𝟑𝟓 | 𝐕𝐚𝐥𝐞 𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐧𝐚

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Carl

Sentía mucho sueño, pero aun no quería irme a dormir, mi mente daba vueltas y yo estaba sentado sobre mi cama. Mire el reloj, recién marcaban las  8:30 y yo me estaba muriendo de cansancio.

Escuche pasos, pero era como si arrastraran los pies, al principio me recordó a los pasos de los caminantes, pero quien se paro en la puerta era Isaac. El parecía tan cansado como yo, se restregó los ojos antes de acercarse.

—¿Que haces despierto, niño?— Probablemente el también creía que era tarde, y es que últimamente los días habían pasado muy rápido.—No mates a tu mente pensando, ve a dormir.

Isaac pareció darse cuenta que yo no haría eso, así que se acerco y se sentó en el sillón que estaba al lado.

—¿En que tanto piensas?— Pregunto, como si fuera un terapeuta.

Suspire antes de hablar.

—Enid. Solo mírala, ella... la amo demasiado. Yo moriría por ella, mataría a miles de personas si fuera necesario para salvarla.— Sonreí, se sentía muy bien hablar de ella, solo que mi llevaba algo de tristeza.

— A los trece vi como mi madre moría al dar a luz a mi hermana. Yo le dispare, no quería dejarla así, solo jale de el gatillo. No quiero que pase lo mismo con Enid. 

—Pero tu madre estaba embaraza, Enid no...— Lo ultimo, lo dijo en voz baja, y su expresión cambio por completo al darse cuenta a lo que me refería.—No...—murmuro.

Isaac se recostó mas en el sofá, mirando al techo sin decir nada.

—No es que disfrute demasiado estar en este lugar. Es genial, pero, quiero que nos quedemos porque lo que realmente disfruto es abrazarla, saber que esta bien, que si pasa algo hay médicos que puedan ayudarla.

Voltee a ver a Isaac, el sonrió un poco antes de hablar.

—Ella esta bien y estará bien, la manera en la que te preocupas por ella y la proteges, incluso lo haces de manera inconsciente, cuando hay un mínimo peligro en frente te colocas adelante, y ni siquiera tu te das cuenta.

 Esta vez fui yo quien sonrió, pues sabia que a pesar de que ella era completa y totalmente capaz de defenderse sola, yo solía dar un paso al frente por si pasaba lo mas mínimo. 

—Vamos a seguir, pero si vemos que las cosas se complican demasiado, siempre podemos ver hacia atrás, volver, y cuando llegue el momento, lo intentaremos nuevamente.

—¿Por que quieres hacer esto?, No viniste solo por apoyar, o por curiosidad, se que es algo mas.—Yo estaba intrigado, pues Isaac nunca había mencionado algo acerca sobre el.

— Bueno, chico, ese tema de conversación lo dejaremos para otro día.—Dice Isaac, con una leve sonrisa en el rostro mientras se pone de pie.—Duerme y sueña con los angelitos.

El se despide y se va cerrando la puerta. Me acosté sobre mi cama, y no es que se me complicara dormir, pues mi cuerpo se estaba empezando a relajar por culpa del cansancio, pero me di cuenta de que no me agradaba dormir solo, pues ya me había acostumbrado a dormir con Enid, y una parte de mi buscaba abrazarla.

























 Me acosté sobre mi cama, y no es que se me complicara dormir, pues mi cuerpo se estaba empezando a relajar por culpa del cansancio, pero me di cuenta de que no me agradaba dormir solo, pues ya me había acostumbrado a dormir con Enid, y una parte ...

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𝐈𝐍𝐌𝐔𝐍𝐄  |  𝕮𝖆𝖗𝖑 𝕲𝖗𝖎𝖒𝖊𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora