Una relación tensa entre Messi y Ochoa se abre paso gracias a un tema en específico que el mexicano prefiere no hablar.
¿Qué harías si tú pasado viniera por ti un día?
Los recuerdos atormentan y las heridas sin sanar sangran en cualquier momento.
«M...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
París, 15 de febrero del 2023.
Estuvieron esa noche juntos, compartiendo su sentir y hablando de sus inseguridades con respecto a toda la situación, pero como Messi debía ir al entrenamiento de mañana, con pesar se tuvieron que ir a dormir cada quien a su cuarto. Al menos sus diferencias habían sido aclaradas así como cualquier malentendido que hubiese, ya no había.
Ahora el argentino está cocinando con una sonrisa, el pequeño Memo está sentando hablando sobre porque el América es el mejor equipo en el que puede estar, Lionel lo escucha encantado de saber más de su pareja en su juventud. Vagamente hablaba sobre su paso por el América en sus inicios, como si evitará hablar exactamente de algo que hasta el momento desconoce.
—Aquí tenés Guille—dijo pasando el plato.
—Gracias—dice gustoso.
Lionel ya estaba comiendo cuando se percata de que el joven mira atento a su taza de café que le sirvió, cosa que le es curioso.
—¿Pasá algo?—pregunta un tanto nervioso.
—¡Nada! Es solo que es la primera vez que me sirves café—admite penoso.
—Oh... es eso... ocupo despertar porque tengo que ir a entrenar—explica tomando de la humeante taza.
—¿Qué es esa bebida extraña que me das luego?—pregunta mirándolo atento.
—Es mate, una bebida argentina—responde con una sonrisa tierna.
—Oh, está delicioso eso—dice con simpleza.
Messi solo lo mira y sonríe con más plenitud "A vos te gustá el mate y más si lo preparo yo" piensa melancólico. Cosa que nota el más joven, por lo que se anima a preguntar las dudas que tiene desde que llegó, para saber de su futuro y aunque sea animar a Messi.
—...¿Cómo... me conociste?—pregunta con pena.
Eso saca de su ensoñación a Messi quien carraspea un poco mientras ordena sus ideas un poco.
—¿Querés sabes eso?—cuestiona un tanto nervioso.
—Me sorprende que nos conozcamos y hayamos terminado como... pareja—admite sonrojado.
Messi piensa un poco y suelta un bufido cómo risa—Hagamos una cosa, yo iré a entrenar y cuando regresé yo te diré todo.—explica y ve los ojitos de Memo iluminarse—¿Estamos?—pregunta sonriente.
Memo toma un bocado de su comida y asiente efusivamente, sus rizos se alborotan con el movimiento dándole un aire demasiado juvenil y adorable.
Siguieron comiendo con calma y cruzando un par de palabras porque Guillermo aún andaba algo adormilado, Lionel a final se levanta para lavar sus trastes y sale para tomar su maleta deportiva y colocarse los tenis en la entrada de la casa. Memo al ver eso despierta y come rápido lo de su plato para dejarlo en el lavabo, luego lo lavaría.
