CAPITULO XXIV

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El hotel donde pasarían la noche no era precisamente lujoso pero cumpliría su cometido. Zara estaba en cierta parte emocionada y nerviosa, nunca había dormido en otro lado que no estuviera Carmen o sus ahora padres. Mientras Jeffries organizaba la distribución de habitaciones, ella diambuló por la sala-recepción, captando cada detalle y... olores particulares. Lamentablemente para ella, esos olores formarían parte de sus recuerdos. Su paseo se detuvo cuando Maddy se acercó a ella con preocupación palpable.

-¿Qué vamos a hacer? Ya tengo suficiente con que mi mejor amiga piense que soy el monstruo del pueblo, y ahora Rhydian no puede caminar y...- 

-Respira, Madeline- la interrumpió Zara. Antes de que Maddy pudiera reprocharle por llamarla así ella siguió hablando. -Por Rhydian no te preocupes, su herida sanará una vez que se transforme. Nuestro problema principal son tus amigos curiosos-

-No son...- comenzó Maddy, pero Zara la miró con incredulidad. Maddy suspiró derrotada.-Bueno, pueden serlo, pero no son malas personas.- 

-Nunca dije lo contrario- murmuró Zara distraídamente encogiéndose de hombros. Su mirada se desvió hacia Rhydian, quien miraba sin rumbo al techo. Zara sintió una punzada de culpabilidad por toda la situación. 

-¿A qué hora tenemos que salir del pueblo?- Zara se giró hacia Maddy, casi olvidando que la castaña estaba a su lado.

-Ehm, alrededor de las 20:30- respondió la rubia.

-Okay, voy a hablar con mis padres- Zara asintió, aprovechando la oportunidad para acercarse a Rhydian.

Cuando se sentó junto al rubio, Zara sintió su mirada clavada en ella todo el tiempo, lo cual la puso nerviosa.

-¿Cómo estás?- rompió finalmente el silencio Zara.

-Honestamente, como la mierda- respondió Rhydian con una leve risa. -¿Vos?-

-Mmm- ella fingió pensar, haciendo una mueca graciosa. Rhydian apoyó su cabeza en la pared, totalmente hipnotizado por la chica- Podría estar mejor, pero no puedo evitar estar emocionada, es mi primera vez en hotel-

-¿Quieres escuchar un secreto?- susurró Rhydian, Zara asintió. El rubio se acercó hasta que sus cabezas rozaban, Zara sintió un cosquilleo al sentir el aliento del chico en su oído pero se mantuvo quieta y expectante- También es mi primera vez en un hotel- 

-Mentira- Zara lo miró sorprendida.

-Verdad. Aunque pensé que mi primera experiencia no sería con mis compañeros de clase y con luna- se quejó el de lo último más bajo.

-No lo sé, tiene cierto encanto- Rhydian la miró escéptico, Zara rió- ¡Es cierto! La aventura de estar en un lugar nuevo, teniendo que salir a escondidas, estar como lobos corriendo por el mar.- Zara sonrió ampliamente pero soltó una risita nerviosa cuando se giró de nuevo hacia Rhydian y este la miraba fijamente.

-Pensé que nunca te volvería a ver sonreír de nuevo- murmuró él.

-¿Qué? Sonrío a menudo- refutó Zara confundida mientras lo miraba.

-Pero hace tiempo que no soy yo quien provoca esa sonrisa- respondió Rhydian. Y dudando un poco añadió- Y lamento eso- 

Zara se encogió de hombros mientras suspiraba, el cansancio comenzaba a apoderarse de ella- No puedo culparte por querer estar con Maddy como tú no puedes culparme por no querer estar cerca, observándolos tan felices y cómodos- 

-Yo no... no quiero..- 

-En serio lo entiendo Rhydian, nunca podría enojarme realmente con vos, creo habértelo mencionado antes- el chico suspiró, quería decirle la verdad pero hoy no era el momento ni lugar. Pero se prometió decirle cuando volvieran. Ella merecía saber... tenía que saber sus opciones antes de elegir.

𝒊𝒏𝒗𝒊𝒔𝒊𝒃𝒍𝒆 𝒔𝒕𝒓𝒊𝒏𝒈, rhydian morrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora