𝘟𝘟𝘟𝘝: 𝘗𝘭𝘢𝘯𝘦𝘴

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Pasaron ahí la noche, solos, necesitaban estar así solo ellos dos y nadie más. Namor despertó antes que ella encontrando el rostro de Dorma dormido, relajado por primera vez en varios días pues desde la perdida de Naab ninguno de los dos había podido dormir y tras haber hecho el amor ambos habían podido relajarse un poco y encontrar un poco de paz entre los brazos del otro. Acarició el rostro de Dorma con delicadeza como si el simple tacto de sus dedos en la piel de su rostro fuese a romperla. Dejó un suave beso en la frente de Dorma, empezando a besar delicadamente el rostro de su esposa haciéndola despertar poco a poco, aquellos delicados besos junto con el pequeño frío que le daba el adorno de jade de la nariz de K'uk'ulkan cada vez que sus rostro se juntaban.

—Hola....— dijo la mujer con voz aún adormilada correspondiendo los besos en sus labios, un beso delicado tras otro.

—¿Pudiste dormir algo?

—Lo poco que me has dejado sí, ha sido reconfortante poder descansar.

—Ya somos dos mi amor— metió la mano bajo la sábana recorriendo el cuerpo desnudo de Dorma en suaves caricias hasta llegar a la entrepierna de Dorma acariciando dulcemente su sexo haciendo que la mujer diese un suspiro de placer.

—¿Qué haces?— pregunto sintiendo como los dedos de su marido se movían con delicadeza en su sexo haciéndola gemir dulcemente, un gemido que fue ahogado por un nuevo beso.

—Preparar mi desayuno.

—¿En serio?—  Namor no correspondió sino que se colocó entre las piernas de Dorma agachándose entre estas dejando delicados besos por los muslos, subiendo por sus piernas hasta llegar a la entrepierna de su mujer empezando a pasar su lengua suavemente por el sexo cada más húmedo y receptivo de Dorma haciendo a esta gemir de placer —Y tanto que vas en serio....— dijo entre suspiros de placer al sentir el tacto suave y húmedo de aquella lengua cerrando los ojos y abandonándose al placer que le estaba dando pero duró apenas unos instantes pues Namor se incorporó quedando de rodillas entre las piernas de su mujer, abriéndolas y no tardó en penetrarla de una sola estocada pues solo quería lubricarla lo suficiente para no dañarla. La noche anterior había tenido la loca idea de que Dorma quedase embarazada solo para devolverle el hijo que le habían quitado y además se culpaba a si mismo de aquella tragedia por lo que quería compensarla, y no fue un pensamiento fugaz de esa noche y de esa "reconciliación" sino que realmente quería hacerlo, quería tener un nuevo hijo con Dorma pero desde hacía bastante tiempo. 

—¿Cuándo no he ido en serio con esto?— comentó con la voz ligeramente burlesca empezando a mover lentamente sus caderas sintiendo como las paredes vaginales de Dorma le apretaban, ver el rostro de ella sonrojado y contraído por el placer le encantaba demasiado además de oír sus gemidos y jadeos de placer.

—No tan rudo aún....— pidió Dorma aunque la verdad es que su gesto decía todo lo contrario, se incorporó un poco sobre los codos para observar mejor a Namor cuya mano sujetaba uno de sus muslos con fuerza clavando sus dedos mientras la otra recorría su cuerpo deteniéndose en uno de los pechos que rebotaban con cada embestida, apretándolo con algo de rudeza durante unos instantes hasta continuar su recorrido hasta llegar a la garganta de Dorma ejerciendo leve presión, pero ella colocó su mano sobre la muñeca de Namor mirándole de manera feroz a la vez que erótica delatando que le estaba gustando así, rudo. 

—Ven aquí...— gruñó Namor inundado de lujuria tirando un poco de ella mientras se agachaba sobre ella besando sus labios de manera lujuriosa, beso totalmente correspondido por la fémina, no eran besos suaves y delicados sino que estaban casi devorándose a besos, mordiendo sus labios ahogando los sonidos de placer de ambos. 

—¿Padre? ¿Madre?— la voz de Dayami sonó fuera llamándolos haciendo que se detuviesen en seco. 

—Estamos aquí, pero no...

—Llevo rato escuchando todo padre y NO iba a entrar— lo peor es que Dayami no venía sola sino que iba junto con Namora y ambas habían escuchado los gritos que estaban dando los reyes pues precisamente no eran discretos haciendo que Dayami quisiera poder ahogarse en ese momento por la vergüenza —Cuando....ejem....terminéis.....toca ir preparando el nuevo ataque a Wakanda, aún no tenemos señales de si van a acceder o no a nuestras condiciones— informó Dayami quien miró a Namora que pese a su gesto serio estaba reprimiendo una carcajada por la vergonzosa situación de K'uk'ulkan y Dorma hubiesen sido interrumpidos en pleno acto que para su desgracia no era la primera vez que los había escuchado teniendo sexo. 

—Vamos a dejarles....acabar— Namora tiró de su sobrina quien quería borrar todo eso de su mente en ese momento. 

                                                     »»————- ❃ ————-««

Al menos les habían dado el poder terminar lo que habían empezado al menos empezando aquella mañana con aquella furiosa sesión sexual aunque había tenido que ser más rápido de lo que habrían deseado. Tras eso volvieron a Talokan siendo recibidos por Dayami, quienes les miró con gesto de "Eso no ha pasado" y la pequeña Itxchel que se abrazó a su madre de manera mimosa. 

—¿Todo bien, Dayami?— preguntó Namor desviando el tema de lo que había pasado antes. 

—Todo bien, padre. Sólo que os están esperando para ir organizando como vamos a atacar en serio Wakanda— Itxchel miró a su hermana mayor con un gesto casi de pena porque no le gustaba que sus padre y su hermana entrasen en conflicto. 

—Se ve que no aprenden tras haber visto como quedó su capital....y la muerte de la reina— aunque la muerte de Ramonda había traído un poco de paz al dolor de Dorma por una parte sentía que le habían quitado a su madre a una chica que ya le habían quitado todo y solo pensar en que podría pasarle a sus hijas si K'uk'ulkan o a ella les pasase algo....pero luego miraba a Dayami y no ver a Naab a su lado le volvía a hacer sangrar la herida y que su corazón se endureciese clamando por la sangre de la asesina Nakia, una parte muy oscura de su psique quería que no aceptasen para tener una excusa y borrar Wakanda de la faz de la tierra....negó con la cabeza dejando un beso en la cabeza de Itxchel, ella no era así, no era una genocida y tenía que pensar en una alianza...aunque no iba a negarse a la cabeza de Nakia.

                                                     »»————- ❃ ————-««

Shuri estaba devastada, había perdido todo, no era capaz de ver la capital destruida tras el entierro de su madre, había perdido a toda su familia y estaba a punto de perder todo su reino, menos mal que pudieron refugiarse en las tierras jabari pero ella se quedó en su laboratorio junto a Riri pues debían de encontrar una manera de vencer a Namor, a su vez que Shuri trabajaba simultáneamente en la creación de una planta en forma de corazón sintética, y para ello cortó la pulsera que le regaló Namor y tras días y días de trabajó finalmente lo consiguió, una planta en forma de corazón brillante, que debía de funcionar y con ello tomar los poderes de Black Panther para proteger a su pueblo....no....para vengarse, pues la venganza estaba consumiendo el corazón de la princesa deseando la muerte de Namor aunque no se lo dijo a nadie, estaba dispuesta a llevar a la guerra a su nación para vengar la muerte de su madre, de la pérdida de todo lo que le quedaba y no descansaría hasta tener la cabeza de Namor separada de su cuerpo. 
Por eso hizo el ritual bebiendo la pócima esperando tener los poderes de Black Panther. 




O C E A N PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora