𝑋𝑋𝑉𝐼: 𝐿𝑎 𝑚𝑎́𝑞𝑢𝑖𝑛𝑎

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Años y años pasaron en lo que Namor y Dorma se unieron, siglos en los que un dios y una esclava cruzaron sus caminos para que nunca más que separasen pues el amor surgió entre ellos, años que Dorma se reencontró con su hogar y formó una familia con quien consideraba el amor de su existencia. Tres hijas habían nacido como fruto de ese amor: Dayami, la heredera, la mayor de sus hijas una guerrera auténtica. Naab, la soñadora, la favorita de su padre. E Itxchel, la menor de todas apenas descubriendo el mundo. 

Gracias al lento envejecimiento con el que contaban había dado a que pasase un largo tiempo en que Itxchel naciese siendo sus hermanas mayores ya adultas cuando su hermana contaba con diez años. El mundo cambio en la superficie, Talokan permaneció aunque gracias al vibranium la tecnología avanzó lo suficiente para poder ser de las naciones más poderosas existentes aunque estuvieran bajo las aguas quizás solo superados por Wakanda, una nación africana que conocieron por leyendas que Fen, la madre de K'uk'ulkan había transmitido en vida aunque no estaban seguros de su alcance, solo que poseían vibranium como ellos. Pero otras naciones se fueron levantando como Estados Unidos que en su búsqueda por el vibranium por el hambre de poder gracias a una máquina empezaron a buscar en el mar.

Gran error.

No era la primera misión de Dayami, le molestaba si que Naab se hubiese quedado en casa con Itxchel pero al menos gracias a eso Dorma pudo ir también con ellos a ese ataque pues era una situación que les ponía en peligro a todos. Habían visto lo que esa máquina perforadora había podido hacer llegando hasta una veta de vibranium puro en el fondo marino si continuaban rastreando el metal llegarían hasta Talokan. 

El asalto al barco americano fue rápido y no dejaron testigos posibles, gracias a la habilidad de hipnosis con el canto de sirena los dejaron con la guardia baja por lo que el ataque de los talokanes fue rápido y letal, eso si los que intentaron escapar por el aire se llevaron la desagradable sorpresa de Namor.....resultó que nadie sobrevivió ahí. 
Se llevaron consigo la máquina, destrozada, y algunos de los trajes que usaron los buzos para llegar a las profundidades más que nada para no dejar más testimonio.

—Deberíamos arrasar Estados Unidos hasta los cimientos, K'uk'ulkan— Dayami gruñó a su padre, no se le había quitado la costumbre de llamarle por el nombre más que cuando sabía que había cometido un error lo suficientemente grave y necesitaba suavizarle.

—¿Y eso que nos aportaría, Dayami? Piensa un poco— Con Dayami a veces era más duro de lo que quería por el simple hecho de que era la mayor de las tres y quien un día, lejano, ocuparía su puesto, pero era evidente que Dayami aún era joven e impulsiva aunque en muchos aspectos tenía su mismo carácter.

—Que nos dejen tranquilos y no intenten encontrarnos— chocaban, mucho, porque sus caracteres eran muy parecidos quizás Dayami más salvaje, propio de su juventud. 

—No entiendes nada. Aún no es el momento.

—¿Y cuando será el momento? Llevamos toda nuestra vida preparándonos para luchar contra la superficie y ahora esos estadounidenses casi nos encuentran— el gesto de Namor se ensombreció haciendo que la muchacha agachase su actitud un poco, ni de broma era rival para alguno de sus padres. 

—Talokan necesita un aliado, Dayami— dijo con cierta dureza —Usa la lógica. 

—Nunca hemos necesitado a nadie— antes de que Namor pudiese contestar, Dayami salió de la habitación cruzándose con su madre a quien ni miró de la molestia que traía encima.

—Sus gritos se oían desde el otro lado, ¿no crees que eres un poco duro con ella, K'uk'ulkan? 

—No entiende que no podemos atacar directamente. Podríamos si, pero ahora mismo eso nos expondría. Primero tenemos que encontrar al científico y eliminarlo para más seguridad.

—¿De verdad nos compensará una alianza con Wakanda?— Dorma frunció el ceño, las noticias volaban incluso llegando incluso a Talokan cuando él o ella salían de la superficie, o en todo caso alguna de sus hijas mayores, y supieron que el rey T'Challa había muerto dejando a Wakanda no solo sin su rey si no también sin su protector Black Panther. 

—Wakanda ahora están desprotegidos, les compensará una alianza con Talokan. Por culpa de ellos nos expusieron al abrirse al mundo y ahora buscan el vibranium, les toca a ellos ahora reparar su error porque nos afecta a todos.

—Lo sé mi amor, lo sé— Dorma en esos años apenas había cambiado físicamente, es más ni se notaba que había pasado por dos partos siendo uno de ellos de gemelas y que había dado de mamar, pero si había cambiado mentalmente en muchos aspectos, seguía siendo más emocional y pacífica que su esposo, siendo una figura materna también para su pueblo, pero se había vuelto con los años más madura comprendiendo muchos aspectos de su esposo, de su visión política aunque no de manera tan extremista y bélica, aunque si haría lo que fuese para proteger su nación y a su familia. —¿Quieres que te acompañe a Wakanda?

—Te necesito aquí si intentan de nuevo usar alguna máquina para que lo elimines— K'uk'ulkan se acercó a su esposa tomando el rostro de Dorma entre sus manos y dejando un breve beso en sus labios, correspondido por ella, por todos los dioses ni tras tantos años de matrimonio había podido disminuir ni un poco el deseo y el amor que sentía por ella. Un sentimiento mutuo, claro que no eran la pareja perfecta, habían discutido, se habían peleado, no estaban de acuerdo en muchas cosas.....pero se respetaban y se amaban. Además el sexo seguía siendo frecuente y apasionado nunca se cansaban el uno del otro.

—No creo que lo intenten en mucho tiempo con lo que ha pasado con el barco. Pero necesitamos que te den al científico, no sabemos cuanto puede tardar en crear otra máquina......y por favor....Dayami es tu hija, por favor, intenta de dejar de ser tan duro con ella, es joven— cómo odiaba eso de que las tres, o cuatro si se sumaba Namora, se confabulasen contra él haciéndole quedar como el malo de la situación.

—No se a quien se parece con ese carácter, con lo cabezota que es....— Dorma no pudo reprimir una pequeña risa.

—Es exactamente igual que tú. Eres tú con pechos y que se fija en Attuma— rodó los ojos, no quería ni pensar en cuando Dayami coqueteaba abiertamente con Attuma, le incomodaba, no le gustaba, porque a sus ojos eran aún niñas igual que Itxchel.

—No me lo recuerdes.....menos mal que Attuma no responde— tampoco le hacía gracia que uno de sus generales pudiese...con su hija....que asco.

—Que sepamos— como le gustaba molestarle y ver esa expresión de ira reprimida de pensar que alguien tocase a alguna de sus niñas — por favor, sé que es salvaje y tiene temperamento, pero es tu hija también, solo es tenerle paciencia. 

—Cuando vuelva de Wakanda hablaré con ella, te lo prometo. 

NA: Regalo de San Valentín, capítulo doble

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NA: Regalo de San Valentín, capítulo doble. Muchísimas gracias a todos por vuestro apoyo y amor a esta historia y a esta shipp me llega al corazoncito. Y si, a Namor le tocó lidiar con una versión femenina de él en Dayami (?)

O C E A N PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora