Capítulo 14. Futuro lleno de amor y magia

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Con una sonrisa juguetona y el recuerdo del momento compartido con Wednesday, Enid se embarca en su día en la Academia. Aunque las risas y complicidad de la mañana permanecen frescas en su mente, la cotidianidad de la vida estudiantil vuelve a ocupar su atención.

Enid camina por los pasillos de la Academia con una sonrisa radiante que ilumina su rostro. Yoko, notando la felicidad palpable de su amiga, se acerca con curiosidad.

-Enid, ¿qué te tiene tan feliz hoy? -pregunta Yoko, levantando una ceja con picardía.

Enid, decidida a mantener cierto misterio, responde con una risita -Oh, solo cosas buenas sucediendo, Yoko. Nada del otro mundo.

Pero Yoko, con su aguda percepción, no se deja engañar fácilmente. -Hmm, algo me dice que hay más de lo que estás diciendo. ¿Es algo relacionado con Wednesday?

Enid, sintiéndose acorralada, pero con una sonrisa cómplice, responde -Podría ser que sí. Pero no te preocupes, cuando sea el momento adecuado, compartiré todos los detalles.

Mientras tanto, Wednesday, manteniéndose en las sombras, pero observando discretamente, se acerca a Enid en momentos clave. A veces, roza sutilmente su mano durante una conversación, o la rodea con su presencia protectora en lugares concurridos. Enid, aunque consciente de la presencia de Wednesday, disfruta de estas pequeñas interacciones, sintiendo una conexión única que va más allá de las palabras.

En ciertos momentos, Wednesday muestra una posesividad casi imperceptible, como si quisiera marcar sutilmente su territorio. Aunque su actitud puede parecer fría, la ternura se asoma en sus gestos, revelando la complejidad de sus emociones.

Así, el día transcurre en la Academia con un aura romántica, donde Enid irradia felicidad.

...

En un momento del descanso, Enid se encuentra descansando bajo la sombra de un antiguo roble, sumida en la lectura de un libro. Su cabello se ilumina con destellos dorados mientras los rayos del sol bailan entre las hojas del árbol. El suave murmullo del viento complementa la tranquilidad del momento.

Wednesday, desde la distancia, observa a Enid con admiración. La luz del sol resalta la luminosidad de su piel y el brillo en sus ojos mientras se sumerge en las páginas del libro. La serenidad del entorno contrasta con la intensidad de las emociones que Wednesday siente al contemplar a Enid.

Incapaz de resistir la atracción, Wednesday se acerca con pasos ligeros, como una sombra que se desliza sobre el césped. En un momento, se sitúa a la sombra del roble, justo frente a Enid. Su presencia, antes inadvertida, se hace evidente cuando Enid levanta la mirada y encuentra los ojos penetrantes de Wednesday.

En un gesto suave, Wednesday coloca un mechón de cabello detrás de la oreja de Enid, rozando su piel con la yema de los dedos. Un susurro apenas audible escapa de los labios de Wednesday, cargado de una ternura que va más allá de las palabras. En un impulso inevitable, Wednesday inclina ligeramente la cabeza y sus labios encuentran los de Enid en un beso tierno pero cargado de intensidad.

Enid, sorprendida pero complacida, cierra los ojos y se deja llevar por la suavidad del beso. El mundo a su alrededor parece desvanecerse mientras Wednesday y Enid se sumergen en la magia del momento, donde la conexión entre ellas se profundiza con cada latido del corazón.

Wednesday se aleja un poco y con curiosidad en sus ojos, pregunta -Enid, ¿ya le contaste a tus padres que puedes convertirte en loba?

Enid baja la mirada, una sombra de preocupación cruza por su rostro. -No, aún no lo he hecho. Temo que, si les digo, querrán que regrese a la manada y cumpla con las expectativas que tienen para mí, como casarme con alguien de su elección.

Ángel de la oscuridad | Wenclair AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora