Libre al fin

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Yibo se veía bastante guapo. Llevaba un traje negro que se ajustaba a su cuerpo delgado.
Me vio acercarme y no dijo nada. Siguió revisando su lista.

-Todo se ve hermoso, pero es demasiado ostentoso- dije observando todo a detalle.

-¿No te gusta? El rojo es tu favorito, por eso cambié los adornos- dijo sin levantar la mirada-.

«¿Cómo puedes decir eso como si nada? Por eso me gustas»

-No, es perfecto- le respondí.

En ese momento entraron sus padres.

-Jovencito Xiao mucho gusto, tiene mucho que no nos vemos- su padre siempre saludaba de ese modo-.

Hice una reverencia y le respondí.

-Bienvenido señor Wang, me da gusto verlo, gracias por venir-.

Mi padre los llamaba asi que me quede sólo, con la madre de Yibo.

-Hola sra Wang- estaba por inclinarme pero no me dejo-.

-Tranquilo Zhan, no debes de ser tan formal conmigo. Mi querido hijo se ha esmerado tanto en esto y en tu regalo. Seguro que te va a encantar a trabajado mucho por eso- me decía muy encantada-.

-¿Cómo? ¿Yibo me dará un regalo?- no podía con la emoción-.

-No puedo decirte más, nisiquiera debí decir eso. Gracias por el detalle que tuviste con él. Yibo estaba muy contento aunque no lo diga. Te lo puedo asegurar-.

-Amm gracias. Yibo siempre es serio, pero se que las circunstancias lo olbligan. No quiero presionarlo, ni quiero que lo presionen por culpa mía- le dije tomándola de las manos. Ella siempre había sido tan tierna con ambos. La única en este lugar-.

-¿Qué ocurre Zhan? Tienes algo extraño. Pareces culpable ¿Hiciste algo?- tomo mi barbilla para verme a los ojos.

-Tía, no he hecho nada. Pero si me siento culpable por lo que voy a hacer. Por favor no digas nada y apóyame- le supliqué con tristeza y ella asintió.

-No podría decirte que no. Te amo tanto como a mí Yibo, son mis dos hijos, mis dos amores. Haré lo que necesites cariño-.

-Gracias, gracias!- casi lloraba de la emoción. La abracé y ella a mi con mucha fuerza.

Me sentía feliz de saber que ella era la madre de Yibo, así cuando yo no estuviera seguro que él estaría bien.

En la fiesta solo había conocidos de mis padres, personas de negocios. Otro secreto de la mafia, cumpleaños familiares son un pretexto perfecto para revisar la bolsa y cerrar nuevos tratos.

Tuve que saludar a todos los invitados y agradecerles su asistencia. Al terminar me senté en la mesa principal junto a Yibo. Estaba feliz de estar con él esté día. Comimos tranquilamente. Todos charlaban, algunas mujeres tocaban instrumentos y cantaban.

Yibo estaba tranquilo. Al menos se veía más relajado. Me daba gusto verlo así.

-Gracias por está fiesta- le dije a Yibo contento.
En ese momento noté unas heridas en sus manos. Parecían rasguños y moretones. Lo agarre con algo de fuerza, solo hizo una muñeca.

-Perdona no quería lastimarte, pero ¿Qué te ocurrió?- me preocupaba ver sus manos tan lastimadas.

-No ha sido nada- respondió con frialdad y ocultando sus manos.

-Yibo, acompáñame por favor- me arme de valor para hablarle-.

-¿Qué quieres?- me preguntó como si no supiera de que hablaba-.

Mi crimen es amarte (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora