Mi crimen es amarte (Finalizado)

Conociéndonos

-Zhan, ¿Puedo entrar?- su voz era dudosa-

Yo estaba muerto de vergüenza. No quería verlo, seguramente me iba a poner en mi lugar.
Intenté volver a la cama, él volvió a hablar.

-Zhan voy a entrar-

Intenté avanzar más rápido pero no resultó bien.
Mi pie me volvió a traicionar, estaba cayendo, Yibo entro y al mirar la escena intento rescatarme de nueva cuenta, pero eso tampoco salió muy bien, lo jale conmigo hasta el piso.

-Ouch- me queje por el golpe. Pero sentía algo extraño en mi entrepierna,
«Aay no! Se me paró en un momento como este»

-¿Estas bien?- me preguntó con dificultad-

Tenerlo así de cerca aceleraba aún más mi corazón, sus labios pedían a gritos ser besados y no me pude resistir. Lo besé apasionadamente, intentando abrir sus labios para explorar su boca, él no se resistió, me correspondió besando con la misma intensidad, un gemido escapó de entre nuestros labios, mi cadera se movía por inercia, entonces me percate de que ahora sí tenía una erección, pero lo que había sentido antes era la mano de Yibo, él acariciaba esa zona haciéndome gemir.

-Yibo..- me calló con sus dulces labios ya no podía contenerme más y me deje llevar.

Pase mis manos por debajo de su playera acariciando y rasguñando su espalda. Yibo fue bajando mi pantalón hasta sacar mi miembro erecto, siguió frotando mientras veía mis expresiones de placer.

Una risita escapó de entre sus labios, sentí mi cara enrojecer de vergüenza.
Yibo recorría mi cuello entre besos y mordidas que me hacían gemir más.

Se detuvo y comenzó a levantarse.

-No te detengas- implore con dificultad-.

-No lo haré- respondió con una sonrisa maliciosa.

Se desnudo frente a mí sin quitarme la mirada de encima, ver su cuerpo desnudo era una exquisites, nunca me había interesado ver el cuerpo de alguien, solo lo tenía a él en mi mente y verlo desnudo en persona sin duda alguna superaba mi imaginación.

Su abdomen marcado, sus piernas torneadas y sus brazos atléticos.
Su miembro recto e hinchado me hacía sentir deseos de ser penetrado por él, no podía ocultar esa idea en mi expresión, Yibo lo notó, mientras reía me tomó en sus brazos llevándome hasta la cama, para ese momento ya tenía mis piernas totalmente desnudas. Se sentó en la orilla de la cama y me sentó sobre el con cuidado,  sentí su miembro rozar cerca de mi entrada, lo frotaba haciéndome desearlo más.

Su mirada me decía que lo disfrutaba tanto como yo.

-No lo soporto más, dámelo- supliqué jadeando-.

El me miraba con satisfacción, es lo que estaba esperando.

-Creí que nunca lo pedirías- respondió lamiendo mi oreja-.

Me levanté un poco para acomodarme, era mi primera vez y tenía miedo pero al no le importo, empujó mis hombros hacia abajo, haciéndolo entrar todo de un golpe.
Me queje de dolor, algunas lágrimas escaparon de mis ojos.

-Perdona mi brusquedad, yo tampoco podía esperar más- me dijo acariciando mis mejillas, beso mis lágrimas y no podía resistirlo, sentía que tocaba el cielo. No solo era el placer físico, sus palabras y miradas me hacían arder más.

Negué con la cabeza
-Aahh, me.. me gusta- dije con dificultad, mientras movía mi cadera. El dolor interno se volvía placentero, estaba lleno de él. Mientras más me movía y apretaba sus expresiones eran más hermosas. Me presionaba y lamia, el cuello, finalmente se deshizo de mi camisa, lamiendo y mordisqueando mi pecho me hacía gritar de placer. Rodeé su cuello con mis brazos, me sostenía de él mientras subía y bajaba sintiendo como su miembro entraba y salía de mi.