Why I?

Un poco de historia

NADINE P.O.V.

Cuando estuve más tranquila guardé mis cosas y caminé hacia el edificio para ir a mis siguientes clases

...

-Billy hará una fiesta en su casa- dijo Steve mientras clasificabamos libros

-Genial- murmuré

-¿Quiéres ir?- preguntó

-Tengo examenes... va•van ser muy dificiles- dije en voz baja

-Bueno, si te animas me avisas- asentí, -no va a ser una fiesta común, se le metió la loquera de que sea de antifaces- dijo riendo, yo trate de sonreír, -sería bueno que fueras-

-Gracias- murmuré

-¿Estás bien?- preguntó

-Sí, ¿por qué preguntas?- dije en voz baja

-Es que, desde que llegaste estás, no sé, más callada que lo normal- contestó encogiéndose de hombros

-Estoy bien- murmuré, -sólo me duele un poco la cabeza- y no era mentira, cada vez que lloraba mi cabeza dolía, aún así el asintió no muy convencido

...

Llegué a casa temprano, después de lo que me había pasado Steve me dejó salir antes, él cerraría la biblioteca. Abrí la puerta esperanzada en poder descansar, pero no era lo que pasaría

-Nadi, llegaste temprano, hazme un favor, podrías lavar los trastes, acabo de hacerme manicura, no quiero echarla a perder- dijo mi tía parada en las escaleras mientras yo cerraba la puerta

-Claro- susurré

-Bien, hay trastes en la sala, Ashley trajo a un amigo y les lleve algunos bocadillos- asentí y me dirigí al salón, había un par de platos y vasos sobre la mesa de centro, los tomé y salí rumbo a la cocina a realizar mi tarea

Cuando terminé decidí subir a mi habitación, no tenía hambre, tampoco sueño pero quería recostarme y descansar mis ojos; cuando estuve en mi habitación me puse mi pijama favorita: un mameluco de conejo al estilo coreano, era lindo, la señora Denton me lo había obsequiado en mi décimo quinto cumpleaños, era cómodo y calientito

Me lavé los dientes y me hice una trenza en el cabello para que no se me enredara, con la suerte que tenía solía pasar, apagué las luces y me acosté en mi cama, cerré mis ojos y sonreí, ahora estaba más tranquila, ¿por qué?, no lo sé

Sí, extrañaba mucho a mis padres, en días como éstos los recordaba y las lágrimas brotaban así nada más, era como tener dos menstruaciones, me ponía muy sentimental; pero después recordaba que ellos estaban conmigo, que nunca me dejarían sola, por más difícil que fuera el momento

...

Nuevo día, pero misma rutina, la escuela era mi única distracción, mi único escape, eso y la biblioteca; mi próxima clase era Cálculo, pero no entraría, no por que fuera mala o algo por el estilo, sino porque tengo esa materia exenta por todo el semestre gracias a mi madre, que me enseñó los números antes que ir al baño

¿A dónde iría? A la biblioteca escolar, mi segundo lugar favorita de la escuela después de el roble, aunque ya no me siento segura con el último. Me senté en una de las mesas y saqué de mi mochila "El beso del vampiro", "La ladrona de libros" y "El ciclo del hombre lobo" ; elegiría uno para leer, pero todos me gustaban

-Stephen King, uno de los mejores autores de terror, suspenso y, en algunos casos de lo paranormal, aunque hay historias de su autoría que no se relacionan con esos temas- dijo esa voz ronca y profunda setándose frente a mí y tomando el libro de dicho autor, -¿es el único libro de él que tienes?- preguntó mirándome a los ojos

-Eh y•yo s•si- murmuré y bajé la mirada

-No voy a comerte- dijo serio al ver mi nerviosísmo, -aún- agregó sin expresión alguna en el rostro, -es broma- dijo en voz baja dejando el libro frente a mí, -te gustan los temas de la segunda guerra mundial- afirmó al ver "La ladrona de libros"

-Es... interésante- murmuré con la mirada en el libro

-Mi tatarabuelo no quizo luchar, así que emigró a éste país antes de que la guerra diera inicio- dijo serio mirando un punto fijo en la mesa

-¿Era alemán?-

-¿Milenov te parece alemán?- preguntó serio, negué con la cabeza

-¿Te gusta la historia?- pregunté en voz baja

-No, mi padre me hacía leer enciclopedías durante el verano, no me dejaba salir hasta que terminara y eran libros por tomos- contestó seco, -¿y tú? Tú debes amarla, después de todo eres la nerd de la escuela, o me equivoco- dijo ladeándo la cabeza

-Mi padre era catedrático en la universidad, su materia era la historia... me transmitió esa pasión- murmuré sin mirarle

-Por qué no me miras a los ojos cuando hablas, ¿te intimido?-

-Lo hago todo el tiempo- contesté en voz baja, -¿por qué hablas conmigo?- pregunté

-No hay nadie más con quien hacerlo en éstos momentos- dijo mientras miraba hacía los lados al escuchar unos tacones resonar

-Aquí estás- dijo la voz de Ashley parádose junto a él, -ésta es mi dirección, debes ir hoy para que estudiemos- no la estaba viendo, pero sabía que un mechón de su cabello estaba siendo enroscado por su dedo índice, era su táctica de coqueteo

-Genial- respondió él frío

-Bien, te veré allá- se que me miró, porque ví sus tacones en mi dirección, pero dió media vuelta y se fué, haciendo sonar de nuevo sus zapatos, tomé mis libros rápidamente, los guardé en mi mochila y salí lo más rápido que pude de ahí