Capítulo 4

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POV BAEKHYUN

Mis ojos comenzaron a irritarse, poco a poco el sueño se fue desvaneciendo, el frío ya no me invadía como antes, ahora se sentía cálido, pero mi corazón dolía, abrí mis parpados, pero me encontré con la oscuridad rodeando mi alrededor, traté de recordar algo, lo primero que se me vino a la mente fue una sonrisa, aquel chico Chanyeol... lo único que recuerdo era que estaba caminando y luego apareció aquel, después todo se puso borroso, mis ojos se abrieron, rápidamente miré mi cuerpo, buscando algo, alguna marca o quizás algún dolor pero no hallé nada , sentí como mis manos comenzaron a temblar, al igual que mi cuerpo, mis lágrimas otra vez se hicieron presente en mi visión, dejé que mi cuerpo cayera nuevamente en la cama, me abracé a mí mismo, y mi voz se quebró por completo, y rápidamente caí en el mismo agujero de todos los días, me sentía sucio, no podía evitar llorar al ver mi reflejo en el espejo, aun podía sentir sus manos en mi cuerpo, su lengua asquerosa deslizarse por mi cuello, mis gritos de dolor en ese callejón abandonado, sus dientes sobre mi piel, arrancándome la piel sin compasión, mis inútiles suplicas, sus ojos examinando todo mi cuerpo, no podía dormir, en verdad no podía, tenía la sensación de que él me estaba observando, esperando para atacarme nuevamente, pero tampoco quería dormir porque solo podía tener pesadillas, de esa escena, aun me dolía mi pecho, mi garganta se cerraba cada vez más, cada vez que alguien se me acercaba sentía el miedo colarse por mis poros, no quería estar encerrado con mucha gente, sé que soy tímido, pero ahora me aterra mirar a las personas, ellos podrían ver en mí lo sucio que estoy, y no quería que me vieran con lastima o repulsión.

Mis ojos no dejaban de brotar lágrimas, pero sentía algo extraño en mí, aquel chico Chanyeol se me era familiar, había algo en su presencia que me trasmitía calma, pero aun seguía siendo un desconocido, no puedo confiar en nadie, ellos solo me harán daño.

- Quizás sea mejor morir... - siseé con mi voz quebrada, ganas de vivir no tenía, ¿Alguien me extrañaría? Pues no, no tengo a nadie en este mundo, nadie me extrañaría.

- Eso ni lo pienses Baekhyun - aquella voz me exaltó por completo, abrí mis ojos a más no poder, dirigí mi mirada hacia la puerta, solo había una sombra parada en el marco, rápidamente me encogí en mi lugar.

- P-por f-favor n-no... n-no me hagas n-nada... - supliqué hundiendo mi rostro entre mis piernas, cerré mis ojos por completo.

- Nunca te haría daño, pero no digas eso Baekhyun - su voz... sentí como se prendía la luz, lentamente levante mi vista, para encontrarme con aquel y su sonrisa.

- ¿Q-qué haces aquí? - pregunté con suavidad, con la manga de mi buzo limpié mis mejillas.

- Oh, lo siento, te desmayaste y no despertabas así que tuve que llamar a Tiffany para que me diera el número de tu dirección, como me quedaba cerca aproveché y te traje, supongo que no te gustan los hospitales. - negué, él sonrió nuevamente. - Levántate, te preparé algo para que comieras. - dijo con autoridad pero... dulzura, no lo discutí, mi estomago exigía comida, y en verdad no tenía ganas de cocinar, sin preguntar me levanté de la cama, salí de la habitación, el pasillo estaba oscuro, y mis pies tenían frío, me sujeté de la pared al sentir un leve mareo, cerré mis ojos y respiré profundamente, pasaron unos segundos, cuando sentí que ya estaba más calmado, seguí con mi trayectoria, pude notar la luz encendida de la pequeña cocina, el olor a comida invadió mis pulmones, no demoré demasiado en entrar a la cocina, aquel chico estaba sirviendo en un plato fideos, al verme amplió su sonrisa, me indicó que tomara asiento, yo no dije nada y solo me senté en la pequeña mesa que estaba al costado de la heladera, el se sentó frente a mí, él estaba muy atento a mí, era extraño pero a su vez familiar, no me sentía incomodo, tomé los palillos y cogí un poco de fideos y comencé a comerlos, me sorprendí al degustarlo, su sabor era exactamente igual al que mi mamá hacia cuando era pequeño.

- ¿Cómo sabes esta receta? - pregunté.

- Lo aprendí hace mucho tiempo, solo con verlo, una mujer los preparaba casi siempre para su pequeño, y yo imité su receta. - contestó muy feliz.

- En verdad son riquísimos.... saben como a los que hacia mi mamá. - confesé con nostalgia, la extrañaba mucho, pero siempre la recordaba con amor, a ella y mi papá, nunca me entristecía pensar en ellos, al contrario.

- Me alegra de que te haya gustado. - volvió a sonreír, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, seguí comiendo y aquel solo se quedó viéndome, poco a poco su vista se fijo en mi plato.

- ¿No quieres comer? - pregunté aquel se reincorporo en su silla, frunció las cejas.

- Nunca lo he comido antes... - dijo, yo alce una ceja.

- Pero si lo cocinaste tú... ¿nunca comiste tu propia comida? - pregunté curioso.

- nunca, solo he visto como lo preparan pero nunca lo he probado - confesó, no pude evitar soltar una sonrisa.

- Es muy linda tu sonrisa... - dijo Chanyeol, yo solo me quedé en blanco por lo dicho, sentí como mis mejillas se teñían de rojo.

- No te molestare más, ya es de noche y debes dormir, termina tu comida. - dijo rompiendo mis pensamientos, de repente se puso de pie. Caminó hacia afuera de la cocina, rápidamente lo seguí, vi que cogió su mochila y una guitarra, ¿Con todo aquello me cargo? No digo que sea muy pesado pero tampoco soy una pluma. Miré a la ventana, la noche había caído por completo en la cuidad de Seúl, sin pensar dirigí mi vista al reloj, me alarmé al ver que eran ya las 23:34 Pm, ¿Tanto tiempo había dormido?, él se había quedado, me había cocinado, ¿Y si algo le sucedía?

- Espera...- lo detuve, él se quedó viéndome. - Es de noche, hace frío, y tu departamento debe quedar muy lejos... Si gustas puedes quedarte. - bajé la vista, me sentía patético, recién lo conocía, admito que había sido muy agradable de su parte haberme traído hasta mi departamento, era alguien a quien no podía tenerle miedo, algo en él causaba aquello, otra vez me quedé en mis pensamientos, Chanyeol estaba en frente de mi muy alegre y con una cálida sonrisa tallada en su rostro, levantó su mano y me despeinó, estaba cerca de él, y pude notar un pequeño tatuaje en él.

Pero aquel pensamiento se vio abrumado por su pequeño tacto.

- Gracias Baek, pero no te preocupes por mí, como te dije antes... vivo cerca de aquí. - se alejó de mi y caminó hacia la puerta, yo lo seguí sumamente avergonzado, abrió la puerta y salió, antes de que cerrara. - Acuéstate temprano y termina tu comida... nos vemos mañana pequeño - finalizó, y comenzó a caminar, yo cerré la puerta.

Me dijo pequeño.

No pude evitar sentir algo cálido en sus palabras...

END POV BAEKHYUN

Notas finales:
Espero que les haya gustado...

Pronto vendrá el ChenMin

Y ya saben, pongan el Fic en favoritos y dejen sus Rw♥
En unos minutos publicaré la 2temp de "Un contrato entre caballeros"

HASTA EL PRÓXIMO MARTES

AbachosAndKiss *

Mí Ángel [ChanBaek-ChenMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora