Narra Valeria
Desperté sola, eran las 4 de la mañana. Me levante para buscar a Sheila, era realmente temprano, supuse que fue a buscar algo para tomar, así que quise darle un buen susto. Sus zapatos no estaban, aunque era normal porque hacia frío, no andaría descalza por el cuartel. La busqué en el comedor, por las salas de juntas, por el patio, y no estaba. Llame a Alejandro inmediatamente, quien anuncio la desaparición de Sheila al resto del equipo.
Fuimos en su búsqueda cerca de la zona, intentaron contactarla por el walkie-talkie para corroborar si estaba bien y solo se había ido a algún lado cerca, pero nadie contestó. Me empece a desesperar, y Alejandro lo notó.
-Tranquila, la encontraremos.- Dijo mirándome, parecía realmente seguro de eso, así que fue un pequeño relajo para mi. Tomamos los vehículos para buscar aún más lejos, me sentía una idiota, como no iba a sentir como Sheila se iba? Supongo que estaba lo suficientemente cansada y cómoda como para poder enterarme de algo.
Me empecé a enojar, y la idea de que podría haber sido raptada se enterraba en mi mente, aunque lo negara a cada rato, era una posibilidad.
Estaba amaneciendo, me preocupaba de que se muriera de frío, las temperaturas habían bajado más de lo normal, mi nariz y mis orejas estaban frías y rojas a causa del frío. Alejandro intentaba calmarme mientras manejaba siguiendo a la patrulla que iba delante de nosotros, yo solo suspiraba, no sabía que responder, estaba triste, no quería que le pasara algo, hace tan poco que pude decirle por fin mis sentimientos a alguien después de tanto tiempo de no confiar en absolutamente nadie, no quería perderla, era mi vida, mi corazón...
Las horas pasaban y pasaban, era inevitable, cada vez el sol se acercaba mas a su punto más alto. Y Sheila todavía no estaba en mis brazos, si ella había sido raptada, el que lo había hecho, iba a sufrir hasta morir de dolor, teniendo una muerte desgarradora. El equipo quería descansar, habíamos estados horas y horas seguidas buscándola, yo también necesitaba descansar, pero me preocupaba más en donde estaba y cómo estaba que como yo estaba o lo que necesitaba yo.
Me senté en un tronco que estaba por ahí, con las manos en la cabeza, tome una roca y la arroje lo más lejos posible.
La ira me estaba consumiendo, estaba decaída, por fin podía confiar en alguien, y me enamoré de ella, y ahora la estaba perdiendo.
(Al día siguiente)
Ya había pasado un día desde que Sheila desapareció, no he comido nada, no tenía hambre. He estado llorando toda la noche, y cuando me dormía y despertaba y veía que no estaba a mi lado, abrazada a mi, volvía a llorar.
Iría a buscarla otra vez un poco más lejos de lo que fuimos ayer, Alejandro también está preocupado, su amiga está por ahí, quien sabe con quien y que le deben de estar haciendo. Si me entero que le tocan un solo pelo, juro por mi vida que voy a buscar al hijo de puta que hizo esto y voy a matarlo tomándome el tiempo que yo quiera, quiero que le duela.
Estaba en la habitación, sentada en la mesa, haciendo planes sobre donde podría estar, nada resultaba. Salía para buscar algo para tomar y entraba otra vez, puse una prenda de ropa de Sheila en mi almohada, para poder abrazarla y sentir su olor toda la noche.
Me di cuenta de lo mucho que dependía de ella, era tan especial para mi que sin poder saber de ella por una hora hacía que me sienta decaída. Estaba obsesionada, no era normal, estaba más que enamorada, era lo único que tenía, y temía que le pasara algo, si fuera si, no me lo perdonaría nunca.
Estaba buscando lugares cercanos donde podía estar hasta que alguien tocó mi puerta, eran Alejandro, Ghost, Price y Soap.
-¿Saben donde está?- pregunté como un poco de emoción en mi voz
- No, pero el sabe algo.- Respondió Ghost y dejaron que entrara un hombre de unos 32 años, Konig, quien era el que lo sujetaba, lo tiró al suelo, yo me levante y lo agarre del pelo, arrastrándolo hasta una pared.
-Más vale que me digas todo lo que sabes.-
-O que?- respondió el hombre con tono fuerte
-Me estás desafiando?- Me reí, y puse un cuchillo en su garganta. -Dime TODO lo que sabes si no quieres que esté hermoso y filoso cuchillo te atraviese la puta garganta-
Apreté un poco más el cuchillo contra su piel, haciendo que el hombre levantara su cabeza.
-Esta bien! Esta bien! Te diré todo lo que se!-
-Te escucho.-
-Hay un hombre, su nombre es desconocido, pero todos les dicen "Santo diablo", es uno de los narcotraficantes más buscados de todo el país y es uno de los más peligrosos, escuché que hablaba con su mano derecha sobre raptar a una tal Sheila González, dijeron que la conocen más como "La Cobra". Van a torturarla y prostituirla, y si no cumple con sus tareas la mataran y sus órganos los van a vender en el mercado negro.-
Me tome la cabeza entre las manos, haciendo señal de que se me estaba acabando la paciencia, me levante y me dirigí a la pared más cercana y la golpeé. Ese hijo de puta la tenía, y sabia que iría a buscarla.
- Sabes el paradero de ese cabron?- Pregunté aun más enojada
-Se estuvo quedando mucho en su mansión de Guatemala, pero escuché que llevarían a la chica a un viejo cuartel cerca de las afueras de la ciudad.- respondió rápidamente
-¿¡Y como sabemos que no estás mintiendo!?-
Dijo Ghost acercándose a él-¡Porque el hijo de puta me traicionó!- todos nos quedamos en silencio ante su respuesta. -Yo trabajaba para él a cambio de que no le haga nada a mi hija, pero un día, la prostituyeron y un cabron la mato mientras hacía sus servicios.. Me escapé, y ahora estoy buscando la razón para poder hacerlo mierda.-
-El pendejo viene con nosotros.- dije cuando termino de hablar.
ESTÁS LEYENDO
-Tu y yo contra el mundo- Valeria Garza x Reader
Science Fiction-¿Quien carajos es ella, Alejandro?- Pregunto con tono fuerte la mujer que se encontraba sentada en aquella silla. -Su nombre es Sheila González, mejor conocida como "La Cobra". Viene con nosotros, Valeria.- Respondió mi compañero que se encontraba...