LOVE AND BLOOD | Sunghoon

Sangre

—¡¿Se casan?! —grite sorprendida—

—Si! —sonrió—

—Oh Dios mío! —lo abrace— que felicidad

—Son las primeras en saberlo~

—Te adoro —sonrió Charlotte—

—Charlotte, Diana —nos miro— son mis hermanas, ¿les gustaría ser mis damas?

—¡Si! —chíllamos ambas—

Hyunjin se casaría, era realmente lindo, estaba feliz por mi hermano

—¿Puedo invitar a Sunghoon?

—Bien, pero no hagan nada ¿oíste?

—Ajam~

Sonreí, me paré y salí de aquella oficina, caminando hacia el bosque, al llegar mire a Sunghoon

—Hoon, no sabía que vendrías

El de dio vuelta, sorprendida y asustada me acerque rápidamente a él, pues tenía una estaca en el estómago

—¿Que mierda te paso?

—Humanos —sonrió Devil—

—Déjame ayudarte

El saco la estaca, salpicándome de sangre

—¡Carajo Sunghoon! ¿Por que mierda lo hiciste?

Arranque un pedazo de tela de mi vestido y se lo puse en la herida

—Hey, tranquila bonita —río— mira, ya se curo —dijo sacando el pedazo de tela de su herida—

Y efectivamente, la herida ya no estaba

—¿Que carajo?

—Soy un vampiro Diana

—¡Me asustaste tarado!

Golpee su hombro levemente, ¿que le pasaba a este idiota?

—Bonita, ninguna herida podría afectarme, si me entierran una estaca en el corazón, muero, ¿no lo has escuchado?

—Claro que si tarado, simplemente me preocupe

—¿Te preocupas por mi?

—Eres mi novio, ¿como no podría preocuparme por ti?

—Tu novio~ suena lindo

—¿Si?

—Si, y me gusta por que tu lo dices

Reí ante su comentario, me acerque a él besando sus labios, nos recostamos en el pasto aun besándonos, el sujetaba mi cintura con fuerza

—Te extrañe

—También te extrañe —sonreí— por cierto —me senté— mi hermano se casará en unas semanas, ¿quieres ir?

—¿De verdad? ¿Tu hermano no me odia? ¿Sabe que tu novio es un vampiro?

—Si, y no, y por último si —reí—

—Bien —sonrió— ¿quieres ir al pueblo?

—Mmmh, ¿por que no? —sonreí tomando su mano—

—Vamos~

Ambos nos dirigimos al pueblo, los vampiros nos miraban con cierta curiosidad, pues, la primera relación entre humanos y vampiros fue de Heeseung y Charlotte, sin embargo, no esperaban que el guardia real de Heeseung y la dama de Charlotte salieran

—Oh, mira que lindas flores —sonreí acercándome al puesto—

—¿Te gustan?

—Si —sonreí—