10. Alguien a quien cuidar

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¡Feliz San Valentín y feliz aniversario! Para celebrar, MARATÓN. Disfrutad de la lectura y charlamos al final (Llegad al final, que os va a gustar, os conozco) <3

MARATÓN 1/3

REBECA

Me he levantado tardísimo, anoche me quedé hasta las seis de la mañana viendo tiktoks de parejas felices que se quieren y recreándome en mi propia miseria.

¿Por qué no podemos Axel y yo estar así de bien?

Antes de ayer Melinda me preguntó si iba a acudir con Axel al evento que había organizado su madre y del cual yo no sabía nada. Era obvio que Axel no le había comentado nada a su hermana, así que yo tampoco lo hice; le dije que tenía cosas que hacer y que no iba a poder. Fui estúpida al pensar que esa respuesta iba a ser suficiente para mi amiga. Enseguida me preguntó si me había pasado algo con Axel. Respondí que no había pasado nada y desvié la conversación preguntándole cómo le iba a ella con Christian. Me comentó ilusionada que tiene planes de irse a vivir con él y empezar la carrera de Bellas artes. Me alegro por ella, es de las personas a las que más quiero en el mundo y que esté feliz realmente me alegra, pero no puedo evitar sentir un poco de envidia porque las cosas entre su hermano y yo ahora mismo no van tan bien.

Ni siquiera sé cómo vamos a arreglar esta mierda.

Le he dado muchas vueltas y me he terminado arrepintiendo de esto del tiempo, pero cuando tomé la decisión pensaba que a él también le vendría bien pasar algo de tiempo fuera de esa convivencia casi matrimonial en la que estábamos sumidos; no esperaba que la primera noche sin mí se fuese a ir de fiesta con su amigo y encima mintiéndome.

Me arrepiento de habernos puesto en este punto, pero necesitaba salir del estancamiento porque sentía que nuestra relación estaba dejando de tener sentido, que todo se había reducido a sexo y costumbrismo.

Aún creo que es así.

Ahora mismo ni siquiera yo sé lo que quiero, pero el hecho de que a Axel le haya dado igual me ha sentado como una patada. Se supone que él me quiere, creía que iba a extrañarme como yo a él y que esto nos haría darnos cuenta de lo importante que es nuestra relación, pero lo único que he conseguido es acrecentar las dudas y darle vía libre a Axel para buscarse un entretenimiento nuevo con nombre y apellido.

Estoy frustrada.

Bloqueé al ricitos para que viese que lo que hizo me enfadó, y después bloqueé también a su amigo cunado vino dándome excusas tontas. Me da igual que fuesen a buscar a la chica esa que le había gustado a Gael, Axel me había dicho que se iba a dormir. Incluso cuando yo quería seguir hablando con él, ni siquiera se dignó a mirarme el estúpido mensaje.

Ya sé que estaba molesto conmigo, pero eso no es excusa para que haga cosas a escondidas.

Axel ni siquiera me comentó lo del evento de su madre.

¿Desde hace cuánto tiempo lo sabía? ¿No quería que le acompañase? ¿Y si fue con otra?

Llevo dos días sin hablar absolutamente nada con él. Y me siento tonta porque aunque yo quería esto, no dejo de mirar el móvil esperando un SMS, una llamada o un mensaje suyo por Instagram.

¿No me extraña?

Son casi las dos de la tarde cuando bajo a la cocina y saludo a mi madre. Ella me mira mal, sé que no le gusta que me levante a estas horas, pero se muestra comprensiva y, en lugar de regañarme, suspira y me da una sonrisa de boca cerrada.

—Ya era hora —comenta a modo de saludo—. Iba a subir a ver si seguías respirando.

Río.

—Odio levantarme tarde —murmuro y abro la nevera para sacar el zumo. No me molesto en tomar un vaso y directamente doy un trago a la botella.

Soy Más Que Una Sumisa [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora