Capítulo 31

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Narra Mónica: ya habían pasado unos cuantos días y Vane, empezó el tratamiento para ser madres nuevamente, aunque la verdad qué con Almudena no teníamos tiempo de nada, iba creciendo y nuestra atención era completa para ella. Mi madre vino de visita por una semana y llevaba un mes con nosotras, ya que Vane debía grabar y con la niña se nos complicaba el tema del trabajo. Igual estaba creciendo aceleradamente y con eso los caprichos y enojos por querer estar todo el día con la teta en la boca y en brazos de Vanesa, cosa que era imposible ya que en breve saldría de gira un fin de semana, no sé cómo me la iba a arreglar con la niña. Pero bueno mi madre tenía una paciencia infinita con su nieta y también con nosotras qué muchas veces estábamos agotadas, por las demandas que recibíamos de todos lados. A ésta altura la pareja era algo semejante a una hermandad, no podíamos tener sexo y lo que a mí en un comienzo no me preocupaba ahora ya sí, porque la conocía a Vanesa y además a mí misma. Tenía que utilizar a mi madre una vez más para qué se quede con su nieta unas horas, no era necesaria la noche para tener sexo, podía citar a almorzar a Vane en algún lugar y luego irnos a un hotel, pero no podía pasar de ésta semana.

Me aseguré de reservar en un restaurante que tuviese cerca un hotel, luego la llamaría para qué me pasara a buscar por el restaurante, se iba a sorprender estaba segura porque no se lo esperaba, comer las dos tranquilas y de allí a compartir unas horas solas. 

Narra Vanesa: realmente no podía más sin sexo, y eso me podía llevar a caer en alguna tentación, no iba a engañar a mi mujer, pero la carne se estaba haciendo insoportablemente débil, encima vivía en entornos qué me lo ponían bastante difícil, tenía todas mujeres hermosas alrededor, joder!!! no quería fallarle a Mónica como lo hice otras veces, y menos ahora qué teníamos a la niña y posiblemente otro bebé en camino. Creo que la iba a llamar a mi madre para que viniera a cuidar un día a su nieta, así podía salir con Moni, necesitaba realmente volver a nuestra rutina amorosa. Mientras pensaba en esto, veo qué me llama...

Mónica: hola cariño! ya has comido? estás cerca de casa?

Vanesa: Moni, no he comido, estoy en la discográfica, ya por salir.

Mónica: me puedes pasar a buscar por un sitio, te envío la dirección.

Vanesa: vale, y la niña?

Mónica: está con mi madre unas horas, no pasa nada.

Vanesa: qué haces en la calle, no estará la niña llorando?

Mónica: soy mujer además de madre, mi amor!!! y la niña está perfecta!!!

Vanesa: lo sé, ahora voy por ti, espérame llego pronto.

Narra Mónica: la cara de Vane cuando me vio en la puerta del restaurante fue de total sorpresa, pero también de alegría, ella pensaba qué estaba trabajando, pero nunca se le pasó por la mente qué teníamos una mesa para comer juntas y la reservación del hotel.

Vanesa: mi amor me haces muy feliz, con ésta sorpresa.

Mónica: espera qué falta algo más, ya lo verás en unos minutos.

Vanesa: hay más? la comida estuvo excelente, el vino, pero sobre todo la compañía, como extrañaba tenerte un rato para mí!!! -y la besé sin ningún reparo!

Mónica: vale, ahora podemos seguir con el plan, ¿salimos ?vamos a un lugar muy cerca.

Vanesa: iremos de compras?

Mónica: no exactamente, mira ya casi estamos, es aquí un hotel como te mereces cariño.

Vanesa: pero qué dices? me has sorprendido totalmente!!! joer!!! pero no te creía capaz realmente!

Contando los días II (VANICA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora