La tarde lluviosa

Capítulo trece

¿QUIÉN Y DÓNDE ESTÁ EL ASESINO?

¿Qué mierda fue eso?- Le pregunto a una Luciana muy embobada.

-No sé. ¿Vos que pensás?- Me responde con ironía.

-Yo pienso que te estás volviendo loca.

-¿Por qué me gusten las chicas? Si eso ya lo sabías, lo que no sabía yo era que tenía una amiga homofóbica- Dice divertida y burlándose de mí.

-No, idiota. No te puede gustar Seis- No se lo decía de mala, solo es que ella no conoce bien a esos chicos y tampoco la quiero poner en peligro.

-¿Cómo no? Si a vos te gusta Tres y nadie te dice nada- Me dice con obviedad, como odio que me haga estas cosas.

-No es lo mismo- Le respondo aunque es parecido, pero no lo mismo.

-Sí, lo es. A él tampoco lo conoces bien, puede ser un asesino en serie ¿Quién sabe?

-No es un asesino y sigue sin ser la misma situación. Yo a Tres lo conozco ya un poco más, vos a Seis recién la conoces. Puede ser una asesina en serie ¿Quién sabe?- Termino con su misma ironía.

-Touché.

-Yo pienso que tenés que conocerla y después engancharte. Por las dudas- Le recomiendo aunque sé que no me va a dar bola.

-Vos te enganchaste antes de conocerlo, admitilo. Santiago fue solo para entretenerte porque Tres no aparecía últimamente- Me duele escuchar lo último que dijo Luciana sobre la relación que tuve con Santiago, aunque sé que no lo dice con intención de hacerme daño, si no, de abrirme los ojos.

-No fue para eso- Niego aunque sé que es verdad, yo necesitaba a alguien para que esté mientras Tres no volvía. Pero si me volví a encariñar con Santiago aunque no se lo merezca. Yo sé que lo que hice está mal pero no lo había pensado tanto.

-No me mientas Julieta, no a mí. Sabes que me podés decir la verdad, no te voy a juzgar.

-Está bien, puede ser que lo usé un poquito. Está mal, lo sé. Pero al final si lo quería, no como pareja pero tenía un cariño de amigos hacia él. Lo que me dolió es que fue muy cruel en algunos aspectos y que el Santiago que yo conocí de chica no está más.

-Bueno, por lo menos te enteraste de que era así rápido y no tarde, seguro que ya no te molesta más. Además, con el susto que se pegó con Tres no vuelve a esta casa ni por un millón de dólares, te lo aseguro- Lo último me hace soltar una carcajada, se la contagio y Luciana se empieza a reír conmigo de la situación. Después de unos minutos de no parar de reírnos, de que nos duela el estómago y los cachetes le termino de contar todo lo que faltaba de los hermanos súper poderosos y de mí.

Estuvimos una hora conversando de eso y sacando teorías locas de quienes me persiguen. Esto se me hace muy irreal, a mí nunca me pasa nada y que de la nada me quieran matar unos científicos locos que hacían experimentos con nenes con poderes se me hace muy extraño.

-Entonces, ese chico de tu sueño loco, es como Seis y Tres.

-Supongo que sí. ¿Vos conoces a una persona con ojos violetas?

-No, creo que no.

-¿Creo que no? ¿Me estás cargando?

-Sí, la verdad que si- Y se empieza a reír de mí.

-No te rías, tarada. Él dijo que me va a volver a ver- La reto seria, y ella se me queda mirando.

-Pensá en positivo. ¿Estaba bueno? Porque si estaba nuevo que venga con total libertad.