-¿Quien carajos es ella, Alejandro?- Pregunto con tono fuerte la mujer que se encontraba sentada en aquella silla.
-Su nombre es Sheila González, mejor conocida como "La Cobra". Viene con nosotros, Valeria.- Respondió mi compañero que se encontraba...
Estaba en mi habitación sentada en la cama, estuve escuchando que harían una fiesta, había empacado un vestido, mi hermana antes de morir me hizo prometer que lo llevaría a la guerra, no puesto, obviamente. Me lo puse, era un vestido negro sencillo que me llegaba un poco más abajo del trasero. Me peine y deje mi pelo suelto, amaba llevarlo así, me puse rímel que era lo único que tenía. Vi a Valeria entrar a la habitación.
-Que haces?- Me pregunto mirándome
-Hoy habrá una fiesta, quieren recordar los viejos tiempos cuando todo estaba bien. Tienes algo que ponerte?-
-No tengo vestidos..-
- Bueno, tengo un jean negro y una camisa negra, puedes ponerte eso.-
- Si, gracias.- Le di la ropa y me voltee. Espere que terminara y me di la vuelta, vi su rostro, y pensé que faltaba algo, me acerqué a ella con el rímel en la mano.
-Quédate quieta.- Dije y tome su cara con mi mano izquierda mientras ponía rímel en sus pestañas, ella solo me miraba.
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Me quede mirándola a los ojos un rato, hasta que sentí que alguien toco la puerta.
-Chicas, ya están listas? Oh... Lo siento- Dijo Alejandro cuando entro y nos vio a Valeria y a mi así, él se fue rápidamente. Sus labios rosados estaban ligeramente separados, sus ojos estaban clavados en mi, y yo solo me perdía en su mirada, cuando me di cuenta, me separé.
- Estás lista, estás muy bonita.- Dije mientras sonreía, me separé y dejé que se mirara en el espejo, guarde las cosas en su lugar y abrí la puerta.
-Vamos?- Dije
-Vamos.- Ella tomó mi mano y caminó más rápido, cuando llegamos todos voltearon a vernos, estaban todos con camisas y jeans, otros con chaquetas de cuero, y me di cuenta que faltaba alguien, ghost, aunque era normal que él no se apuntara a esto, estaría bueno que se divirtiera un poco, no quise molestarlo y seguí caminando para adentrarme en la fiesta. Tome un vaso con una bebida alcohólica que no sabía muy bien que era. Hasta que sentí que una mano me jalaba fuera de la fiesta.
-Cuéntamelo todo.- Dijo Alejandro mientras me miraba como un niño pequeño
-Que te cuente todo de que?-
-Valeria y tu!-
-No pasa nada, solo le estaba poniendo un poco de rímel en las pestañas.-
-Segura?-
-Sip.-
-Segurísima?-
-Que siii.-
-Bueno bueno, ve a ver que está haciendo tu novia.-
-No es mi novia!-
-Todavia!- Gritó Alejandro yendo a los baños, me volví a adentrar en la fiesta y me puse a bailar.
Narra Valeria
Luego de un rato, tome un par de copas de vino, el mundo se estaba moviendo bajo mis pies, busqué con la mirada a Sheila, quien estaba bailando, estaba tan borracha que solo movía su cuerpo sin pensar en lo que había a su alrededor. Un hombre con una larga tela sobre su rostro que usaba como máscara se le acercó, he escuchado que se llama Konig, lo vigile de cerca, viendo que no le hiciera nada a Sheila. Al ver que el hombre ponía sus sucias manos en la cintura de la chica, me levante para detenerlo, pero estaba demasiado borracha como para poder mantenerme de pie, y en un momento a otro estaba todo negro.
Narra Sheila
Estaba bailando, sentía que unas manos se posaban en mi cintura, no sabía quién era pero yo seguía bailando, escuché un golpe, abrí los ojos como platos al ver que Valeria estaba tirada en el piso, me acerqué corriendo a ella, la levante como pude y la lleve a la enfermería. La enfermera quien también estaba en la fiesta me acompañó para ayudarme, la reviso de que no se hubiera lastimado por el golpe, solo se había lastimado un poco la cabeza, al ver que no era nada grave el alma me volvió al cuerpo. Le dieron unas pastillas para la resaca y le curaron la herida de la cabeza. Estuvo un rato en la enfermería hasta que me dejaron llevarla a la habitación para que descanse. Me senté sobre la cama y subí las piernas apoyándome en la pared, puse la cabeza de Valeria sobre mis muslos para poder acariciarle el pelo. Tiene un pelo sedoso y suave, sus facciones son tan atractivas, ella es tan hermosa. Me dormí mientras le acariciaba el pelo.
Narra Ghost
Me dirigí a la habitación de Sheila y de Valeria, ya era la hora de almorzar y Sheila tenía mucho trabajo que hacer. Abrí la puerta y las vi a las dos acostadas juntas, Sheila se durmió sentada mientras que Valeria se había dormido en sus muslos. Desperté a Sheila para que pudiera almorzar y hacer sus tareas y vi como tapó a Valeria con la sábana para después levantarse. Salí de la habitación y dejé que se cambiara a gusto, y después salió y fuimos a almorzar.
Deje que Sheila busque su bandeja de comida para que se sentara con nosotros como siempre. Mientras fui a hablar con Alejandro.
-Vargas, vi a Valeria y a Sheila durmiendo juntas.-
-En serio? Como fue?-
-Valeria estaba dormida sobre los muslos de Sheila.-
- Que bonitas.- Dijo sonriendo
- Sabes si pasa algo entre ellas?- pregunté mirándolo
- Solo se que Sheila gusta de Valeria.-
-Sheila? Es lesbiana?-
-No, pero no me deja contarle a nadie, lo siento. Tal vez alguna vez te cuente.-
-Esta bien, no pasa nada.-
Nos acercamos a Sheila mientras ella comía, ya veía las intenciones de Alejandro, por lo que le di una señal de que no lo haga. Sabia que le preguntaría sobre Valeria, estaba recién levantada, y Sheila no es la persona más amable cuando recién se levanta, creo que nadie lo es.
Después de que termino de comer vi como se dirigía a su habitación.
Narra Valeria
Me desperté con mucha resaca, me dolía mucho la cabeza, me toque y sentí una pequeña venda, volteé a ver la mesita de luz, había una nota y un vaso con agua y pastillas, la nota decía:
"Buenos días, Valeria. Ayer en la fiesta te caíste y te golpeaste la cabeza, te lleve a la enfermería, ya estás bien. Tomate estas pastillas para la resaca y para el dolor de cabeza, después nos vemos.
De: Sheila "
Me levante y me cambie, deje la ropa que me había prestado Sheila sobre la mesa y me puse mi uniforme. Salí de la habitación y agarre para comer algo. Sheila no estaba en el comedor, por lo que supuse que ya estaría trabajando. Me acerqué a su lugar de trabaja y ahí estaba, sentada limpiando y cargando armas. Me paré detrás de ella, observando cada movimiento que hacía. Abrió un cajón a su lado, al ver lo que había dentro me asombre, había una foto mía con un corazón en un costado.
