Zara no supo cuanto tiempo estuvo sentada allí, solo podía contar cuantas tazas de té había tomado desde que Rhydian se había ido. No se quería dejar pensar, dejar sentir, así que, para mantenerse ocupada, se concentró en tomar té y pintar con el set de acuarelas portátil que se había comprado en la ciudad.
La pintura que había empezado como un cálido día en el bosque terminó como una noche tenebrosa en el mismo. No le salía ahora pintar con colores cálidos, no ahora y menos teniendo el dibujo de Rhydian guardado de los lobos en el bosque durante la luna llena. Su cerebro le estaba haciendo malas jugadas pero ella... ella seguía concentrada en el té que tenía en su mano.
Tan concentrada que ni se dio cuenta de que Maddy y sus amigos entraban al café.
-Deberíamos decirle a alguien- dijo Tom apenas entraron al café.
-Claro porque decirle a Jeffries que el cuarto oscuro está destruido hará que él reconsidere no cerrarlo- respondió Maddy.
-¿Van a comprar algo?- preguntó Bernie al acercarse a ellos. Shannon agarró una barra de cereal haciendo una mueca y le dio el dinero. A los segundos entraron las tres K, el grupo las miró incrédulos.
-¿Vienen a ver a los tejones también?- dijo Tom. Kara lo miró con desagrado.
-Ni loca-su mirada se dirigió hacia el dueño del local- Bernie, ¿estuvo Rhydian aquí?-
-¿Quién?-
-Así de alto...-dijo Kara
-Y hermoso...-siguió Kay.
-Y galés-dijo Katrina, ganándose las miradas de sus dos amigas.
-No es galés- dijeron las dos a la vez.
-Ah, el hijo adoptivo de los Vaughans- respondió Bernie. Maddy lo miró impactada ante la nueva información.
-¿Rhydian es adoptado?-
-Sí y debe de haber sido un muchacho malo si lo enviaron aquí- Bernie suspiró- En fin, sí, estuvo un rato aquí junto a esa chica, después él se marchó y ella empezó a consumirme todo el té de la tienda- Bernie rió y se alejó hacia la caja donde Zara estaba.
Estaba tan ensimismada que no se dio cuenta que pagó de más pero no le importaba, solo quería salir de ese maldito café y dejar de escuchar el nombre Rhydian por todos lados de gente que ni había hablado con él. Aunque se tenía que recordar que ella tampoco lo conocía... ni al parecer tendría la oportunidad de hacerlo. Él le había quitado esa oportunidad y lo odiaba por ello.
Chocó con Maddy al salir, más bien fue atropellada por esta, pero ni tuvo energías para decirle algo, además la chica había salido corriendo cuesta arriba por el camino que se iba del centro. Se enfocó en la música que salía de sus auriculares y se dirigió al bosque.
Let it be sonaba en sus oídos y ella no podía estar más arrepentida de no tener su cámara con ella. Un hermoso rió que tenía una caída de un metro estaba frente a ella, rodeado de hojas secas, producto de la estación del año en la que se encontraban.
Fascinada por el paisaje y por lo tranquilo que era, decidió sentarse en una de las piedras y simplemente admirar la naturaleza.
En Londres, eran pocas las veces que podía disfrutar del aire libre, lo más parecido era una pequeña plaza frente a la escuela que asistía pero no tenían comparación. Este bosque lo era todo, el sonido de los pájaros, la leve brisa que provocaba pequeños remolinos de hojas y el movimiento de los árboles. Zara no podía estar más agradecida de vivir donde estaba viviendo.
Al llegar a su casa, se sorprendió de encontrarla vacía. No se había acostumbrado a los horarios de trabajo de Dean pero estaba segura que ya debería haber regresado.
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𝒊𝒏𝒗𝒊𝒔𝒊𝒃𝒍𝒆 𝒔𝒕𝒓𝒊𝒏𝒈, rhydian morris
أدب الهواة"And isn't it just so pretty to think All along there was some Invisible string Tying you to me?" ☾ La llegada a Stoneybridge de una nueva chica atraerá la atención de todos, en especial de los estudiantes de la secundaria del pueblo. Zara Folks od...