El Lord demoníaco sufre

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Yuan escuchó como los discípulos de Qing Jing se sorprendían. Era lógico que no lo creyeran fácilmente, pero fue por eso que Shen Yuan saco de su cintura a Xiu Ya, la espada de su madre, los estudiantes la conocían perfectamente. Así que nadie más pudo negarlo, Shen Yuan era aquel príncipe que fue desterrado, ese pequeño niño por el que Zhangmen-shixiong había estado moviendo cielo y tierra tan solo para encontrarlo, ahora estaba delante suyo.

Habían imaginando a un monstruo como el emperador, pero de hecho, lucía bastante humano, era tan solo un niño pequeño que habían visto se entristecía con la mención del nombre de su madre, era un niño encerrado.

— Eres el hijo de Shizun ... Te hemos estado buscando desde hace años, Zhangmen-shixiong los ha estado buscando desesperadamente desde que se enteró del destierro y la muerte de su madre— Menciona el discípulo—. Ven con nosotros.

— ¡¿Qué?! Di Chángzi no puede abandonar este palacio, está prohibido.

— ¡Esto no es un lugar adecuado para un niño! Solo miren lo fácil que fue llegar aquí para nosotros que somos humanos, no lo será para los demonios que están en contra de él. Merece tener una vida.

— Debe quedarse aquí. Fueron órdenes de su padre.

— Yo no tengo un padre desde hace años. General Zhao, dígame una cosa ¿No desea volver a su vida?

— Príncipe.

— Mi príncipe tiene razón, todos ustedes han estado sufriendo desde hace años por estar aquí, si todos mueren... Entonces nadie será buscado, podrían ser libres.

Una propuesta tentadora, ellos podrían ser libres y nadie los buscaría, la sola idea de saborear la libertad fue suficientemente buena para los Demonios. ¿Y los humanos? Ellos tenían miedo de lo que pasaría si es que los encontraban.

— Pueden tomar parte del tesoro e irse lejos — Shen Yuan dice mientras que ve a los sirvientes calmarse un poco.

— ¿Ustedes a donde irán?

– Vengan a Cang Qiong con nosotros. Ahí nadie lo buscará, si finge su muerte podrá ser libre.

— ¿Cómo podrían fingir la muerte de todos?

— En un incendio nadie sobrevive, no quedarán cuerpos, solo tendremos que dejar algunas cosas que no se quemen para que reconozcan los cuerpos.

[...]

Hubo un tiempo donde el príncipe había soñado con salir de aquel Castillo, ser finalmente libre de la opresión de su familia o lo que quedaba de ella, era un niño cuando tenía el sueño de que, algún día su padre vendría por él, le pediría perdón por lo que había pasado y entre ambos podrían lidiar con el dolor de haber perdido a su madre y hermano.

Shang QingHua le había dicho que esos sueños eran los de un niño de corazón puro.

Luo Yuan era tonto, era estupido e ingenuo. Solo en la mente de un niño entraría la idea de que su padre aún lo amaba después de todo lo que pasó... Él se sentía como un imbécil por haber tenido fé en que su progenitor podría haberlo amado alguna vez... Se sentía idiota por creer que podría volver a tener una familia.

Luo Yuan había sido estupido.

Shen Yuan sería astuto.

Pero su venganza era un acto que acabaría con toda su inocencia, es por eso que en esos momentos estaba sosteniendo el talismán de fuego... Si quería avanzar, debía matar lo que quedaba de Luo Yuan.

"Madre... Perdóname por no poder cumplir con mi promesa" pensaba Shen Yuan, el niño de 9 años con la mente de un jovencito de 12. Tenía demasiado rencor en su corazón, solo imtentaba recobrar algo de lo que le fue arrebatado hace mucho tiempo.

El Principe Olvidado - Save Donde viven las historias. Descúbrelo ahora