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nueve

¿Cómo se consuma una relación?

¿Cuándo nace y quién dicta el pacto de esta?

Es solo un suceso del cual nadie tiene idea de cómo comenzó: por interés, por atracción o solo por compañía. Quién sabe.

¿Cómo te podés llegar a apegar tanto a una persona sin haber tenido un motivo previo, sino solamente como algo que fluyó e influyó en tu ser interior, ya siendo parte de ti? Aunque a la larga se pueda llegar a olvidar, ya no hay nada que se pueda hacer para deshacer ese lazo, ahora te pertenece.

Y se atesora.

De las personas que valen la pena.

Gracias al tiempo, que también es un gran amigo que te puede jugar en contra o a favor (a la larga se termina por descubrir).

No quiero volver a parar mi tiempo nunca más, va a seguir corriendo hasta el fin de mis días.

Nunca sabré la razón, pero quiero fortalecerlo, a mi relación con ella, hacerle saber que quiero que sea para siempre. Me conformo con cualquier tipo de trato que tengamos. La quiero siempre. Aquel beso que nos dimos hace ya bastante ha cambiado todo. No quedó ahí y lo hemos vuelto a repetir, pero sin ir más allá. Sirvió para estimular mis emociones y mantener las suyas.

Han pasado un par de meses ya. Mi mejoría es notable. Con la señora Kim, ya estamos en las últimas sesiones, según ella. Ha sido un largo camino. Ya casi estamos al final y esperamos que no me aparezca ningún otro obstáculo...

Apenas salí de la escuela, tranquila, sin la necesidad de cuidarme de ningún matón. Me pude ir cómoda caminando hasta el centro comercial más cercano, yo sola, a comprar un regalo para ella.

En este momento está trabajando, por lo que aprovecho mi tiempo de soledad para recorrer los pasillos del gran edificio, pacientemente, buscando alguna tienda que tenga lo que quiero, pues ya sé perfectamente qué comprarle.

Además de que esta noche se lo entregaré, como todos los días (y sin falta), nos encontraremos en la terraza a la misma hora. Estoy ansiosa por eso.

Los pasillos del gran edificio están casi vacíos, a lo mejor por el horario y el día. Comparado a los fines de semana, hoy está desolado, por suerte, así también puedo pasear un poco más y recorrer otros locales además de aquel específico por el que vine.

Me gastaré mis ahorros en esto, pero vale la pena.

Mirando la vidriera del lugar me sorprendí por la variedad de este ejemplar que hay: uno más lindo que el otro. Va a ser difícil elegir.

—Buenas tardes, ¿en qué la puedo ayudar? —me preguntó el encargado apenas pasé por la puerta.

—A encontrar el indicado —sin titubear y señalando a los mostradores le hice saber.

Solo asintió con una sonrisa y nos pusimos manos a la obra.

(...)

La estoy esperando en la terraza con las oscuras nubes sobre mi cabeza tapando el cielo. No hay rastros de la luna en este preciso momento, lo cual no me cambia en nada; pero hubiera sido más romántico con su presencia.

Ya el uso de mantas y cobijas quedó atrás: no son necesarias para este clima primaveral, casi veraniego. Se puede estar sin necesidad de cubrir nuestros cuerpos, aunque las extraño de todas las veces que nos acostamos juntas en el suelo a ver las estrellas solo con nuestros humildes ojos. Me traerá nostalgia, pero ya era tiempo de cambio.

Le dije que la esperaba con un brownie recién hecho y un café helado que preparé antes de venir. Ella encantada me dijo que iba a venir enseguida, pero se está tardando un poco.