Capítulo 09. Melodía inacabada

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En un día aparentemente común en la academia, Enid se encontraba inmersa en sus clases, su mente llena de conocimientos mágicos y curiosidades. De repente, en medio de una clase de herbología, Wednesday apareció de manera sutil, colocando discretamente una flor negra en el pupitre de Enid. La flor, a pesar de su color, desprendía un suave resplandor, llenando la sala de una energía encantadora.

Enid, sorprendida y agradecida, siguió la clase con una sonrisa. Durante el almuerzo, Wednesday volvió a aparecer, esta vez llevando a escondidas una bandeja con la comida favorita de Enid.

-Espero que esto sea de tu agrado -comentó Wednesday con su característica serenidad.

Enid, con los ojos brillantes, agradeció la sorpresa. La complicidad entre ellas crecía con cada gesto, y Enid no podía evitar sentirse cada vez más enamorada de la increíble chica que parecía conocer sus gustos más íntimos.

Más tarde, durante la práctica de magia elemental, Enid se encontró en un pequeño aprieto al intentar controlar una corriente de aire. Justo cuando la situación se volvía un tanto caótica, Wednesday apareció nuevamente, calmando la brisa con un simple gesto.

-La magia elemental puede ser impredecible, pero con paciencia, puedes dominarla- dijo Wednesday, ofreciendo una guía suave.

Enid, agradecida por la ayuda, se encontró admirando la habilidad de Wednesday para manejar la magia con gracia y destreza. La conexión entre ellas se fortalecía con cada interacción, y Enid se sentía cada vez más atraída por la misteriosa aura de su compañera.

Al final del día, durante la práctica de vuelo, Enid se encontró en una situación complicada en las alturas. Antes de que el problema se intensificara, Wednesday apareció a su lado, extendiendo sus magníficas alas oscuras para crear una corriente de aire que ayudó a estabilizar a Enid.

-La confianza es esencial en el vuelo. Debes sentir la conexión con el viento -aconsejó Wednesday, su mirada encontrándose con la de Enid en un momento de complicidad.

La magia en el aire resonaba con la energía de su conexión, y Enid se dio cuenta de que su enamoramiento por Wednesday iba más allá de lo superficial. La serenidad, la ayuda constante y la presencia calmante de Wednesday creaban una sinfonía única en su corazón.

Al regresar a la academia, Enid miró a Wednesday con gratitud y admiración. -Gracias por estar siempre ahí para ayudarme- expresó Enid, sus ojos reflejando la chispa de un amor que iba más allá de lo esperado.

Wednesday, con su habitual serenidad, pero con un brillo especial en los ojos, respondió -No hay necesidad de agradecer. Estamos conectadas de una manera única, Enid.

La dualidad entre la energía vibrante de Enid y la serenidad de Wednesday creaba una armonía especial en su conexión, y mientras avanzaban juntas en la academia, ambos corazones latían al unísono en una danza mágica de amor.

...

A medida que las semanas pasaban, la conexión entre Enid y Wednesday se profundizaba, creando una atmósfera mágica entre ellas. En un día soleado, mientras paseaban por la academia, Wednesday detuvo a Enid con suavidad.

-Enid, hay algo que quisiera darte- anunció Wednesday con su voz calmada pero llena de intenciones.

La curiosidad brilló en los ojos de Enid mientras observaba a Wednesday. Sin previo aviso, Wednesday desplegó su magia de una manera única. Un suave resplandor envolvió a Enid, transformando sutilmente su apariencia.

-Ahora, llevas un pequeño símbolo que representa nuestra conexión única- explicó Wednesday, revelando un pequeño colgante en forma de ala que ahora adornaba el cuello de Enid.

Enid tocó el colgante con asombro, admirando el detalle y la delicadeza de la creación. -Es hermoso, Wednesday. Pero, ¿qué significa?

Wednesday sonrió ligeramente. -Es un símbolo de nuestra conexión especial. Un recordatorio de que, aunque nuestros caminos puedan ser diferentes, estamos entrelazadas de una manera única.

La sorpresa y la gratitud llenaron los ojos de Enid mientras miraba el colgante. La dualidad entre la frialdad de Wednesday y este gesto cálido y personal creaba una sinfonía de emociones en su corazón.

-Gracias, Wednesday. Es realmente hermoso- expresó Enid, su voz cargada de emoción.

A medida que caminaban juntas, el pequeño colgante se convirtió en un símbolo tangible de su conexión mágica. Cada vez que Enid lo tocaba, sentía la chispa de su amor por Wednesday, una conexión que iba más allá de las palabras y se manifestaba en gestos encantadores.

En los días siguientes, el colgante se volvió un recordatorio constante de su unión única. Wednesday, a pesar de su frialdad habitual, encontró una manera sutil pero significativa de expresar su conexión con Enid, profundizando aún más la tensión entre ellas.

Esa noche, Enid miraba el colgante y se preguntaba qué más les depararía el destino. La magia que compartían, ahora manifestada en un pequeño símbolo, prometía un vínculo que desafiaba las convenciones del universo. La dualidad entre sus personalidades creaba una danza encantadora que solo el tiempo revelaría en su totalidad.

...

Wednesday se veía atrapada en una danza constante de emociones. La conexión con Enid, que crecía más fuerte con el tiempo, comenzaba a teñirse de un matiz especial.

En medio de la calma de un día soleado, mientras paseaban por Jericó, Wednesday se detuvo de repente, sintiendo una revelación en su interior.

-Enid, he encontrado el apodo perfecto para ti- anunció Wednesday con una sonrisa suave.

La curiosidad brilló en los ojos de Enid mientras Wednesday pronunciaba el apodo con un toque italiano -Piccola Luce -Traducido, significaba "Pequeña Luz".

-¿Piccola Luce? -repitió Enid, sonriendo ante la melodiosa pronunciación italiana.

-Sí, porque irradias una luz única y hermosa en mi vida- explicó Wednesday, su voz cargada de significado.

Enid, conmovida por el gesto, se acercó a Wednesday y la abrazó. Sin embargo, en medio de ese cálido abrazo, Wednesday sintió el temor latente en su interior. La conciencia de su naturaleza como ángel de la muerte la hacía dudar, creando una barrera invisible entre ellas.

...

En los días siguientes, Wednesday continuó utilizando el apodo italiano con cariño, aunque cada vez que lo pronunciaba, una sombra de tristeza cruzaba sus ojos. Temía que este sentimiento creciente, esta conexión profunda y el amor que florecía en su corazón, fueran incompatibles con su deber celestial.

Una noche, mientras las estrellas adornaban el cielo, Wednesday observó a Enid desde el gran ventanal que tenía la habitación. La dualidad entre su amor por Enid y la conciencia de su naturaleza como ángel de la muerte la atormentaba. En medio de esa tormenta emocional, Wednesday decidió que la única manera de proteger a Enid era mantener una distancia segura.

Al día siguiente, Wednesday se distanció ligeramente, una sombra de tristeza en sus ojos cuando se encontraron con los de Enid.

-Piccola Luce, hay barreras que no puedo ignorar. Temo que mi amor puede traerte dolor- confesó Wednesday con pesar.

Enid, desconcertada y con una mirada de súplica, tomó la mano de Wednesday. -No importa las barreras, nuestro amor puede superar cualquier desafío. No dejes que tu naturaleza te impida seguir lo que sentimos.

La dualidad entre el deseo de amor y la responsabilidad celestial creaba una tormenta en el corazón de Wednesday, y ambas se enfrentaban a un camino incierto. La tristeza reflejada en los ojos de Enid resonaba en el alma de Wednesday mientras se retiraba, dejando atrás un amor no confesado que flotaba en el aire como una melodía inacabada.

Ángel de la oscuridad | Wenclair AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora