Helado

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HEIKO P.O.V.

-Cierra los ojos- dije cuando estuvimos frente a frente, ella así lo hizo

Tomé en elástico de sus bragas y las bajé despacio, acariciando su piel con mis dedos durante el trayecto, cuando se las quité las tiré fuera del alcance, antes de ponerme de pie, deposité un beso en su cadera derecha; cuando miré su rostro, sonreí al notar cuan sonrojada estaba

Coloqué mis manos en sus hombros y bajé los tirantes de su brasier, volví a depositar un beso, ésta vez en su clavícula izquierda, -volteate- susurré con voz ronca y volvió a obedecerme, desabroché el brasier y los tiré junto a sus bragas en el piso, me quité los bóxers, abrí la regadera y la templé

Giré a Nadine por los hombros haciéndola quedar frente a mí, tomé su barbilla para que alzara la mirada, -abre los ojos- parpadeó y fijó su mirada en mis ojos, tomé algunos mechones que se le pegaban en la cara y los coloqué tras su oreja, bajó la vista por reflejo y al encontrarse con mi amigo volvió inmediatamente su mirada al frente con los ojos muy abiertos

Sonreí, tomé sus brazos y los coloqué alrededor de mi cuello, tomé su cintura y la acerqué a mí sin llegar a rozar nuestros cuerpos, me acerqué a su rostro y deposité un dulce y suave beso en su boca, froté mi nariz con la suya y después tomé la botella de shampoo que estaba en la repisita bajo la regadera

-Bañame- dije entregándole la botella e inclinándome un poco, con manos temblorosas colocó un poco en su mano, luego se frotó con la otra y comenzó a tallarlo en mi cabello; cuando terminó me enjuagué y después procedí a hacer lo mismo con su cabello, -jamás te los cortes Nidi- ella asintió despació, cuando terminé la hicé inclinarse al chorro de agua y le ayude a enjuagar su cabello

-No tengas miedo, llega hasta donde tu quieras y te sientas segura- dije entregándole jabón, hizo el mismo procedimiento con sus manos

Comenzó por mi cuello, mis hombros, mis brazos y mi torso, su tacto era tan suave que por reflejo había cerrado los ojos, pero cuando se detuvo me ví obligado a abrirlos, ella miraba mi masculinidad

-Si no quieres no lo hagas- susurré

-Es que... no sé como... limpiarlo- murmuró nerviosa

-¿Estas segura de querer hacerlo?- pregunté frunciendo el ceño, ella asintió sonrojada

Tomé su mano y la guié hasta allí, hice sólo los movimientos necesarios para limpiarlo, pero era inevitable ignorar el hecho de que quien realmente me estaba tocando era ella y ese pensamiento me excitaba; cuando alejé sus manos de mí no quice que fuera más abajo, tomé el jabón de entre sus manos y la miré a los ojos

-Tu me dices hasta donde debo llegar- susurré y ella asintió mordiendo su labio nervisa, -no hagas eso- dije con voz ronca safándo con mi pulgar su labio

Froté el jabón en mis manos, e hice el mismo recorrido que ella evitando tocar sus pechos, cuando llegué a sus caderas la miré a los ojos, ella asintió cerrando los ojos; respiré profundo y comencé con mi tarea, despacio y cuidadosamente para no lastimarla, un jadeo salió de su boca

-¿Quiéres que pare?- pregunté con voz ronca deteniéndo mis movimientos, ella negó y proseguí con mi tarea, cuando estuve satisfecho con mi trabajo me coloqué frente a ella

Abrió sus ojos, su mirada había cambiado, algo entre nosotros había cambiado, estabamos más... conectados, más unidos, ambos confiabamos más en el otro

Cada quien terminó de limpiarse y cuando estuvimos listos salimos de la ducha, tomé una toalla del perchero y la rodeé con ella para secarla

-¿Cómo te sientes?- pregunté susurrando

-Bien- murmuró con un pequeña sonrisa en su rostro, me acerqué y besé su frente

-Mi pequeña gatita- dije abrazándola por los hombros mientras ella rodeaba mi cintura con sus brazos y recargaba su rostro en mi pecho

...

NADINE P.O.V.

Me amarraba el cabello en una coleta mientras me miraba al espejo, mis gafas estaban frente a mí, pero decidí que hoy no me las pondría, así que las guardé en su estuche y lo metí a la mochila

-¿Estas segura?- preguntò Heiko al verme, asentí sonriendo y el me correspondió, -desayunaremos algo y daremos una vuelta antes de irnos, ¿te parece?- preguntó

-Si, y ¿podríamos comprar helado?- pregunté

-Claro que si nena- contestó sonriendo mientras algo se derretía dentro de mí

...

-¿No te comprarás tú uno?- pregunté a Heiko mientras veía como pagaba mi helado, el cual ya estaba degustando

-Tu me convidarás- contestó sonriendo divertido, mientras nos alejabamos de la heladería

-Ok, toma- dije tendiéndole mi cono, rió detuviendo nuestro andar

-Come- dijo acercando el helado a mi boca, y le obedecí frunciendo el ceño, antes de que terminará de degustar su boca cubrió la mía introduciendo su lengua para quitar todo rastro de helado de la mía, chupó mis labios y después se separò de mí con la respiración entrecortada

-¿Quiéres más?- pregunté sin aliento, él volvió a reír y besó mi frente para seguir caminando

Why I?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora