Mí Ángel [ChanBaek-ChenMin]

Capítulo 5

POV MINSEOK.

Nuevamente caí en el mundo de los sueños, mi cuerpo se sentía tan libre y tranquilo, todos mis problemas se desaparecían de a poco, mi dolor se desvanecía, mi pecho ya no se oprimía con simples palabras.

La luz chocó con ímpetu sobre mis parpados, me vi obligado a fruncir mi rostro de molestia, me giré en la cama, dándole la espalda a la potente luz, desafortunadamente ya no me sentía con muchas ganas de seguír durmiendo, la somnolencia se había ido de mi cuerpo, el despertador aun no había sonado lo cual me indicaba que aun era muy temprano, no me molesté en levantarme, solo decidí quedar en la cama unos minutos más, cerré mis ojos, exhalé el aire, pude sentir el ruido de las llaves introducirse en la cerradura de la puerta principal, digamos que mi departamento no era lo más amplio, era pequeño, lo suficiente para dos personas, la puerta se abrió, pude sentir sus pasos por el pasillo, luego sentí algunos pequeños ruidos, los pasos cada vez se hacían más cercanos a mi habitación, cerré mis ojos por inercia aunque estaba recostado  boca abajo, luego sentí la puerta se abrirse lentamente, sus pasos se acercaron lentamente hacia el costado de mi cama, yo respiré calmando mis nervios, la angustia me invadió nuevamente, pude sentir la cama hundirse pero no me dejé intimidar por su presencia, él comenzó a subir y bajar su mano sobre mi espalda, no negaba que me tensaba tenerlo cerca, mi corazón bombeaba a mil, las dudas me invadían, mis fosas nasales se llenaron con el olor a alcohol, era decepcionante sentir aquel aroma, había caído otra vez en el alcohol, y era lamentable para mi, tanto tiempo luchando con aquello, ayudándolo a salir de aquel agujero, me dolía ver a la persona que más amo destruirse a causa del alcohol y las drogas, aun no podía creer cuando descubrí sus adicciones, hemos sido novios desde hace ya 5 años, los años habían empeorado en nuestra relación a veces terminábamos a los golpes, anoche discutimos por dinero, lo cual cada vez se hacía más tedioso, me sentía con la necesidad de cuidarlo, de estar a su lado, él era la única persona que tenía en el mundo, mi familia me despreciaba por ser homosexual, por lo cual decidí escapar con él, estaba enamorado, era un adolecente sumamente enamorado, cualquiera hace locuras a los 17. Todo lo que él hacía era simplemente grandioso, era muy agradable estar en su compañía, su físico simplemente era algo digno de alabar, era la persona más hermosa que había visto, sus ojos, su sonrisa,  no me consideraba la persona más linda, ni la más divertida, pero a pesar de aquello él me quería, los problemas eran algo que siempre afectan una pareja, aunque nosotros muy pocas veces las finalizábamos como seres civilizados, ¿a quién engaño?, nunca terminábamos bien y eso me dolía, siempre que discutimos él se iba del departamento, y yo me quedaba llorando toda la noche, pero siempre volvía arrepentido, y eso me alegraba, que a pesar de todo él sigue a mi lado como desde el primer día.

Pude sentir como suspiraba, luego se comenzó a acercar más a mí, se recostó a mi lado con cuidado, pude sentir como sus dedos jugaban con mi cabello, luego descendía hasta mis hombros, su cuerpo se acercó al mío, depósito un suave beso sobre mi cabeza, una tonta sonrisa se formó en mis labios, abrí mis ojos.

— Minseok quiero que terminemos. — soltó sin basilar. Mis ojos se abrieron por su repentina frase, mi labio superior comenzó a temblar por la amargura que mi corazón empezaba a experimentar, él soltó un suspiro. — Perdón pero no puedo seguir así, destruyéndote, eres la mejor persona que he llegado a conocer, me has salvado miles de veces y te lo agradezco, y a cambio de aquello quiero que seas libre, ya no tienes por qué estar conmigo, Seok quiero que seas feliz y eso no lo obtendrás conmigo, y-yo lo lamento, no puedo amarte como tu mereces... — susurró quebrándose, mis lágrimas brotaron sin consultarme, mi vista se nubló por completo, mi corazón se partió en miles de pedazos, lentamente me giré, y pude verlo de perfil, sus lágrimas bajaban por su mejilla llegando hasta a su mandíbula.