Carta 2 💌

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                             -Italia, 19 de febrero del 1923

Querida Darían:

Luego de notar que te estaba haciendo daño, decidí ocultar ese sentimiento sin que ese proceso te afectará, mi pequeña alma gemela...

Aunque yo me encontraba en una relación en ese momento, desde que me empecé a enamorar de tí, no hubo ningún instante en el que no pensará en tí, sabía que tener pareja disimulaba el sentimiento que estaba teniendo pero también sabía que eso me destrozaba aún más el corazón, hasta que aquel día 29 de agosto del 1921... Decidí arriesgarlo todo porque sabía que tú lo valias todo.

Termine con la persona que era mi pareja en ese momento, no me hacía feliz... La relación ya se habría deteriorado a un punto en el que... Solo estábamos juntos por costumbre, ella había ocasionado mucho de las heridas que tú sanaste y que no te tocaba sanarlas.

Ella me demostró con su indiferencia que si se podía estar en una relación solo por costumbre, pues 3 años estar con la misma persona no sería fácil... Pero aún así sabía que ella no me hacía feliz y aunque tenía el temor de perderte cariño mío, me arriesgue a todo... Arriesgué nuestra amistad y es lo que más terror me daba, perderte...

Te dije que necesitaba hablar contigo sobre algo, sin dudarlo aceptaste escucharme y empecé... A decirte de a pocos lo que estaba sintiendo y en cada mensaje le agregaba un "Lo siento, si el sentimiento no es mutuo, no hay problema, seguimos siendo almas gemelas" al principio pensé que todo se arruinaría y mientras te confesaba mis sentimientos, me encontraba en un mar de lágrimas.

Te amaba y me estaba arriesgando tanto... Me encontraba acorralado en la pared... Tú sosteniendo un arma y las balas serían tus palabras, solo tú en ese momento podía destruirme y me aterró la idea en la que tú decidias apretar ese gatillo.

Pero no, bajaste esa arma y en vez de matarme, me salvaste otra vez, me dijistes que el sentimiento era recíproco, lloré, pero de felicidad, mi alma estaba en paz y no me lo podía creer, la chica mas hermosa de la faz de tierra me estaba diciendo que yo, un simple mortal le gustaba.

¡Mi alma regresaba a mi cuerpo! Me sentí tan tranquilo, sentí como el cuerpo se me hacía tan liviano... Me habría quitado un peso de encima y no solo te tenía a mi lado, tenía tu cariño, eso me encantaba aún más, me emocioné a más no poder... Estaba completamente feliz.

Después de esa confesión decidimos iniciar una relación y no sabes lo mucho que quería gritarle al mundo que yo estaba con el ser humano más precioso y noble de todo este mundo.

Cariño mío, eres tan perfecta que si pudiera describirte completamente, te sonrojarias al ver tantos piropos.

Tus rulitos, tus ojos color café, tus pequeñas manos tu ternura, la forma en como me mirabas, la manera en como me tratabas, me enamoré completamente de tí, estaba enamorado... Y no sabía cómo tomarlo, solo sabía que a partir de ese momento me tocaba cuidar a mi pequeño gran amor.

A mi Darían © [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora