( Historia Finalizada )
Después de ver a Isagi en televisión se enamoro perdidamente de él, cuándo lo conoció trato de llamar su atención.
Pero no se esperaba que dos rivales más aparecieran, eso causó que su ánimo bajará.
El no se sentía seguro de...
Fue otro día normal, Isagi evitaba a toda costa tener contacto visual con Kaiser, mantenía su distancia. Se veía en su cara las ojeras de que no había dormido bien, apenas y podía hacer los ejercicios de una manera precisa.
Parecía que en cualquier momento se desmallaría, Hiori que estaba a lado de él pudo notar su condición.
-Isagi, enserió no te ves nada bien, no quieres ir a la enfermería?.- comento Hiori susurrándole al oído
-Ah, yo no sé...-
Kaiser hecho un reojo a Isagi, vio que estaba respirando alteradamente. Todos se sentaron a estirar sus piernas para ir a entrenar. Isagi apenas y pudo sentarse, el rubio decidió ir con él.
-¿Estás bien?-
-Ah, no me toques...-
Kaiser se quedó serio, sabía que aunque insistirá él no le iba a ser caso.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Kaiser suspiro y se fue, poco después Isagi tocó el hombro de Hiori.
-Llévame... a la enfermería...- murmuró con la voz cortante.
-Ah, está bien, ayúdame Kurona.-
-Está bien.-
Ambos se llevaron arrastrando a Isagi, el equipo siguió entrenando, pronto Noel llegó y empezó a darles el precio que les habían asignado.
-Joder chico, enserió estás tan mal que no puedes caminar...- hablo Hiori preocupado
-Sí, espero que no sea algo grabe.- exclamo Kurona entrando a la enfermería.
-Oh, que trae a este chico.- mencionó la doctora revisando el cuerpo de Isagi
-Está bien, gracias por traerme hasta acá chicos...- dijo Isagi con la poca fuerza de voz que tenía.
-Recuperate.-
Los amigos abandonaron la habitación, todo quedó en silencio, la doctora sacó una hoja y miró a Isagi.
-Bueno... no he comido últimamente... tampoco puedo dormir...-
-Ya veo, entonces por eso estas de esa manera, bueno si sigues así puedes morir chico.- afirmó la doctora cruzando sus piernas.
Isagi se quedó atónito, la doctora pronto soltó una pequeña risa.
-Es broma chico, bueno podría pasar si sigues sin comer, te daré unas pastillas con eso podrás dormir, también procura comer o tendrás dolores de panza, eso podría causarte gastritis o algo peor, será mejor que te cuides, eres un futbolista tu futuro depende de tu salud.- comento la doctora arrancando la hoja
Isagi la tomó y cuando menos se lo espero sintió un ligero dolor en el hombro.
-Ah... ahg... que diablos -
-Lo siento, así ya no lloran los pequeños, siempre los inyectó cuando están desprevenidos. Esto te ayudará, ahora puedes ir a entrenar en unos minutos estará haciendo efecto.-
