no suena a algo que yo diría... de hecho, debería irme—se levantó de la silla junto a mí.

—Quedate—murmuré. Fue tan bajito que supuse que ni siquiera me habia esuchado, pero me equivoque, me miró y una leve sonrisa se asomo en su rostro, le sonreí igual.

Comenzamos a platicar de cosas sin sentido, lo que el habia comido, las prácticas de quidditch, tareas...

Y...

—Y qué estas leyendo?—lanzó su mirada al libro en la mesita de noche.

Mi estómago dio un vuelco, mis mejillas se sonrojaron y mis pupilas se dilataron. Se estaba interesando en mi?

—Tina?—pasó su mano frente a mi cara haciendome regresar al mundo real.

—Ah... si. Pues es Matilda, jamás lo has leido?—pregunté casi sin creermelo, lo podría conciderar una lectura clásica.

—Perdón, pero no.—sonrió al verme al borde de la emoción por explicarle el libro.

Las palabras comezaron a salir de mi boca, como si estuviera contando mi propia historia, su mirada no se iba de mi o mis expresiones, mis manos volaban por el aire mientras los minutos pasaban en ocaciones actuaba las escenas más increíbles del libro y pronto, terminé.

—Qué?! Eso es todo?—estaba tan sumergido en la historia que su cabeza estaba reposada en su mano mientras en algunas partes abría sus ojos sorprendido.

—Lamentó decirte que sí —ladee la cabeza arrugando la nariz.

—No lo puedo creer. Me niego. Cuentame otra historia—insistió.

Negue—Tengo sueño y tu deberías estar en tu cuarto.

—Debería, pero nadie se enterara que estuve aquí —me dio una sonrisa de lado y me convenció.

Odiaba eso, odiaba que pudiera hacer eso y yo poder admitir cualquier cosa, odiaba cada una de sus facciones tan detalladas y bonitas, odiaba su lindo pelo, sus bellos ojos y sus pestañas y aun peor, odiaba que no lo odiaba.

—Puedo contarte de Moby Dick—sonreí.

No era algo que hiciera con nadie, de hecho jamás pensé que lo fuera a hacer pero en cambio, Draco estaba sentado frente a mi. Atento. Pendiente a cada cosa que hacia o decía, agitaba mis manos por el aire explicando cada palabra que recordaba del libro. Como si yo fuera la protagonista de esa historia.

Y me di cuenta. Estaba siendo la protagonista de mi propia historia, de mi propia historia de amor?

Y no solo de la mía. Vi la mirada de Draco, perdida en la mía, perdido en mi historia y atento a lo que salía de mi boca y de mi corazón y me di cuenta que también de la suya.

Y sonreí, detuve toda la historia y sentí el momento, Draco no se inmutó, en cambio sonrió de regreso.  Se sentía diferente al resto de cosas que alguna vez habia sentido y se sentía mal haber traicionado así a Theo, pero era lo que menos me importaba en este momento. Continue la historia mientras mi energía comenzaba a disminuir y ya sólo podia decir la historia sin hacer movimientos emocionados, el sueño me estaba ganando.

Mis manos ya estaban en su lugar, no volando por al aire y con la menor discreción posible, Draco la tomó y su mirada seguía en mi, en mi rostro y su pulgar acariciaba el dorso de mi mano.

Mira nuestras manos juntas pero no detuve la historia.

—Y eso es todo—murmuré reprimiendo un bostezo.

—Te pediría otra, pero muero de sueño. Cuentame más historias después, Valentina—dio un beso en mi frente y se fue.

Ni siquiera supe en que momento me dormí, pero fue la noche mas calida que pude haber pasado.

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Yo se que les gusta, voten.

Las amisimo 💕💋

silvanita.


𝑇𝑤𝑜 𝐹𝑜𝑜𝑙𝑠 𝐼𝑛 𝐿𝑜𝑣𝑒 || 𝐷𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑀𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora