Historia naruhina.
Los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto y las imágenes a sus respectivos autores.
La historia es mía.
Espero que la disfruten 😘
Las clases transcurrían normalmente y yo no podía dejar de observar la mirada triste de Sakura, traté de animarla, pero todo fue inútil. Ino y Tenten me aconsejaron que lo mejor era que la dejáramos sola, si ella necesita nuestra ayuda, entonces acudirá a nosotras.
Yo seguí sus consejos y me terminé por concentrar en las últimas horas de clases que quedaban. Aún me preguntó que le habrá hecho ese tonto de Naruto para que ella se encuentre así. Juro que si me lo llegó a encontrar alguna vez no se libraría de lo que tengo que decirle.
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Cuando finalizó la última clase fuí a ver a Sakura, mientras que las chicas iban a comprar los deliciosos pasteles que vendían en la cafetería.
Cada vez que me acercaba a ella veía lo devastada que estaba. A pesar de que las chicas me aconsejaron que había que dejarla sola, sentí que era el momento en que ella más nos necesitaba.
Hinata: Hola Sakura como te encuentras?-.. puse mi mano sobre su hombro.
Ella levantó su mirada y pude ver que se encontraba llorando. Fuí a buscar una silla y me senté al lado suyo. Verla así me devasto, aún me preguntó cuál será el motivo que la tiene así, la única pista que tengo es que se trata de Naruto.
Poco a poco mis compañeros iban saliendo del salón, dejándome a mí y a Sakura a solas. Sabía que esté era el momento adecuado para intentar animarla denuevo, así que no dude en ofrecerle nuevamente mi apoyo.
Hinata: Sakura, realmente me preocupa verte en este estado, si realmente hay algo que yo pueda hacer, solo dímelo y lo haré-.. murmuré mientras la abrazaba.
Sakura: Gracias Hinata, eres tan buena y compresiva, ya que con solo escuchar tus palabras de apoyo, siento una enorme fuerza-.. me dice tratando de forzar una sonrisa en su rostro pálido.
Hinata: Para eso están las amigas, puedes contar conmigo para lo que sea-.. le guiñe el ojo.
De pronto ví una monja asomándose por la puerta, indicándonos que teníamos que retirarnos del salón. Yo la miré y le dije que inmediatamente lo haríamos.
Hinata: Bueno vamos-.. le ofrecí mi mano a Sakura y ella la recibió gustosa.
Lo primero que me acordé fue de mi bolso, no quiero que me vuelva ocurrir lo mismo que me pasó ayer, y menos tener que encontrarme con ese tonto rubio que por su culpa mi amiga se encuentra así. Pero tampoco sería mala idea, ya que podría hablar con él y contarle en el estado que se encuentra ella.
Aproveché de llevar el bolso de Sakura también, realmente se encuentra muy mal, le sugerí llevarla a la enfermería, pero como lo imaginé se negó, diciéndome que no me preocupara y que debíamos asistir al taller que teníamos después de clases, antes que venga una monja y nos castigue.
Me quede estática en mi lugar, ni siquiera me acordé de los papeles que tenía que entregarle a la directora con respecto al taller.
Sakura: Qué te sucede hina?, parece que hubieras visto un fantasma.
