10. El otro

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🔞ADVERTENCIA DE CONTENIDO EXPLÍCITO RELACIONADO A MUERTES DOLOROSAS🔞

Un auto de la policía se había estacionado frente a la casa de los Villagrana, esto lo notó la señora del hogar antes de que los oficiales se aproximaran a su casa. Ella se mentalizó sobre la cuestión que vendrían a hablar los uniformados, ya sea información sobre lo sucedido con su hijo menor hace cinco años o... algo que haya hecho Patricio...

La puerta sonó al recibir tres golpecitos, la señora esperó unos segundos en su sitio, y después giro del picaporte para abrir la puerta. -Buenos días, oficial. ¿En qué puedo ayudarlo?

-Buenos días, señora Villagrana. Buscamos al joven Patricio,  puesto que fuimos enviados para hacerle algunas preguntas, también buscamos a su esposo, pero... dudo que se encuentre en casa- Dijo el policía yendo al grano.

-Oh... Mi hijo sí está, sigue durmiendo. En un momento lo despierto para que hable con ustedes. En cuanto a mi esposo... Él fue a trabajar, regresa a casa por eso de las ocho de la noche...- Respondió la señora confundida. Los nervios se le pusieron de punta al saber la razón de la visita.

-Entiendo, hablar con Patricio por ahora nos es suficiente. Aunque seria muy amable si usted responde unas preguntas al final...

-Sí, claro. No es ninguna molestia - La señora intentaba forzar una sonrisa, pero la misma delataba su conflicto interno. - Iré a despertar a mi hijo.

Minutos después, Patricio aún soñoliento, se presentó en la sala de su casa ante los oficiales, sus bostezos contagiaban a los uniformados que sentían cansancio de solo verlo. -Bueno días, ¿en que puedo ayudarlos?- Dijo Patricio manteniendo la calma. El vengador estaba consciente de que sus medios estaban justificados por el fin, mientras que el cuerdo trataba de tomar el control y delatar todas las atrocidades que había hecho en el último mes.

-Hola, Pato. Verás... Resulta que el detective Enriquez tiene un nuevo caso en la manos, uno que lo intriga, y debo remarcar que hace mucho que no se siente así por un caso y pues... Necesita que respondas algunas preguntas que claro, no son con el fin de incriminarte ni nada por el estilo, pero que podría ayudar a la investigación si las respondes, entonces... ¿Estás dispuesto a ayudar?- Explico el oficial mientras su compañero esperaba afuera.

-Lo estoy. Vayamos al grano, ¿cual es la situación?- El vengador era el dueño de la situación, no estaba cagado de nervios como la madre de Patricio, pues mantenía el cuerpo relajado, sin permitir que este tiemble.

-Verás... Sé que recuerdas los nombres de Ricardo, Carlos y César. Resulta que ellos tres han sido encontrados asesinados de formas muy... Sugerentes, muy brutales para decirlo de alguna forma. También murió Julian pero fue a causa de un accidente que al igual que los tres anteriores, fue algo muy trágico... Pero bueno, regresando al tema, debido a que sabemos que tienes menos sensibilidad que otras personas, a ti te mostraremos las imágenes de los asesinatos...- El oficial, sacó de un sobre tres fotografías, la primera era de Carlos, el cual estaba desfigurado, hinchado por el agua  y con heridas que asemejaban mordiscos alrededor de su cuerpo. La otra era de Ricardo, el cual estaba en un estado de descomposición avanzado con un palo atravesado desde la entrepierna hasta el cráneo. Y finalmente, César, que estaba totalmente calcinado, con hormigas en todas partes del cuerpo tanto por dentro y por fuera...

Patricio se esforzó por no hacer ninguna mueca que representará asco o incluso excitación. Se limitó a mostrarse inexpresivo, lo cual no sorprendió a los oficiales, pues sabían que su interrogado estaba acostumbrado a escenarios parecidos o de ese tipo. Patricio puso las fotos sobre la mesa de centro de la sala, y cruzo los brazos en espera de las preguntas de los policías.

Cazar sin ser cazado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora