Italia, 11 de febrero del 2023.
Ahí estaban nuevamente, Messi con las cejas fruncidas que deformaban su rostro en uno enojado mientras observa seriamente a su pareja, Guillermo, quién solo mira hacia abajo para huir de la mirada acusadora de su novio hacia su persona. Llevaban varios meses así desde el mundial de Qatar gracias a cierto malentendido que hubo con Lionel pisando la camisa de la selección mexicana por accidente y siendo amenazado en Twitter por cierto boxeador mexicano.
Saúl Álvarez, el innombrable. Así le llamaba Lionel cuando hablaba con Kun sobre él en sus llamadas de chisme.
Aquél hombre había amenazado a Messi por la foto polémica subida a redes cuando estaba en los vestidores después del partido contra México, Messi ignoró las amenazas y en su lugar fue a aclarar el malentendido con Guillermo una vez llegara al hotel en el que estaban selecciones, para la fortuna de ambos. Pero extrañamente al llegar al cuarto del guardameta escuchó como este le gritaba a alguien por llamada y al entrar por completo, vió a Ochoa frustrado y al borde de llorar.
Intento indagar en lo que pasó pero el mexicano no se lo permitía, lo dejó pasar solo esa vez y se dedicó a consolarlo mientras le explicaba lo sucedido a su pareja, pero le empezó a molestar cuando al querer hablar de aquello otro día, Guillermo solo desvío el tema a otra cosa que no tenía nada que ver en ese momento. La cosa empezó a escalar cada vez más cuando el mexicano se le veía un rostro culpable todo el tiempo por algo que el argentino desconocía por completo, terminó el mundial y la situación era la misma, sin cambio.
Lo que intervenía en sus planes de pedirle matrimonio, era algo que le carcomía por dentro, no saber con exactitud el pasado de su pareja. Solo sabía cosas que le contaron sus suegros cuando los visitaban o en las llamadas recurrentes que le hacían y unas cuantas cosas que mencionaban Guardado y Javier, amigos cercanos de su pareja. Cosas que les tenía permitido Guillermo contarle.
Actualmente tenían que estar separados por unos cuantos kilómetros ya que debían estar presentes en los entrenamientos de sus equipos, Lionel en París con el PSG y Francisco en Italia con el Salernitana. Cuando tenían un día libre visitaban al otro, pero sentía insípido sus visitas ya que ahí estaba presente la tensión en su relación, el tema del pasado de su amado. Hoy era una de sus visitas a Italia, dónde decidió enfrentar finalmente a Ochoa, mostrándose harto de aquella tensión estúpida.
—¿Vos no dirás nada? ¿Eh?—pregunta serio.—¿Por qué no querés decirme sobre tu vida antes de conocerme? ¿Qué no querés que sepa?—sigue cuestionando tomando la mano del moreno con desespero—Decíme—exige en una orden vaga, porque odia darle órdenes o pedirle cosas que no quiera.
Su mirada ruega por respuestas pero Guillermo no hace nada y mucho menos llega a salir algo de sus labios, ni siquiera toma la mano de Lionel o provocar algún ligero roce para corresponderle.
“Con que así lo querés” piensa con amargura para desviar su mirar fijo de su pareja a la isla de la cocina que los separaba un par de metros, pero que para Messi se sentía como un continente entero, y con decepción retira su mano sobre la ajena con lentitud, esperando que lo detenga.
ESTÁS LEYENDO
𝙈𝙄𝙀𝙉𝙏𝙀𝙎 || MESSICHOA
FanfictionUna relación tensa entre Messi y Ochoa se abre paso gracias a un tema en específico que el mexicano prefiere no hablar. ¿Qué harías si tú pasado viniera por ti un día? Los recuerdos atormentan y las heridas sin sanar sangran en cualquier momento. «M...