Mí Ángel [ChanBaek-ChenMin]

No quiero que me dejes

POV MINSEOK

No podía soportarlo, todo estaba mal, desde el momento en que lo vi ingresar a ese lugar de mala muerte todo en mi tembló, algo sucedía y no era bueno. Caminé en silencio, miré a ambos lados, pero no había nadie, seguí a Jongdae luego de que saliera del departamento, no sé cómo logré alcanzarlo, o por qué lo hice... solo dejé que mi cuerpo caminara y ahora aquí estoy... en un muelle abandonado con un dolor profundo en mi pecho y la angustia asfixiando mi garganta, vi como hombres ingresaban al desabrido lugar, una horrible sensación me cubrió, y sin ni siquiera dudarlo caminé hacia la entrada del lugar, cubrí mi cabeza con la capucha de mi buzo negro, metí mis manos en los bolsillos y caminé, la puerta estaba siendo vigilada por un hombre alto y de figura corpulenta, intenté no verme nervioso, adelante de mi habían un pequeño grupo de chicos, todos hablaban sobre dinero, me mezclé con ellos en completo silencio, aquellos chicos ignoraron mi presencia, pasé la entrada sin dificultad.

— Escuché que volvió — dijo uno de los chicos de cabello violeta con gran entusiasmo, los demás lo vieron atónitos.

— ¿Volvió la estrella? — preguntó un chico rubio.

— Sí, pero dicen que ha estado en peleas inferiores, nada importante... pero hoy... Él se enfrentará contra el campeón — dijo otra vez el chico de cabello violeta, todos los demás comenzaron a hablar.

¿La estrella?

Continué mi camino en silencio, los otros chicos continuaron hablando, poco a poco comenzaron a escuchar voces, a unos pasos visualicé la entrada, aquellos chicos adelante de mi entraron... pero yo me quedé en la entrada... ¿Aquí viene Jongdae cuando se escapa? Un fuerte disparo me sacó de mis pensamientos, luego escuché gritos, di unos pasos con temor, mis ojos solo visualizaron un cuerpo tendido en el suelo, y a unos pocos metros se encontraba él, llenó de sangre, el nudo en mi garganta se intensificó y el dolor de mi se extendió en todo mi cuerpo. Un hombre de blanco aun tenía su arma apuntando a Jongdae. Mi cuerpo tembló al verlo, el escalofrío se extendió en toda mi piel.

— Prometiste no matarlo — gritó un hombre, el hombre de blanco quitó la mirada de Jongdae y la puso en ese hombre.

— Es una vida de mierda... nunca confíes en un asesino — su sonrisa se extendió aún más, Jongdae tosió sangre, y pude ver sus ojos cerrarse, di un paso.

¡Él no puede dejarme!

Con fuerza corrí hacia él.

— ¡Jongdae! — grité como si mi vida valiera de ello, aunque... sus parpados se abrieron lentamente, y pude sentir el dolor reflejados en su mirada, sujeté su rostro, estaba frío, y lentamente se volvía más frío, mis ojos se llenaron de lágrimas ¿Por qué? Una traicionera lágrima resbaló y cayó en su mejilla — ¿Qué-é hiciste? — pregunté con dolor y rabia. Él me observó, no pude descifrar su expresión... No estaba aquel chico frío y serio, o aquel chico dulce... Lo estaba perdiendo.

— Lo siento — susurró, sus ojos se cerraron, pude sentir como la desesperación explotó en mi interior.