Capítulo 14

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Narra Vanesa

Pasaron dos meses del episodio de la clínica, y tuve qué arreglármelas para comenzar con un tratamiento ginecológico sin que nadie se diera cuenta, algo bastante difícil. Pero le echaba la culpa a mi depresión de absolutamente todo. Puede escaparme un par de veces del control de mi madre y eso me permitió ir por los remedios, qué escondía en la funda de una de mis guitarras y pasar a revisarme para control. Era joven, mi mujer también y llevábamos sin sexo unos meses, ésta semana terminaba de tomar los medicamentos. Tuve una infección producto de lo que pasó en Miami, pero cómo dijo la ginecóloga la agarramos a tiempo y fue leve. Mi único temor era contagiarle algo a mi pareja por eso tomé los recaudos necesarios y decidí no hacerle el amor, ni qué me lo hiciera, pero me moría de ganas, porque cada día estaba más enamorada de mi mujer. Mónica, era la perfección de mujer, su pelo, su piel, sus ojos, su sonrisa, me gustaba todo de ella, hasta su mal humor cuando tenía hambre. Era tan hermosa, qué a veces sin que ella se diese cuenta, me pasaba el día completo mirándola, no necesitaba hablarle con eso me alcanzaba. Por ahora las cosas iban tranquilas porque ella tenía mucho trabajo, y llegaba reventada y encima el niño qué iba creciendo y se hacía cada vez más diablillo le llevaban parte de su libido. Algunas tardes me lo dejaban a cuidar, pero Moni no quería darme esa responsabilidad, porque decía qué luego había que limpiar el doble y ordenar el doble, a veces  cuando no quedaba más remedio, me convertía en cuidadora y  hacía de la sala un parque de diversiones, Adrián agradecido de un poco de caos también. Ya se le estaba soltando más el pico y decía varias cosas, a mí me había puesto mamá, yo le decía soy Vane y él insistía con mamá. Hoy lo vendría a buscar Jorge y su hermana para llevarlo al parque de diversiones, y Moni estaba bastante preocupada, decía que era demasiado pequeño, y mil cosas más porque lo sobreprotegía demasiado. Iba a aprovechar a grabar algunos temas mientras el niño se iba de paseo, porque mi disco estaba casi listo, un disco bastante raro, la música muy triste, según los qué me conocían, creo que representaba la situación en la que estaba. Aún había algo en mí que no estaba bien, no encontraba tampoco con mi pareja algún momento de intimidad si la quisiera tener, primero porque mi madre no se podía quedar a dormir todos los días, luego lo de mi enfermedad, y además Mónica qué para ella, su trabajo era otro hijo, en definitiva no había muchas cosas de pareja, solamente compartir la cama, algún que otro beso y caricia, porque cada vez qué salíamos íbamos con el niño, y lo demás era muy rutinario, desayuno, almuerzo, cena entonces llegaba a la conclusión que me quería ir de nuevo a mi piso. Amaba a mi mujer pero seguía encontrándome muy sola, esa era la sensación interna, también me daba cuenta que mi estado de salud era una preocupación para todes. Nadie me quería dejar sola, y lo más sola qué estaba era con Adrián jjajjaja y eso sucedía muy de vez en cuando. Estaban llamando al telefonillo, seguro venían por Adri. 

Jorge: qué tal Vanesa!!! cómo va todo? Ahí está mi niño, qué mayor, como creces bonito. 

Rosario: Hola Vanesa!!! qué hermoso está mi sobri, ven con la tita, Adri!!!

Vanesa: pues todo bien, acá estoy, esperando qué pase el día, jjaja. Voy a grabar algo del disco.

Jorge: pero qué dices, tía, no puedes estar encerrada trabajando, es un día hermoso. Vente con nosotres, vamos qué nos tomamos algo, nos turnamos para cuidar a Adri y nos subimos a una atracción!!! 

Rosario: venga Vanesa, cámbiate qué te esperamos!!! no te vas a arrepentir.

Vanesa: la verdad no lo sé. Es una salida familiar para ustedes y yo, yo...

Jorge: tú eres bienvenida a la familia también, qué dices?

Vanesa: vale, vale, me apunto entonces. Esperen qué me pongo unas tenis y busco el bolso. 

Contando los días II (VANICA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora