Martes.

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-No entiendo la manía que tiene de ser un estúpido- Felix estaba al borde de las lagrimas- Ya estoy muy enojado, me esta
haciendo la vida imposible- Jisung lo abrazaba por los hombros- Encima me responde los mensajes con emojis que no entiendo, me hace parecer estúpido

Minho y Hyukjae escuchaban atentos desde su mesa.

Resulta que en el barrio de Felix pusieron una alarma vecinal, por lo que se hizo un grupo de WhatsApp. Cada vez que Felix
manda mensajes su vecino le hace burlas.

Jisung no creía que el tipo fuera una persona horrenda, porque vio los mensajes y no era tan así, pero Felix era el triple de sensible cuando se trataba de él. Él chico la ponía de los pelos.

Es más, Jisung estaba seguro de que el idiota usaba esa técnica de "Trátalo mal y se va a enamorar”. Un idiota.

-Podrías hablarle y decirle que te molesta que sea así- Jisung buscaba un punto lógico

-¡No le voy a hablar nunca!- Felix era una bola de emociones.

Jisung no podía culpar a su amigo de ser así, el mismo a veces era una bola de emociones. Comprendía lo que estaba pasando su amigo.

Felix es un romántico de primera, y Jisung sabe que gusta de su vecino, por mucho que el otro lo negara. El hombre claramente no estaba cumpliendo sus estándares, eso lo estaba frustrando.

Jisung lo comprendía, el no se consideraba para nada un romántico pero desde que el tonto chico alto que está sentado a unos metros, que además ahora lo usa de carta de recomendación, apareció, Jisung no puede parar de pensar en corazones y palabras
cursis.

Ya escribió tres mini cuentos de amor, y eso fue sólo el día de ayer. Estaba enojado, porque esos cuentos nunca iban a salir a la
luz. Eran demasiado.

Eso tenia mal al chico, quería llorar constantemente. No le gustaba sentirse tan embobado. Aún no podía llamarlo enamoramiento, pero no estaba tan lejos. Una locura, considerando que el chico
era un extraño.

Tal vez era un psicópata, un demente, un asesino, o peor aún, alguien que odie los gatos.

Jisung no puede darle el derecho a su corazón de latir tan fuerte por alguien que tal vez odie a los gatos. Jamás.

-Insisto en que deberías, si le decís lo que te molesta por ahí te deja en paz… Si ves que no te deja en paz me decís y le grafiteamos la casa- dijo totalmente en serio.

Felix se permitió carcajear. Hyukjae sonrió desde su mesa y Minho miró la escena con una sonrisa.

Sus ojos chocaron con los de Jisung, y Jisung sintió que se le aflojaban las piernas.

Tal vez yo deba hablar con el para que me deje de mirar, me va a dar un ataque cardíaco en breve. Pensó, pero lo considero unos segundos y se retracto.

Me encanta que me mire, mejor no.

-Así tal vez lo pienso- Dijo Felix

[…]

Jisung miraba el pequeño barco que tenía en su mano, efectivamente Minho le había hecho otro. Su corazón sufría estragos.

Ya se habían saludado y cruzado las palabras habituales de siempre, las mismas sonrisas tímidas y las miradas fijas de
Minho sobre el, así como su forma de desviar la mirada, hasta se habían saludado como era costumbre, de hecho el chico miraba como Minho estaba por salir de la cafetería.

-Minho- llamo el

El chico se dio vuelta, ya estaba prácticamente en la puerta.

-¿Si?

-¿Te gustan los gatos?

Minho pareció descolocado con la pregunta, pero debía ser algo serio porque Jisung lo estaba mirando a los ojos.

-Nunca tuve gatos honestamente, pero si me gustan mucho… Después de todo son michis, quiero tener

Minho lo miraba expectante, esperando saber el porqué de la pregunta. Jisung solo sonrió y asintió con la cabeza, dándose la
vuelta para volver a su mostrador.

Escucho la suave risa del chico a sus espaldas y luego el como la puerta se abría y se cerraba.

El se permitió reír suavemente, un tanto sonrojado. Bastante feliz.

Koi No Yokan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora