Iba por la carretera más cercana a aquel pueblecillo, Jericó. Miraba atentamente el lugar, comprobando que era el escenario perfecto para un crimen o una masacre; la tiniebla dentro del bosque lo denotaba.
Poco a poco se aproximo a un no tan gran letrero con el nombre de aquel pueblo. Estaba por llegar y eso comenzaba a entusiasmarla: antes de salir de su oficina había investigado por su parte, había encontrado las redes sociales de la desaparecida y... Debió haberse dado una bofetada metal con su entusiasmo. Iba a buscar a una desaparecida y nada más... Pero sí la viera... Quería escuchar su voz, le intrigaba saber su tono.
Paro el auto en seco y apretó con fuerza el volante.
- Eres ridícula - se dijo a sí misma.
Hecho a andar de nuevo el auto, trato de pensar en algo más hasta adentrarse al pueblo.
- Solitario - murmuró.
No había mucha actividad en el lugar, solo veía algunos establecimientos abiertos pero no más. Miro por unos instantes la plaza principal, mirando aquella "majestuosa" estatúa de Joseph Crackstone.
- Estúpidos - fue lo único que salió de su boca.
Algunos años atrás cuando se enteró que habían instalado una estatúa de aquel ser se asqueó. Era de su conocimiento que era un ser nefasto más nunca investigó a fondo sus acciones; esa tarea le tocó a su compañero de curso.
Continúo su camino, dando vueltas por el pueblo hasta encontrar la pequeña casa que había arrendado. No demoró mucho en abrir la puerta y adentrarse en el lugar. No era un lugar ostentoso pero era suficiente:
Una recamara, una pequeña cocina y un baño. Nada más cómodo.
- Sí Dedos viera esto... - murmuró.
Trató de no pensar en ello pero... Era inevitable no recordar a su pequeño compañero, él le hubiera reclamado el no usar sus fondos en un mejor lugar. Lástima que los muertos no vuelven.
Desempacó sus cosas y tomó lo necesario; comenzaría con el sitió principal... La comisaría de policía. No estaba lejos del lugar, quizás a una manzana.
No prestó mucha atención en las edificaciones que ese pueblo captaba, no estaba de paseo para hacerlo. La única estructura que captó su atención fue esa diminuta comisaría de policías. Sin esperar más, se adentro en el lugar.
- Buenas tardes, señorita. ¿Qué sucedió? - le preguntó una mujer de piel morena.
- Me presentó: soy Merlina Addams - mostró su placa - he sido enviada a resolver el caso de la desaparecida señorita Enid Sinclair - le dijo.
- Nosotros tenemos ese caso resuelto, no necesitamos la ayuda de una fanfarrona - escuchó a lo lejos.
Al mirar, un hombre de baja estatura se acercó a la detective, llevaba aquella insignia.
- El FBI me a enviado. Tengo órdenes claras de resolver el caso qué llevan meses sin resolver - suspiró - lo único qué puede hacer es otorgar la información que se les demanda. A menos qué quieran ir en contra de la ley. Usted lo decide, sheriff - le dijo.
- Sígame - le dijo con molestía.
Merlina simplemente asintió con la cabeza y comenzó a seguir a aquel hombre. Al pasar entre las diversas oficinas del lugar, logró notar qué aquellos oficiales estaban en medio de otro caso. Por lo poco que había logrado mirar mientras el sheriff estaba distraído era: en los últimos meses algunas personas habían aparecido desmembradas y no tenían una explicación lógica. Sí tuviera tiempo libre, le hubiera encantado participar.
- No toque nada más de lo debido - le advirtió el hombre al abrir la puerta de la gaveta de archivos.
- Haré lo qué me corresponda - le contestó.
Sin esperar una respuesta, se adentro en el lugar. El hombre le había especificado qué al final del lugar se encontraban los archivos del caso, los encontró.
Entre los documentos se encontraba el expediente de Tyler Galpin; habían muchas quejas en su contra antes de la desaparición de Enid. Pero lo qué más captó su atención fue el ver que acudía con una psicóloga. Sobre todo, había notado algo. Él también había desaparecido; semanas atrás se le había visto en su habitual trabajo pero de la nada había desaparecido... O huido.
- Veleta - leyó.
Guardó los documentos entre sus ropas y salió tan rápido como pudo de la comisaría. A paso rápido se acercó a una cafetería, la misma donde ese secuestrador trabajaba o había trabajado.
Era un lugar común, no había mucha diferencia de cualquier cafetería a la que hubiera entrado. No había demasiada clientela por lo que de entre sus ropas, sacó una libreta y un bolígrafo. Su interrogatorio comenzaría:
- Él era un tanto... Extraño. Siempre tenía una mirada perversa y reía de la nada, como sí de un psicópata se tratara. Él siempre salía a contestar varias llamadas constantemente - le informó.
- ¿Sabes de lo qué hablaba o con quién hablaba? - le preguntó.
- No lo sé - le contestó.
- Bien, gracias por tú tiempo - le dijo.
- Xavier - le dijo - me llamó Xavier - se presentó.
Merlina no le dio importancia y continúo con su interrogatorio. Lástima qué todos los empleados coincidieran con ese tal Xavier. No tenía nada más qué hacer ahí.
- Detective - la llamo - cualquier cosa qué necesite, siempre estoy de 7 a.m. a 8 p.m. - le dijo.
- "Desagradable" - pensó Merlina cuando ese chico le guiñó el ojo.
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Hola, ¿Cómo están?
Espero qué bien.
Lo sé, tarde más de lo qué debía pero... Me centre tanto en mis demás historias que olvide qué tenía está entre esa lista.
Trataré de darle la atención que se debe y actualizar tan seguido como pueda.
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[WEDNESDAY] A lost case
FanfictionMerlina Addams es famosa por las tantas facetas que tiene, más sin embargo, su gran especialidad es el descubrimiento. Es conocida por todos como una de las mejores detectives que hay en el mundo; un día, ella es llamada por la familia Sinclair, des...