Seremos amigos

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HEIKO P.O.V.

-Y yo que creí que sería fácil- dijo el primer tipo que se le había acercado en el parque, -podemos compartirla amigo- dijo soriendo

-Eso si que será un problema, no me gusta compartir mis cosas- contesté, -te dije que te alejaras de ella, pero no me hiciste caso-

-Tu eres uno y nosotros somos cinco, estás destinado a perder- dijo arrogantemente

Reí, -en serio, no cantes victoria antes de tiempo-

-¿Quiéres intentar?- preguntó el pandillero

-Siempre me ha gustado probar cosas nuevas- contesté encogiéndome de hombros, giré un poco la cabeza hacia Nadine, -la puerta de atrás está abierta- susurré

-Qué- susurró confundida

-Corre hasta mi casa y quedate ahí- expliqué

-Pero...- intentó

-Sólo hazlo- asentió y salió corriendo

En cuanto lo hizo dos tipos comenzaron a correr para perseguirla, pero los detuve, fué entonces cuando la pelea comenzó, cinco contra uno, no será fácil, pero tampoco difícil

-Lo que tengo que hacer por una chica- murmuré para mí mismo

NADINE P.O.V.

Corrí lo más rápido que mis piernas me permitieron, cuando llegué a la calle de la casa respiré profundo y me dirigí a la parte de atrás, abrí la puerta y tomé todo el aire que me fué posible, aunque creo que no fué suficiente, porque me desmayé

...

Me estaban sacudiendo y decían algo, pero no entendía

-Despierta- escuché, -despierta niña tonta, no corriste ni dos kilometros ¿y te desmayas?- dijo en tono incrédulo, abrí mis ojos encontrandome con la cara de Heiko, -genial, no pensaba cargarte- dijo levantándose, me puse de pie y lo miré mejor, su ceja y labio sangraban y cubría su estómago con su brazo, además, parecía tener rota la camisa

-¿Estás bien?- pregunté preocupada tomándo su rostro para observarlo mejor

-Si, creo que si- dijo haciendo una mueca cuando rocé su ceja accidentalmente, -debemos subir, mi padre llegará pronto- asentí, pasé su brazo libre sobre mis hombros y nos dirigimos a las escaleras para subir. Cuando estuvimos en su habitación, lo ayudé a sentarse en la cama

-¿Dónde encuentro un botiquín?- pregunté

-En el segundo cajón- señaló su cómoda, -ahí está lo necesario- asentí y fuí a donde me dijo, encontré una botella de alcohol, agua oxigenada, algodón, vendas y una pómada

-Siempre estás preparado- murmuré cuando estuve frente a él

-No es la primera vez que me peleo con alguien-

Tomé una bolita de algodón y la humedecí con agua oxigenada, alcé su rostro tomándolo por el mentón y comencé a limpiar su ceja

-Auch- se quejó tomándo mi mano para detenerla

-No se supone que ya estás acostumbrado- comenté volviendo a mi labor

Rió, -no suelo acostubrarme al dolor- susurró, cambié el algodón y comencé a limpiar su labio, -la pomada es para la cicatrización- asentí, tomé el tubo y coloqué un poco en la yema de mi dedo índice, después comencé a esparcirla suavemente por sus heridas

-Me gusta verte concentrada- susurró mirándome a los ojos, -muerdes el interior de tu mejilla y pausas tu respiración- agregó, dejé de morder mi mejilla y seguí con lo que estaba haciendo. Terminé de poner la pómada, y me alejé para tirar el algodón usado, iba a guardar las cosas, pero él me detuvo, -aún faltan unas- dijo poniéndose de pie y comenzó a levantarse la camisa, tenía cuatro cortadas: una en el pecho y tres en el abdomen

HEIKO P.O.V.

-¿Son de navaja?- preguntó soprendida, -y si tienen que costurarte, y si se te infectan, podrían infectarse- dijo desesperada

-No se infectarán- dije mirándo las cortadas, -sólo limpialas bien, ¿ok?- me miró preocupada pero asintió, volvió a humedecer el algodón y comenzó a limpiarlas cuidadosamente

NADINE P.O.V.

Su rostro estaba cerca del mio, a tal grado que sentía su respiración en mi mejilla, las piernas me temblaban y sentía que en cualquier momento colapsaría

-Gracias por lo que hiciste- dije en voz baja, -nadie habia hecho algo así por mí-

-Te dije que podía protegerte- susurró en mi oído

-Pero no deberías- dije terminando de limpiar sus heridas y alejándome para tomar la pómada

-Vamos a tener ésta conversación de nuevo- dijo suspirando

-Si se enteran de ésto...- me interrumpió

-Y si no se enteran- dijo mirándome, -esta semana estuve pensando las cosas- hizo una pausa, -quiero conocerte mejor-

-No, basta con eso- dije negando con la cabeza, -¿Por qué yo? ¿Por qué no mejor Ashley, o una de sus amigas? Chicas populares que están acostumbradas a lidiar con chicos, que saben como reaccionar cuando uno las besa y no son ignoradas después de eso, sino que es al revés, ellas los ignoran a ellos- dije recargándome en la pared y mirando el suelo

-No quice que pareciera que te estaba ignorando- murmuró acercándose a mí

-Eso es lo que estabas haciendo- suspiré, -no importa, ya estoy acostumbrada- susurré, se puso frente a mí, tomó mis gafas y me las quitó para hacerlas a un lado, me tomó de el mentón e hizo que lo mirara

-¿Por qué tú y no ellas?- dijo mirándome a los ojos, -porque vales más que todas ellas juntas- besó mi frente y después se acercó a mí boca para besar mis labios, pero corrí el rostro

-Heiko- susurré, besó mi coronilla y me abrazó fuertemente

-Lo siento- susurró, -estoy acostumbrado a ir rápido- sentí su sonrisa

-¿Qué pasará ahora?- pregunté

-No lo sé- contestó encogiéndose de hombros, -seremos amigos- dijo mirándome, -después veremos que pasa- me guiñó un ojo

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/.\ obsequio

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