La oscuridad que los protege; XuanXian

Capítulo 21

—¡A-cheng, detente! —se escuchó entre las personas, nada más que Joven Madam Jin quien se acercaba con un grupo de discípulos Jin que separaron a los chicos de los demás, sacando sus espadas para protegerlos—. ¿Cómo puedes utilizar a Zidian contra unos niños?

—¡Son sus hijos! ¡Puedo hacerlo! ¡¿Quién sabe si los tuvo con esa perra-Wen que tanto protegió?! —gritó aun frente a Jiang Yanli, quien ni se inmutó por su tono exaltado, más no dejó que pasara. Sintió un agudo ardor sobre su mejilla—. ¡Jiejie!

—No, Jiang Cheng, no puede manchar las memorias de alguien más por un odio que te está cegando. ¡Son unos niños que no tienen culpa de los demás! ¡Son hijos de a-xian, y están bajo mi protección!

—¡Jiang Yanli!

—¡No puedes hacer eso! No hay manera de que los hiera, no tienen sangre maldita, no son forasteros como los hace ver. ¡A-xian nunca tuvo la culpa de nada!

—¡Quiso matar a a-ling!

—¡A-ling no es mi hijo!

Un silencio surgió entre todos, quienes aún no podían tragar las palabras que salían de la joven Madam Jin, más eso no la detuvo ni bajo su mirada de la desafiante e incrédula de su hermano.

—Lo amo como uno, pero eso no me da más derecho de que a-xian en todo esto. Sí, a-ling, es el hijo de a-xian y a-xuan, al igual que, a-yi y a-yuan.

—Ese maldito-

—¡A-cheng! —interrumpió la mujer—. A-cheng sabía que no me quería casar, incluso sabía que amaba a alguien más, pero eso no te importo. ¡Incluso cuando íbamos a presentar a a-ling como hijo de a-xian y a-xuan ocurrió una tragedia! ¡A-xian murió! ¡Murió inocente y sin ver crecer a sus hijos!

—¡Era un asesino! ¡Mató inocentes!

—¡Nunca lo hizo! —gritó Huasiang, llegando a lado de Yanli, junto a sus discípulos—. Creí que esta conversación ya la habíamos tenido. Wei Wuxian acabó con la vida de criminales, sin que sus familias fueran afectadas. De ser así, que alguien testifique que su familia murió a manos de Wei Wuxian.

Nadie respondió como se esperó, todos quedaron en silencio, observándose entre ellos.

—¿Vieron? No son tan valientes como para decir lo contrario de Wei-xiong

—Tío nie —dijeron los menores, haciendo que una sonrisa de gran emoción pareciera en el rostro del líder. Sizhui se acercó, y susurró—. ¿Podemos detener la invocación? —Huaisang asintió.

—A-cheng, incluso si sigues odiando a a-xian no llegaras a nada con esto. A-xian ya no está entre nosotros, y lastimar su alma tampoco solucionara tus errores. Detente ya, por favor.

El líder Jiang, quien gruñó a las palabras de su hermana, la observó en silencio y miró detrás de ella, donde los menores estaban alertas de todo lo que podría pasar con ellos, como si él realmente fuera el villano. Volvió su mirada hacia Yanli, y golpeó contra el suelo a Zidian, dejando una gran marca sobre la tierra, sacó su espada y prendió vuelo sobre esta, seguido de sus discípulos.

—Joven Madam Jin, esto necesita una investigación, algo que lo confirme lo que usted está declarando —dijo Zewu-jun, acercándose en su dirección—. La secta Lan no tolerara las mentiras.

—No es necesario eso, Zewu-jun, sé que son mis nietos —dijo Madam Jin, seguida de sus doncellas—, incluso si el viejo Qiren quiere confirmar si es verdad que llevan la sangre Jin, puedo decir que sí, con toda la seguridad, ninguno de ustedes tocará a mis nietos, otra vez... tampoco olvido Lan Qiren, Zewu-jun, aún tenemos mucho que discutir sobre el trato de que le dieron cuando estuvieron en su secta.