Why I?

Vieja conocida

HEIKO P.O.V.

Durante el transcurso del camino sentí como Nadine se iba relajando; al principio la sentía rígida, pero después relajó sus brazos y comenzó a disfrutar del viaje

-Se siente bien ¿no?- pregunté

Escuché su risa, -es fantástico- agregó abrazándoce más a mí, sonreí por su reacción

El lugar a donde tenía planeado llevarla, se encontraba a una hora, era un pequeño pueblito muy pintoresco, recuerdo que mi mamá me llevó ahí una vez, y después de que ella murió volví un par de veces; era época de fiesta así que era seguro que hubiera feria, que mejor distracción para Nadine y para mí

NADINE P.O.V.

Entramos por una desviación y a lo lejos pude divisar un pequeño lugar, un pueblito para ser más específica; cuando llegamos hasta él, noté que las calles estabanhechas de piedra o ladrillo algo así, no era concreto ni pavimento, las casas era muy coloridas y con un estilo muy colonial, con puerta de madera y ventanas muy grandes, era un lindo lugar

Seguimos por la calle hasta que llegamos a lo que parecía una gran casa de dos pisos, al frente de éste había un letrero de madera con forma ovalada donde se leía "Posada"; Heiko se orilló frente a ésta y apagó el motor de la moto

-Hay que apartar una habitación- dijo estirando su mano para ayudarme a bajar, después el hacer lo mismo; se quitó el casco y luego me quitó el mio, -me encanta cuando traes tu cabello suelto- dijo mirándome fijamente, -vamos- agregó tomando mi mano para entrar a el lugar

-Buenos días, quisiera un cuarto para dos- dijo a la señora de la recepción, fué lo único que escuché claramente, pues mi atención se centró en mi alrededor, había pinturas muy cloridas en las paredes: flores, frutas; aparte de que los muebles de la pequeña sala eran de madera, -gracias- escuché que dijo Heiko mientras recibía las llaves de lo que supongo sería nuestra habitación, -vamos bebé- dijo mientras caminabamos hacia las escaleras, me sonrojé al escucher el nuevo mote que me había puesto

La habitación era espaciosa, habia una cama matrimonial en medio de ella, la cual tenía postes en las esquinas de los que se amarraba una sabana blanca, como las camas que tenían los antiguos reyes

Heiko se acercó a mí y me ayudó a quitarme la mochila, -por ahora no vamos a necesitar ésto- se alejó y colocó la mochila junto a los cascos sobre el tocador frente a la cama, -vamos- dijo estirando su mano mientras caminaba hacía la salida, lo seguí y tomé su mano

-¿A dónde vamos?- pregunté mientras nos dirigíamos de nuevo a la motocicleta

-A comer algo y después, ya verás- dijo sonriendo

HEIKO P.O.V.

...

-Esto es hermoso- susurró tomándose de el barandal para ver más abajo, la había traído a un acantilado o lo que era un acantilado, no había protección antes, pero ahora la había; se lograba ver kilometros y kilometros de vegetación, era un hermoso paisaje

-Mi madre siempre tomaba fotos- dije rodeando su cintura por detrás

-Es bellísimo- repitió poniéndo sus manos sobre las mias entrelazadas en su estómago, reí por su expresión, -la extrañas mucho, yo tambien los extraño- dijo recostándose en mi pecho, besé su cabello

Rió, -últimamente pienso que mis padres y tu madre se hicieron amigos y desde arriba planearon todo ésto- sonreí por su idea

-Tal vez- susurré a su oído, -tal vez lo hicieron- repetí mientras recargaba mi mejilla en su cabeza

Estuvimos mucho tiempo recargados en la moto admirando el paisaje, hasta que ví como el Sol comenzaba a ponerse

-Hay que volver-

-¿Por qué?- preguntò confundida girándose a verme, y no desaproveché en momento para robarle un beso

-Te tengo otra sorpresa- dije sonriendo

...

-Nunca había venido a una feria- dijo sonriendo mientras caminabamos entre la gente tomados de la mano

-Nunca- exclamé sorprendido

-Sólo de libros- murmuró avergonzada bajando la mirada

-A veces olvido que eres una niña buena- dije atrayéndola hacía mí, -mi niña buena- susurré mientras acercaba mis labios a los suyos para unirlos, ésta vez me siguió el ritmo desde el principio y cuando mi lengua entró a su boca, la suya la rozó timidamente

-Heiko- dijo una voz junto a nosotros haciendo que rompieramos el beso, volteé sin soltar a Nadine y me encontré con la persona menos indicada, -oh por Dios eres tú- dijo sorprendida, se acercó colgándose de mi cuello para abrazarme y haciendome soltar a Nadine

-Hola- dije serio mientras apartaba sus brazos de mí

-Vaya, no volvimos a saber de tí después de el accidente- dijo sonriendo

NADINE P.O.V.

Era una chica linda, como las amigas de Ashley, sólo que parecía un poco más grande que ellas, su cabello era rubio y sus ojos eran azules, como turquesas

De nuevo me sentí cohíbida, ella definitivamente era linda, mucho más que yo, y parecía tenerle mucha confianza al chico que me besaba hace solo unos segundos, ella era el tipo de chica con la que debería estar Heiko y no con una chica como yo

-¿Qué haces aquí Marietta?- preguntó Heiko serio

-¿Cómo que qué hago aquí?- repitió ella sonriendo, -siempre veníamos aquí, no quisimos dejar de hacerlo solo porque te desapareciste- continuó con el ceño fruncido, -aparte hay muy buenos recuerdos en éste lugar ¿no crees?- dijo con sonrisa pícara

-En realidad no, no tienen ningun significado en especial- contestó Heiko volviendo a tomar mi mano para entrelazarla con la mia, -ella es mi novia Marietta- dijo presentandome

-¿Novia?- dijo ella riendo, pero al notar la mirada de Heiko se detuvo, me miró de arriba a abajo con una mueca de disgusto en su rostro, entonces recordé algo que Heiko me había dicho: " haces que te desee más de lo que he deseado a otras Nadine...", eso me tranquilizó, pero ahora que lo pienso mejor, tal vez ella estuvo involucrada con él

-Ella es una vieja conocida- explicó Heiko mirándome

-¿Conocida?- repitió ella sonriendo, -vaya que sí, fuí su primera vez y otras tantas; yo le enseñé todo lo que sabe-

-Marietta- dijo Heiko a modo de advertencia, y sentí como se iba tensando cada vez más

-Qué, ella debe saberlo ¿no?, son novios ahora- dijo ella retándolo

-Sí, pero tu y yo sabemos que no lo dijiste con buenas intenciones- dijo Heiko molesto

-Bueno, quizá ahora deba agradecerte- no sé de donde saqué seguridad pero lo estoy hablando fuerte y mirándola a la cara

-¿Por qué?- preguntò confundida

-Porque bueno- reí haciendome sonar natural, -ahora está conmigo y todo lo que le enseñaste lo ha aplicado en nuestras relaciones y me ha brindado, sólo a mí, el mejor placer de el mundo- contesté seria...