Capítulo 17

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Narra Vanesa: 

Moni, estaba hermosa embarazada, tenía una sonrisa espectacular, y su piel era más suave al tacto qué antes, iba directo a abrazarla pero me pregunta quién soy? y le digo soy tu mujer, estás de broma? y ella me dice qué está casada con Ana y yo comienzo a gritar y....

Mónica: Vane, despierta! despierta! estás soñando! qué pasa corazón? 

Vanesa: creo que bebí mucho y tuve una pesadilla, jajjaj soñaba qué estabas casada con Ana, que horror, joder!!!

Mónica: con Ana? y qué soñabas estábamos en una situación comprometida? jjajajja

Vanesa: no, no, sólo me decías que estabas casada con ella. Pero era real, y la verdad qué me asusté.

Mónica: tendremos qué casarnos entonces!

Vanesa: cariño, tienes razón. Mira quiero darte las gracias por la sorpresa de anoche. Realmente no me esperaba que vinieras así a Barcelona y dejaras el niño con mi madre. La muy capulla me dijo qué no cuando le pedí lo cuidara, también quería darte una sorpresa. 

Mónica: mira podemos hacer esto de nuevo. Aprovechamos éstos días juntas, volvemos y en quince días vamos por el finde rural, qué dices?

Vanesa: sí, lo haremos. Además me encanta estar aquí contigo. Dime qué planes tenemos para mañana.

Mónica: bueno mis planes son hacer el amor, la mayor cantidad de veces posibles.

Vanesa: jajjajaja parece qué estás muy dispuesta para el sexo, muy bien, pero digo algún plan turístico también tendrás. 

Mónica: podemos ir a varios lugares, tú deberás elegir. Playa, museos, teatros, lo que tú digas para mí estará bien, porque mi idea es ten...

Vanesa: tener sexo, ya lo sé, jjajajja. No perdamos tiempo mi amor. -la tomé por la cintura para acercarla a mí y comencé a besarla, primero despacio recorriendo con mi lengua sus labios, acercándome a su cuello, y besando cada uno de sus lunares, mientras con mis manos también la recorría. Tenía una lencería de muerte, de color rojo oscuro, qué le hacían contraste con el brillo de sus ojos, y de a poco le fui sacando el sostén, admirando cada uno de sus pechos, y acariciándolos con mucha suavidad, quería hacer las cosas lentas, pero ella se movía bastante y en un momento llevó mi mano a su sexo qué estaba muy húmedo, mis dedos entraron cómodamente y no alcancé a moverlos qué de inmediato sentí su primer espasmo y luego ella sin esperar me dio vuelta en el aire y se recostó sobre mí, tenía mucha fuerza, parece qué la espera la volvía loca, no paraba de gemir, besarme y morderme. En un momento bajó por mi pecho, mi panza, y ombligo con su lengua y fue directa a mí clítoris, no hubo demasiados preámbulos, ella estaba dispuesta a qué me corriera sí o sí, comenzó a besarme en mis puntos sensibles, hasta qué su lengua comenzó a presionar una y otra vez, y yo comencé a gemir, hasta qué tuve una visión del pasado, y cerré mis piernas. 

Mónica: Vane, mi amor, qué haces? qué pasa?

Vanesa: nada, estoy cansada.

Mónica: por favor Vane, déjame qué continúe. 

Vanesa: más despacio Moni, sólo eso te pido. - Ella continúo moviendo su lengua muy despacio y justo cuando creí iba a llegar a mi orgasmo paró, introdujo sus dedos en mí, acercó su boca a la mía, me besó, y me pidió qué la mire, moviendo sus dedos lentamente hasta llevarme al orgasmo. Luego me abrazó y me dijo, soy yo Vane, te amo, tienes qué confiar. Así nos quedamos un rato, en un abrazo qué necesitaba y con una sensación de placer y al mismo tiempo susto, no sabía cómo entender lo que me pasaba. 

Mónica: Vane, ¿estás bien? necesitas algo?

Vanesa: a ti. No te muevas, sigue abrazándome. Sentí mucho placer pero por otro lado un poco de susto. 

Contando los días II (VANICA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora