El dolor de la Emperatriz

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— ¡Ah! ¡AHH!— El grito del Omega resonaba mientras que debía moverse de un lado a otro en la habitación, sin poder quedarse quieto mucho tiempo debido a que los dolores de las contracciones se estaban volviendo cada vez más intensos, la fuerte presión sobre su vientre no ayudaba; Shang QingHua estaba en la puerta, recibiendo las últimas cosas que eran necesarias para recibir al príncipe que debía nacer ese día por voluntad propia. —. ¡CIERRA ESA MALDITA PUERTA DE UNA VEZ!

Shen QingQui había gritado antes de caer finalmente contra una de las columnas que estaban cerca del balcón, contra el suelo, respirando profundo y con sus manos sosteniendo sus piernas, había tenido contracciones desde hace horas y tenia problemas para lograr una dilatación completa apesar de las cosas que había hecho antes; el Omega estaba sufriendo, los embarazos eran sumamente dolorosos para un Omega masculino y también, sumamente riesgosos, adicional a esos hecho, Shen Jiu era una persona de más de 35 años que había conseguido un embarazo de un niño que lleva sangre demoníaca.

— Shen Shixiong. Es mejor que subas a la cama.

— ¡No puedo! — Shen Jiu estaba tratando de buscar la forma de acomodarse para que ese bebé finalmente pudiera salir de su cuerpo, desde hace mucho que estaba pujando para que el príncipe naciera, pero no estaba dando resultados. Encerrado en su habitación por miedo a que algo pasará, maldecía que esas arpías hubieran logrado meter un veneno en su té, eso había provocado que tenga que dar a luz antes de lo previsto.

"¿Dónde estás? Tendrías que estar aquí conmigo" Shen QingQui no podía dejar de pensar en que necesitaba a su marido. ¿Dónde estaba Luo BinGhe que tanto demoraba? ¿Por qué no estaba a su lado cuando más lo necesitaba?

Te necesito... — por primera vez en su vida, Shen Jiu pidió ayuda. Necesitaba que Luo BinGhe este a su lado para tener un poco de fuerza, la sangre del alpha podría darle más vitalidad para continuar con las labores de parto, porque apesar de saber que ese niño era deseado, el consorte imperial sabía que si Shen Jiu llegaba a morir. Todo ese amor se volveria odio de parte de Luo BinGhe hacía la inocente criatura.

"Te necesito, te necesito ahora mismo ¿Por qué no estás aquí?" Pensó Shen QingQui mientras que doblaba sus rodillas debajo de la túnica blanca que estaba cubierta de sangre, los fuertes dolores habían hecho que incluso el sudor fuera algo que resbalaba por su cuerpo, saliendo de sus poros; Shang QingHua se acercó hasta el Omega que sostenía sus piernas con sus brazos en una especie de abrazo para intentar calmar aquellos daños, el de cabellos castaños comenzó a limpiar las gotas de sudor con los pañuelos húmedos, el antiguo consorte del norte trataba de hablarle para que pudiera mantenerse en consciencia.

Emperatriz, sino dilata entonces el bebé o usted podría llegar a morir — Shang QingHua vio como Shen Jiu gritaba.

— Escúchame bien, necesito que saques a mi hijo. Sin importar lo que suceda, debes protegerlo ¿Quedó claro?— Shen QingQui había ordenado, cerrando los ojos un momento antes de comenzar a pujar con todas las energías que aún conservaba.

Ese día, en medio de la oscuridad de la noche de verano, nació finalmente el heredero del imperio Luo, luego de que el antiguo maestro de Qing Jing hubiera gritado durante varias horas y sufrido interminablemente por haber estado esforzándose.

Es el colmo. Siete meses esperando tu nacimiento y tienes el atrevimiento de parecerte a la bestia — Shen QingQui gruño un tanto divertido al ver Luo Yuan era idéntico en la forma de su rostro.

Había un dicho: "Nunca amarás a nadie como a tu primer hijo"

Y Shen QingQui pensaba que era cierto, porque apesar de que amaba a Luo BinGhe, estar al lado del alpha y compartir su existencia con él, simplemente dejaría todo eso por la vida de su pequeño si es que fuera necesario; Shen se había llegado a emocionar con el anuncio de su segundo embarazo cuando Luo Yuan cumplió los cinco años, fue una noticia dichosa, pero no tenía el mismo alcance que su primera experiencia.

El Principe Olvidado - Save Donde viven las historias. Descúbrelo ahora