𝟎𝟏𝟒 | 𝐢𝐧𝐟𝐢𝐥𝐭𝐫𝐚𝐝𝐨𝐬

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ENID ESTABA ayudando a Judith a describir el lugar, claro, le habia mentido un poco a la pequeña diciendole que iba a llevarla alli, pero si todo eso acababa, si todo ese sufrimiento terminaba, la podrian llevar a lugares hermosos, el mundo es grande y no todo esta destruido despues de todo, siempre y cuando, salgan con vida de ese problema.

—¡Daryl!—Un hombre exclamo.

El hombre abrio las puertas de par en par, acercandose a Daryl con una bolsita de lino vieja.

Estaba asustado, preocupado. Carl miro al hombre que le extendio la pequeña bolsa a Daryl con su mano temblando, no dijo nada mas, solo espero que lo abrieran.

Jesus, Aaron, Tara, Rosita, estaban alli, dentro de la habitacion, esperando saber que habia dentro.

Daryl abrio un poco la bolsa, lo suficiente como para que el sea el unico que pueda ver lo que contenia adentro, e inmediatamente la cerro, esperando que Carl no pregunte que era. El chico extendio su mano para agarrae la bolsa pero Daryl la quito de su alcanze.

—Carl, no.

No obedecio, y le arrebato la bolsa de la mano con fuerza sin importar lo que Daryl le iba a decir.

Volteo la bolsa y dejo caer su contenido en una mesa de madera a la vista de todos. Era dedo de Michonne. Dejo a todos helados, mientras Judith trataba de asomarse para ver que era, pero Carl inmediatamente lo volvio a poner en la bolsa como pudo, antes de que Judith lograra verlo.

—¿Que es?— Pregunto la pequeña tratando de ponerse de puntitas e elevar la mandibula para alcanzar la mesa, pero ya no habia nada en esta.

—Nada, Juds. — Dijo Carl.

El llevo su vista a Enid tratando de disimular el enojo dentro de el por lo que habian hecho las sombas. Ella asintio, dejando en claro que ya habia terminado de hablar con Judith.
























 Ella asintio, dejando en claro que ya habia terminado de hablar con Judith

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—Carl... se que estas enojado pero tenemos que...

—No. Ya fue suficiente.

Iban a ir a lo que consideraban la boca de el lobo, Carl habia repasado tantas veces el camino, ya se lo sabia de memoria y no necesitaba de una hoja con los apuntes de donde ir. Daryl no queria ir alli, pero habia gente que estaba de acuerdo.

Alicia se dejaba llevar por sus impulsos y fue ella quien estaba dispuesta a ir, y se podria decir que habia hecho un tipo de trato con Carl.

—¿Que planeas?

—Ir a por ellos.

—No me mientas, Carl.

—¡Mierda, Daryl! ¡No estoy mintiendo!

𝐈𝐍𝐌𝐔𝐍𝐄  |  𝕮𝖆𝖗𝖑 𝕲𝖗𝖎𝖒𝖊𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora