Ángel de la oscuridad | Wenclair AU

Capítulo 01. Si todo fuera diferente

Una personalidad despreocupada y brillante, es lo primero que se te viene a la mente al oír el nombre de Enid Sinclair, una chica de ojos azules y cabello rubio con reflejos azules y rosas en las puntas, algunos podrían describirla como la imagen exacta de felicidad, siempre dispuesta a ayudar a los demás.

Enid tuvo que mudarse a Rumania, por lo que ha vivido gran parte de su vida ahí, sin embargo, ella nació en Atenas, Grecia, al igual que sus otros cinco hermanos mayores que, en palabras de sus padres "son perfectos" a comparación de ella, que la catalogan como un fracaso.

Desde una corta edad Enid fue entrenada para ser la mejor omega de la familia, la de mayor clase y la que engendraría a los mejores cachorros de toda la manada, tenían puestas todas sus expectativas en ella, pero pronto descubrirían que el destino tenía otros planes cuando, al cumplir la edad designada, los médicos familiares les dijeron que la pequeña no había nacido con la habilidad para transformarse, y que incluso, había sido un milagro que hubiera nacido con vida.

Ante tal noticia, se hizo notar la decepción de la familia entera que, sin pensarlo dos veces, la apartaron de la manada mandándola a estudiar lejos en una escuela de inadaptados, con la excusa de que ahí se podría desarrollar mejor.

Al ser una familia de hombres lobo de las más grandes e importantes de todo el mundo, nadie se opuso en la decisión tomada, sin embargo, Enid a su corta edad no sabía lo que pasaba, ella solo quería pasar tiempo con sus padres y hermanos, que de un momento a otro simplemente la apartaron como si no existiera.

Cuando cumplió la mayoría de edad, se dio cuenta de toda la presión ejercida sobre ella, incluso antes de nacer, en su corta vida siempre trato de cumplir con las expectativas que todos tenían, dejando de lado lo que le gustaba hacer y lo que la hacía feliz para complacer a los demás, sacando las mejores notas de su clase y siendo una hija excelente, aunque para sus padres nada parecía ser suficiente.

Ella sabía que lo único que tenia que hacer para complacer a su familia era lograr una transformación completa, tal y como cada uno de sus hermanos y primos hicieron, sin embargo, no podía, no porque no quisiese, por más que se esforzara, no podía, se sentía encerrada en ese cuerpo.

De no haber nacido con un cuerpo débil, ella podría hacer sido la omega que todos esperaban, fuerte y digna representante de la familia Sinclair, se habría casado con un alfa poderoso y no tendría que preocuparse de morir sola.

Eso es lo que pensaba ella cada noche en su habitación, dejando que sus pensamientos tomen el control de sus emociones, cuando la suave brisa de la noche la arrullaba, y el único sonido era ella tratando de sofocar las lagrimas que caían sin parar de sus mejillas.

En la interminable oscuridad no solo de la noche, sino también de su corazón, ella caía rendida con un último pensamiento, si tan solo todo fuera diferente.