¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Datos: •Tiempo: Después de “Los tres guardianes del reloj”. •Esto puede que no haya ocurrido así en el manga, pero mi idea salió por lo que me hubiera gustado que pasara. •Hananene Fanfic
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los pasillos estaban silenciosos, quitando el hecho de unos pasos rápidos que se dejaban resonar por el alrededor. Una chica con aproximadamente unos 14 años, corría entre los pasillos hasta llegar frente a una puerta cerrada, la abrió sin hacer tanto ruido para pasar al interior del lugar. No se veía nada distinto a lo normal de una preparatoria, solo un baño común y corriente. Tocó una vez la puerta del último baño para verla con claro nerviosismo, a ese toque le siguió un segundo y un tercero hasta que se quedó quieta para aclarar su garganta y ocultar sus nervios.
—Hanako-san, Hanako-san —empezo a decir para juntar sus manos en su falda arrugandola—. ¿Estás ahí?
El silencio fue enorme y los nervios de la chica incrementaron, paso su mano por su cabello recorriendolo para intentar calmarse. Desde su cabello crema claro paso su mano hasta las puntas verdes, sus pensamientos estaban arruinados, ¿La estaba ignorando? O ¿Era otra broma de mal gusto? Gruño ante el último pensamiento para soltar su cabello y darse la vuelta con intención de irse. Después de todo, no podía tardar mucho, le dijo al profesor que iría al baño de "emergencia", si se tardaba podría sospechar.
—Si~ —El susurro en su oreja hizo que su cuerpo se erizará por unos segundos, antes de ver cómo una mano bajaba a su cintura para abrazarla—. Tardaste mucho...
Un suspiro largo salió de la boca de la chica para darse la vuelta con complicación y ver a la persona, o mejor dicho, fantasma, que estaba detrás de ella. Un chico de entre unos 13-15 años, según su forma física, era lo que se podía apreciar, este parecía ser levemente translúcido. Su cabello color negro estaba algo desordenado y no llevaba su gorra encima de la cabeza dándole un toque más "humano" por así decirlo.
—Perdón, Hanako-kun —se disculpo la de cabello crema para poner una de sus manos en la cabeza del chico acariciándolo como si de un gato se tratase. Este acepto la muestra de afecto, acercando su cabeza más a la mano de la chica.
