Ni siquiera es necesario mencionar lo que pasó aquel día, aquella noche, en aquella habitación.
JiMin comenzó a quitar con algo de desesperación la ropa de YoonGi, el mayor podía hacer lo que se le diera la gana con el cuerpo de JiMin, realmente no le importaba si eran bruscas sus caricias, ahora solo buscaba sexo duro.
Justo ahora no era YoonGi quien iba a tener sexo con JiMin, Steve estaba al control de todo y así estaría por un buen rato.
YoonGi de un momento a otro cargo a JiMin quien solo soltó un chillido aferrándose fuertemente al pelinegro.
— si me dejas caer te patearé el maldito trasero...— amenazó mirando fijamente a YoonGi.
— no te di el permiso de hablar, puta — soltó una carcajada y entró al baño
YoonGi al fin pudo bajar a JiMin para comenzar una lucha entre sus lenguas que parecía interminable.
JiMin sentía escalofríos por todos su cuerpo, no podía negar que ese hijo de perra besaba tan bien.
La lucha siguió hasta que alguno de los dos se separo para tomar aire, realmente parecía que todo el jodido mundo había desaparecido y solo estaban ellos ahí, a punto de follar como putos conejos.
YoonGi no desaprovechó ese momento en el que JiMin se separó, en un ágil movimiento le dio la vuelta haciendo que la gorda mejillas del rubio quedara contra el frío azulejo blanco.
— ni se te ocurra, yo soy quien mete...— habló en un pequeño suspiro mientras intentaba darse la vuelta, pero era casi imposible ya que YoonGi había puesto su brazo en su espalda.
— ¿Qué tipo de fantasía me estas contando? ¿Acaso tengo cara de que me gusta que me la metan?
— tienes cara de imbécil, no me lo preguntes — dijo con una sonrisa burlona.
YoonGi ante tales palabras pateó la parte trasera de las rodillas de JiMin haciéndolo caer contra la pared.
— dijiste que me tratarías con respeto.
— eso se lo dije a YoonGi.
— es lo mismo — jaló su cabello haciendo que la nuez de su cuello se marcara. Sus ojos conectaron y ahí es donde supieron que no importaba quien daba y quien recibía.
El miembro duro de YoonGi chocaba contra los labios gordos de JiMin mientras éste solo lo miraba con una pizca de enojo y placer, sus ojos estaban completamente oscurecidos, solo quería que el maldito bastardo de YoonGi metiera su puta pollo en su boca. Lo ansiaba.
— ¿Lo quieres dentro,maldita perra?
— si sigues diciéndome así te juro que te mato...
— mira como corro por mi vida — presionó sus dedos índice y pulgar contra las mejillas de JiMin haciendo que su boca se abriera. — si siento tus dientes te mueres ~...
— no uded mid amenadad contra mi — apenas y pudo hablar ya que la extensión de YoonGi ya se encontraba en su boca.
No tardo en ser soltado y poder mover su cabeza a su gran gusto. Pasaba su lengua por la glande y luego bajaba hasta los testículos, parecía un jodido niño con una paleta.
— sigue así y explotaré en tu cara~...
— atrévete — sacó el miembro de su boca y lo apretó un poco soltándole un jadeo de dolor al mayor.
JiMin solo río y siguió con el vaivén. Cerró sus ojos para poder disfrutar más, mientras más lamía parecía que más crecía el pene de YoonGi.
— ¿Tomaste viagra o que mierda? — se burló masturbando el pene en su mano el cual chocaba ligeramente su lengua que estaba fuera.